Los consejos estatales de Acción Nacional tienen hasta inicios de agosto para determinar el método de elección de la próxima dirigencia nacional, ya sea por militancia o por el Consejo Nacional. De acuerdo con la aspirante Adriana Dávila, el grupo de Marko Cortés busca imponer al Diputado Jorge Romero, acusado de liderar el cártel inmobiliario de la Alcaldía de Benito Juárez.
–Con información de Álvaro Delgado
Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo).– La Comisión Organizadora de la Elección de Acción Nacional (PAN) está a la espera de que los consejos estatales decidan en menos de 30 días si la renovación de la dirigencia del partido será por la militancia o por el Consejo Nacional, esto a la par de señalamientos de que el proceso está controlado por el grupo de Marko Cortés, el dirigente nacional desde noviembre de 2018.
Los estatutos del partido indican que la dirigencia debe renovarse en octubre próximo, por lo que el 29 de junio se integró la Comisión Organizadora compuesta por siete miembros, entre ellos tres diputados, Teresa Aranda, María Zavala Peniche e Ignacio Loyola, que forman parte de la bancada coordinada en la Cámara por el Diputado Jorge Romero, cercano a Cortés y quien busca ser el próximo dirigente nacional. Los otros miembros son la exdirigente Cecilia Romero, Fernando Rodríguez Doval (cercano a Cortés), Juan Antonio García Villa y Ricardo Alfredo Ling.
Marko Cortés recibió en 2018 al PAN con 11 estados: Baja California, Baja California Sur, Puebla, Chihuahua, Durango, Nayarit, Aguascalientes, Tamaulipas, Guanajuato, Querétaro y Yucatán. Pero después de la elección del 2 de junio, ganó un par de ciudades como León y Mérida, pero sólo mantiene el gobierno en cuatro entidades: Chihuahua, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro. No sólo eso, en estas entidades, Xóchitl Gálvez sólo ganó en Aguascalientes, mientras que en Querétaro el panismo perdió la mayoría en el Congreso.
Adriana Dávila, exdiputada panista que contendrá otra vez por la dirigencia del partido “para sacudirlo”, dijo en entrevista que el grupo de Cortés busca “imponer a Romero”, líder de Los Oceans, investigados por la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México en torno al cártel inmobiliario en la Alcaldía Benito Juárez.
“Dentro de esa Comisión (Organizadora) hay tres compañeros –yo no cuestiono sus trayectorias– que son parte de la bancada que coordina Jorge Romero, a quien pretenden imponer. Otro más, Fernando Rodríguez Doval, está también como parte del Comité Ejecutivo Nacional y aunque aparentemente dice que ya renunció a la Secretaría de Estudios, sus relaciones generan ciertas dudas en el proceso”, afirmó.
Y sobre la Comisión Especial abierta tras la derrota electoral añadió: “Son personajes que participaron en la campaña (Santiago Creel, por ejemplo), nosotros necesitamos forzosamente tener una mirada externa y esa mirada nos la dieron los votantes al rechazarnos”.
Sobre la investigación contra Romero, la exlegisladora aseveró que la “persecución” que lo rodea debilita la imagen del partido: “Lamento muchísimo que este Gobierno tenga justicia selectiva. No tengo elementos para señalar si hay acusaciones contra Jorge Romero, pero lo cierto es que ante esas acusaciones me parece un error que estemos tan vulnerables como dirigencia. De entrada, el simple hecho de esta persecución lo que hace es debilitar a Acción Nacional porque la narrativa será todo el tiempo que nosotros estamos señalados y lo que se le diga a un jefe municipal, estatal o nacional refleja al resto de los panistas. La siguiente dirigencia debe tener un rostro completamente distinto”.
Además planteó la necesidad de también observar cómo actuará el Comité Ejecutivo Nacional respecto de este proceso, “ya que conocen los padrones de primera mano y hay personajes que fueron favorecidos con candidaturas que están haciendo operación para Jorge Romero desde los comités estatales”.
Además de Jorge Romero, Adriana Dávila y Damián Zepeda, otro de los prospectos para suceder a Marko Cortés en la presidencia del PAN es Eduardo Rivera Pérez, Alcalde con licencia de Puebla capital y excandidato del PRIAN a Gobernador del estado, un personaje juramentado de la organización de ultraderecha El Yunque.
Después de que el exalcalde de Tehuacán Felipe Mojarro Arroyo lo propuso como candidato a presidente nacional del PAN, en un desayuno el 6 de julio, Rivera Pérez dijo que analizará la propuesta, pero la prioridad es reflexionar sobre las causas del resultado electoral el 2 de junio.
“No es momento de destapes, es momento de análisis. Primero hay que continuar este análisis y este proceso de reflexión y después hay que hacer pronunciamientos”, declaró Rivera al concluir el desayuno en el que Mojarro lo propuso como dirigente nacional.
Rivera Pérez forma parte de la Comisión Especial de Análisis de Resultados Electorales, Diagnóstico del Partido y del País, que preside Julio Castillo López, y que debe elaborar un informe sobre los resultados electorales del 2 de junio.
Egresado de la Universidad Popular del Estado de Puebla (UPAEP), la institución fundada y dirigida por los jerarcas de El Yunque, Rivera Pérez es un figura local que, en el mejor de los casos, podrá ser incorporado al próximo Comité Ejecutivo Nacional del PAN.
EN ESPERA DEL MÉTODO DE ELECCIÓN
Trece exgobernadores panistas señalaron en una carta que el partido ha sido “dañado” por el grupo de los “padroneros”, es decir, los cercanos a Marko Cortés que han manipulado el padrón. De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), hasta 2023 había 277 mil 665 militantes panistas a nivel nacional.
El Diputado queretano Ignacio Loyola fue uno de los exmandatarios que firmó ese documento y actualmente es integrante de la Comisión Organizadora. Él rechazó que haya un control por parte de la dirigencia de Marko Cortés en el proceso de renovación.
“Vamos hacer todo lo que sea de nuestra parte y de nuestra capacidad para que sea un proceso transparente, abierto y que no haya ventajas; cancha pareja para todos. De los dichos a los hechos hay trechos. Quienes más dicen es quienes más están alejados del partido”, aseguró.
Vía telefónica detalló que “estamos a la espera de que los consejos estatales se pronuncien si se va por el método tradicional (militancia) o por el extraordinario (Consejo Nacional). Tienen 30 días que ya empezaron a correr empezando el mes de julio y terminará los primeros días de agosto”. Durante la junta del miércoles 17 de julio, ningún consejo estatal se ha manifestado. Es decir, aclaró el Diputado Loyola, hasta el momento “es ir por el método ordinario” (militancia).
“Quede quien quede, la mujer u hombre que sea electo como presidente, le pido a la militancia que nos sumemos y estemos presentes en el partido desde el día siguiente porque no podemos solamente actuar como militantes el mes de las elecciones. Tenemos que recuperar entre todos las banderas del PAN que son la libre empresa, la defensa de la vida, la honestidad, el trabajo, todo eso que hemos dejado un poquito en el cajón del olvido”, subrayó.
El comunicado de la Comisión Organizadora detalla además que en el caso de que se decida por votación directa de la militancia, informarían posteriormente los plazos del proceso, incluyendo la inscripción de las planillas, las campañas de al menos 35 días, la realización de debates, así como los plazos para fijar centros de votación, la jornada de votación y finalmente la declaración de la plantilla electa.
EL MENSAJE EN LAS URNAS
A la par de la Comisión Organizadora, el PAN integró la Comisión Especial para reflexionar sobre la derrota de junio pasado y proponer cómo mejorar la institución política. La reducción de votos del PAN, de acuerdo con el Comité Ejecutivo Nacional, comenzó a partir del 2003 y la mayor pérdida de votos que ha tenido fue del 2006 al 2012 cuando perdió la Presidencia de la República.
Sin contar las alianzas y los cambios demográficos, en las elecciones presidenciales del 2000 que derivaron en la alternancia de Gobierno, el PAN recibió casi 16 millones de votos del electorado; en 2012, cuando regresó el PRI a la Presidencia, obtuvo 12 millones 732 mil votos y este 2024, el partido fue votado por 9 millones 644 ciudadanos, siete millones de votos menos. Además, perdió Yucatán.
“Es un error de la dirigencia del PAN no entender el mensaje de las urnas y, por supuesto, que están intentando imponer un sucesor y tan lo están haciendo que por un lado dan un mensaje que quieren ir a contender por la militancia, pero por el otro lado están haciendo todo lo posible para que sus operadores en la renovación de las dirigencias estatales tengan el control y se haga que las dirigencias estatales se elijan por consejeros estatales, lo cual es una incongruencia porque lo que están buscando es inhibir la participación de la militancia”, aseguró la aspirante Adriana Dávila, quien milita en el partido desde 2005.
“Hay temor –agregó Dávila– que la militancia les cobre en las urnas toda la falta de democracia que tenemos al interior del partido”.
Como aspirante a la dirigencia nacional de Acción Nacional, la exdiputada planteó la necesidad de que se recuperen los espacios de debate, asambleas y convenciones; así como el derecho de los militantes a ser votados y al voto para elegir candidatos y dirigencias. También, dijo, deben recuperar las calles, reencontrarse con la comunidad para presentarles “una alternativa de futuro en donde el padrón no esté cerrado”.
“Esperaría que se sacuda Acción Nacional para que otras cosas sucedan en lugar de que tengamos que estar viéndonos el ombligo”, concluyó Dávila.
Por su parte, el Diputado Ignacio Loyola, más que de la dirigencia, espera de la militancia que no estén ausentes. “Si no se está presente, los resultados van a ser siempre los mismos. Hay que cambiar la ecuación”, determinó.