El estrés no solamente afecta a nivel mental, sino también fisiológico. Una investigación científica habría relacionado también el estrés con la inflamación ocular y la visión borrosa.
Ciudad de México, 22 de agosto (LaOpinión).- El impacto del estrés no se limita exclusivamente a nuestro estado de ánimo. Como verás a continuación, su repercusión llega hasta determinados órganos de nuestro sistema, influyendo de manera negativa sobre ellos. Estos son algunos de los órganos más afectados por el estrés.
PULMONES
Según un artículo del portal Mejor con Salud, un estudio realizado en la Universidad de Sao Paulo habría sugerido una relación entre el asma con el estrés, lo que también debilitaría la respuesta inmunitaria del organismo, permitiendo la afectación dañina de agentes externos.
CORAZÓN
Los altos niveles de estrés influyen en el incremento del colesterol a razón de un estado continuo de tensión. También hay un aumento de la presión arterial y de los triglicéridos en el torrente sanguíneo.
OJOS
Un estudio realizado por la Clínica Baviera – Instituto Oftalmológico Europeo habría dejado implícita una relación entre el exceso de estrés físico y emocional con los tics oculares porque ocurriría una excitación de un pequeño músculo que incide en el parpadeo.
Dicho estudio habría relacionado también el estrés con la inflamación ocular y la visión borrosa.
HÍGADO
La acumulación de hormonas relacionadas con el estrés produce una alteración sobre células presentes en el hígado que se conocen como linfocitos citolíticos.
Los linfocitos citolíticos son los responsables de la eliminación de los hepatocitos. Esto desencadena una reagudización de las enfermedades propias del hígado.
RIÑONES
El estrés incrementa los niveles de cortisol, lo que hace que algunos órganos estén afectados por la excreción renal de fosfato. Esta excreción renal está relacionada con síntomas tales como raquitismo, debilidad muscular, y otros.
Dado que el estrés afecta órganos sensibles para nuestra salud, es importante que desarrollemos medidas de defensa contra él de manera que disminuyamos su impacto tanto como sea posible. Esto puede ocurrir con mayor facilidad si consultas un médico.
