Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).- Chocolate Taladro nació en Canadá, un labrador con pedigree que cuando era cachorro ocupó la portada de una revista en ese país, pero se mudó a México con una familia de Xalisco, Nayarit y a la edad de cuatro años alguien le cercenó los genitales salvajemente.
Ese día Chocolate escapó de su hogar para ir en busca de una perra en celo y encontró a su agresor, quien le cortó el pene y al tratar de escapar un vehículo lo atropelló y le fracturó la cadera.
Chocolate se estaba desangrando cuando lo encontraron y aunque fue atendido por un médico veterinario, murió después de días de agonía.
La Asociación Civil Providigna tomó el caso desde un principio y amparada en las recientes modificaciones al Código Penal del Estado donde se castiga la violencia en contra de un animal, interpuso una denuncia en mayo de 2012 y, aunque recibió promesas de encontrar al culpable, hasta la fecha el crimen cometido en contra del labrador sigue impune.
“No se ha solucionado, el culpable no ha sido castigado y la violencia en contra de los animales sigue creciendo en Nayarit, a pesar de que hay una sanción penal”, dijo Diana María Valdez Sojo, presidenta de la Asociación Providigna.
Hace unos días aparecieron en la colonia Infonavit- Solidaridad de Tepic, 28 perros asesinados. Fueron envenenados y algunas personas salieron a marchar a las calles de la ciudad para exigir justicia.
“Les aventaron croquetas con cueros de pollo envenenados, lamentablemente en Nayarit en varias localidades se está volviendo una práctica combatir el problema de los perros callejeros de esa manera”, dijo Valdez Sojo.
La asociación de nuevo interpondrá una denuncia y planea revivir el caso de Chocolate, pues de acuerdo con el Código Penal de Nayarit, el maltrato animal se castiga con entre tres y seis años de cárcel y con una multa de entre 300 a 600 salarios mínimos.
“Esto que está pasando se debe a dos problemas principalmente: primero, en los 15 años que tiene Providigna los principales agresores son niños y jóvenes, por la violencia que viven en sus hogares y el segundo a la falta de apoyo de las autoridades”, dijo.
En Nayarit los animales son envenenados, mutilados y maltratados sin que las autoridades busquen y encuentren a los responsables.
“El problema no es solo en Nayarit, es en todo el país. Diariamente lo vemos en las redes sociales, pero lo que llega a salir a través de estas vías, es una pequeñísima parte de la realidad”, indicó Diana.
EL PANORAMA EN EL DF
En enero, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó la Ley Contra el Maltrato Animal, sin embargo es poco efectiva.
El Diputado local Jesús Sesma Suárez planteó la semana pasada la necesidad de dotar a las instituciones encargadas de la procuración e impartición de justicia de la capital, de los elementos jurídicos suficientes para que puedan sancionar a quienes cometan algún tipo de abuso contra animales.
El presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la ALDF dijo que las autoridades capitalinas no han consignado a una sola persona por el delito de maltrato animal.
El legislador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) indicó en un comunicado que las 250 denuncias presentadas por la fuerza política fueron declaradas improcedentes por la autoridad a pesar de estar sustentadas con pruebas contundentes.
De acuerdo con Araceli Saldaña, miembro de organización Asociación Activa para la Supresión de la Crueldad Hacia los Animales, al año reciben alrededor de 2 mil 500 reportes entre animales abandonados, atropellados, maltratados y torturados “con severas golpizas”.
Perros y gatos son maltratados en el Estado de México y en el Distrito Federal aseguró: “Desde un chihuahueño hasta un pitbull son sometidos, maltratados, golpeados. Los dejan sin comer, los amarran en las azoteas, incluso hay reportes de gatos que tienen amarrados, cuando ellos por naturaleza no soportan eso”.
Aunque la cultura de la denuncia se incrementó durante los últimos años, los acusadores se quedan indefensos ante el agresor que en ocasiones es un familiar, un conocido o un vecino.
“Entre las quejas que recibimos, hay gente que asegura que denunciaron ante la autoridad ministerial y que realmente no se hizo nada y esto los deja a ellos vulnerables”.
Araceli explicó que lo casos que la asociación denunció ante las autoridades, se quedaron en llamadas de atención a los maltratadores, todo en un ánimo de conciliación.
“En el DF tenemos la Brigada de Vigilancia Animal que no hace nada, es la verdad. La policía que la integra no está preparada, no es sensible ante el sufrimiento animal, es un cuerpo conformado con gente de otras áreas que no recibió capacitación”, dijo.
La crueldad animal se ha documentado en varias ocasiones en diversas entidades del país.
HISTORIAS DE INFAMIAS
Hace un año, la madrugada del 21 de septiembre, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem), en coordinación con autoridades Federales, así como de Salud, Seguridad, Procuraduría y municipio, realizaron un operativo de revisión y cateo en un domicilio del Estado de México donde fueron rescatados 33 perros y tres más se hallaron muertos.
En el patio de la casa se rescataron 18 animales y en el interior y cuarto de azotea otros. Permanecían en condiciones insalubres.
La Propaem confirmó que los perros rescatados se encontraban desde hace años viviendo maltrato. Vecinos denunciaron que el predio donde se localizaron a los canes está lleno de ratas, ratones y cucarachas, tiene basura, escombros, restos de perros muertos, así como lodo y estiércol.
Tras ser revisados, el municipio de Naucalpan informó que los canes presentaban desnutrición y estrés, así como enfermedades respiratorias y pulgas.
En julio de este año usuarios de Facebook difundieron fotografías de un hombre dándoles a matar un gato a un par de perros en el pueblo de San Martín Texmelucan, Puebla.
Un día después se supo que un hombre del municipio de Kancab, Yucatán asesinaba a animales “por diversión” y luego arrastraba sus cuerpos por las calles.
De acuerdo con diversos medios, el hombre, que no ha sido identificado, hizo caso omiso a la legislación que entró en vigor desde el pasado 1 de junio y que establece multas de 200 a 400 salarios mínimos (de 12 mil 276 a 24 mil 552 pesos) y hasta dos años de prisión para quien maltrate a un animal.
Fotografías difundidas en redes sociales mostraron al sujeto a bordo de su bicicleta, arrastrando los cadáveres de dos perros ante la indiferencia de otras personas que simplemente se limitaron a verlo.
El diario Tabasco Hoy indicó que fue cuestionado sobre dónde encontró los cuerpos, a lo que respondió que los “acababa de matar” e iba a “dar una vuelta con ellos” para después tirarlos.
Vecinos consultados por El Diario de Yucatán afirmaron que “todo el tiempo mata perros o gatos”. “Parece que no está normal, siempre mata a los perros o gatos y luego los arrastra por las calles”, dijeron.
El mes pasado un joven de 22 años, originario de Tecate, Baja California, provocó ira e indignación entre los usuarios de las redes sociales al publicar la imagen de un perro crucificado.
El usuario identificado como Aaron Pino posó en la fotografía sosteniendo con su mano derecha al animal sin vida, mientras que con la otra realizaba una seña.
Tras volverse viral la imagen, y recibir varios mensajes en su contra, el joven aseguró que él no maltrató al perro, sino que lo encontró en un río.
“No pensé que esto se fuera a salir de control, a la perra me la encontré en el río ya muerta y crucificada. Me llamó mucho la atención y me tomé una foto y la subí”, escribió en su cuenta de Facebook.
“La gente ataca sin saber, sin preguntar, sé que estuvo mal y no hago cosas buenas que parezcan malas… las cosas no fueron así”, agregó en su cuenta.
