1.- Cultive la heterodoxia estética, la incorrección y el esoterismo. Compre alguna peluca o un fijador de alto rendimiento. Adopte y clone un perro. Contrate alguna consejera en telepatía animal reconocida en Instagram. Invéntese y encabece una banda de rock trasnochada— o a falta de pan, un coro de iglesia—. Haga de los trenes su némesis y de las armas su fetiche. Destrone a Vicente Fox como pirómano digital y dispare los decibelios a dueto con Lilly Téllez.

2.- Encumbre al mercado como su dios. Defienda la compraventa de órganos humanos y el trabajo infantil como equilibrios óptimos y eficientes. Descargue del Rincón del Vago algún resumen de citas célebres de Milton Friedman, y discursos de Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Lea y relea a Ayn Rand. Comparta cualquier cosa de Macario Schettino. Perfeccione la práctica del plagio hasta acortar la delantera de referentes del arte como Xóchitl Gálvez y publique loas libertarias en Letras Libres. Proclame la muerte del PAN y rebáselo sin premura por la derecha. Gane puntos con algún curso de economía avalado por la Red Atlas.

3.- Seduzca al poder mediático. Fiche con Alazraki para ser analista honorario o con honorarios de Atypical. Haga de Roberto Madrazo un compadre y comparta una carrera con él, pero asegúrese de terminarla por aquello del quemón— cuando flaquee la voluntad, recuerde que Latinus bien vale un maratón—. Pierda cariño a puntos acumulados de dignidad para visitar a Elon Musk y, si puede, suplique una cibertroca y presuma un salto de fila a la Samuel García.

4.- Sea flexible con la verdad. Alerte sobre una deriva hiperinflacionaria y monte algún micrositio con una cuenta regresiva para la conversión nacional a Venezuela. Desprecie al peso mexicano y prometa su canje futuro por la plata libertad, el Bitcoin, el dólar o cualquier otro activo díscolo frente al monopolio monetario del tiránico Banco de México.

5.- Despotrique contra los zurdos. Invente algún mote del tipo “gobiernícolas” y aprópiese de la agenda del momento de Azteca. Acuse a la izquierda moralizadora de comer niños y al fanatismo comunista de colonizar las mentes de la juventud. Desenvaine la lengua a la primera provocación y trate a sus oponentes como propagandistas, zombis o anexos mentales a Marx. Recuerde: usted está libre de todo prejuicio y desinfectado de cualquier ideología.

6.- Pacte con la casta. Convenza a su empresario de cabecera que patrocine su tránsito de asesor o cabildero a la primera línea de fuego. Si el jefe duda, prometa regresar a la depresión salarial noventera y enliste los bienes públicos y comunales a ser repartidos cuando Villa pierda la silla. No intente descubrir hilos negros y calque en esto a Carlos Salinas.

7.- Teja alianzas en todo el espectro ultra. Invite a Santiago Abascal al Senado para un segundo homenaje en vida. Asista al Foro Madrid y pida al calor de los tragos la venia de Calderón para un nuevo partido. Contrate a Cayetana Álvarez de Toledo como telonera de alguna conferencia sobre autoayuda o estrategia anticomunista. Pugne con Eduardo Verástegui por ser el grupi uno de Trump en México y ofrezca como tributo un muro con Guatemala y Belice. Alabe a Netanyahu, niegue el genocidio y cambie de religión si las sotanas regatean apoyo.

8.- Riña a gobiernos extranjeros. Desestime la diplomacia como un complot marxista. Cuelgue un mapamundi en la pared y dispare dardos para elegir al enemigo del día. Sacuda el aburrimiento con injurias a España, Brasil o cualquier otro país subyugado por la dictadura zurda. Pida perdón a China antes que permiso. Ponga la otra mejilla con Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional como excepción a la regla.

9.- Coleccione millas de viajero frecuente. Trepe a su hermana y cualquier otro lazo prohibido en manuales anticorrupción al avión presidencial que piensa recomprar. Autoatente contra su escaso tiempo y acuda al Foro de Davos, a los Juegos Olímpicos y demás eventos woke indignos de su distinguidísima presencia, pero necesarios para rescatar a México. Si pasea por París, visite la tumba de Porfirio Díaz en Montparnasse y barra de paso las ofrendas de Gabriel Quadri.

10.- Aléjese de Jorge Castañeda. Usted busca ganar, no perder. Huya de profesionales del autosabotaje electoral y evada su bendición. Consulte a Xóchitl Gálvez o Armando Ríos Píter, los macrones mexicanos, cuando apriete la tentación. 

Duración estimada de espera: seis años.

Mario Campa

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Mario A. Campa Molina (@mario_campa) es licenciado en Economía y tiene estudios completos en Ciencia Política (2006-2010). Es maestro (MPA) en Política Económica y Finanzas Internacionales (2013-2015) por la Universidad de Columbia. Fue analista económico-financiero y profesor universitario del ITESM. Es planeador estratégico y asesor de política pública. Radica en Sonora.

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