Naciones Unidas, 22 ago (EFE).- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy investigar “sin demora” la denuncia de un nuevo ataque químico en Siria y dio instrucciones a su alta representante para Asuntos de Desarme para que viaje a Damasco.
“El secretario general continúa profundamente preocupado por lo ocurrido y cree que el incidente hay que investigarlo sin demora”, dijo hoy ante la prensa un portavoz de la ONU, Eduardo del Buey, que precisó que se ha cursado una “petición formal” al régimen sirio.
El portavoz detalló que Ban está en contacto desde el miércoles con diferentes líderes internacionales para abordar la situación en Siria y dijo que ha ordenado a la alta representante para Asuntos de Desarme, Angela Kane, que viaje a Damasco.
El secretario general, que pidió un alto el fuego y el cese de hostilidades para facilitar la llegada de ayuda humanitaria, pidió de nuevo que la misión de expertos que ya se encuentra en Damasco pueda acceder al lugar del incidente e investigar lo ocurrido.
“Ya se envió una petición formal al Gobierno sirio y esperamos recibir una respuesta positiva sin demora”, añadió el portavoz, que dijo que altos funcionarios de la ONU están en contacto con las autoridades, sin precisar con quiénes.
Por último, el secretario general tomó nota de la reunión que celebró el miércoles el Consejo de Seguridad y de las “conclusiones” de su presidenta apoyando su intención de llevar a cabo una investigación “minuciosa, imparcial y sin retraso”.
En Siria se encuentra actualmente una misión de expertos de la ONU encargada de investigar tres supuestos casos de ataques químicos tras el acuerdo al que llegaron el organismo internacional y las autoridades sirias.
La Coalición Nacional Siria (CNFROS) denunció este miércoles que al menos 1.300 personas murieron en un ataque con armas químicas por parte del Ejército en los alrededores de la capital, acusaciones rechazadas de inmediato por el régimen de Damasco.
Tanto el régimen de Al Asad como los insurgentes de la oposición llevan meses acusándose recíprocamente de haber empleado este tipo de armas durante el conflicto en Siria, uno de los siete países que no ha firmado la Convención sobre Armas Químicas de 1997.
Desde que se inició la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, han muerto más de 100.000 personas y casi 7 millones necesitan ayuda humanitaria de emergencia, según las últimas cifras de Naciones Unidas. EFE