Pese a que las cifras siguen al alza, López Obrador consideró este mismo miércoles que es más importante cuidarse y cumplir con las recomendaciones que usar cubrebocas.
Por Pedro Pablo Cortés
México, 22 de julio (EFE).- Superados los 40 mil muertos y 350 mil casos de COVID-19 en México, el control de la pandemia está en duda en el territorio, aunque el Gobierno insiste que la pandemia “va a la baja”.
Tras casi cinco meses del primer contagio y 51 días después de iniciar su “nueva normalidad”, México reporta un total de 40 mil 400 fallecidos y 356 mil 255 contagios, tras confirmar este martes seis mil 859 nuevos casos y 915 decesos.
Las cifras muestran que el brote “sigue en la fase de transmisión activa” con “aumentos importantes”, explica este miércoles a Efe Rosa María Wong, responsable del Laboratorio de Investigación en Enfermedades Infecciosas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Estamos llegando a una meseta, aunque todavía no es muy claro porque hay que recordar que en muchos países esta curva no es que suba a un pico y luego baje, sino que a veces es una meseta que puede durar un buen rato”, comenta.
Tras confirmar el primer muerto por coronavirus el 18 de marzo, México tardó 75 días en superar los 10 mil fallecidos justo el 1 de junio, cuando comenzó su plan de reactivación de la “nueva normalidad”.
Pero solo pasaron 51 días más para sumar otras 30 mil defunciones, lo que significa más de cuatro mil muertes por semana.
Aunque la “nueva normalidad” implica un semáforo federal con cuatro niveles de riesgo para cada estado, Wong considera que se malinterpretó el fin de la Jornada Nacional de Sana Distancia, como México nombró al confinamiento, que no era voluntario para evitar perjudicar a millones de trabajadores informales que viven al día.
Además de contagios en reuniones sociales, la profesora apunta a la necesidad económica de la población, pues el perfil más afectado son hombres de 40 a 60 años, con comorbilidades y un nivel de ingreso de medio a bajo.
“No hemos logrado dar un mensaje muy claro a la población y como también creo que es muy complicado balancear esta cuestión económica con la cuestión política y de salud, la mayoría de la gente creo que no ha recibido mensajes claros”, opina.
FRUSTRACIÓN
La COVID-19 ya es la cuarta causa de muerte en México y podría terminar el año como la segunda, advierte Xavier Tello, médico y consultor de políticas de salud pública.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador y la Secretaría de Salud niegan que alguien haya muerto por falta de atención al reportar una ocupación hospitalaria menor al 50 por ciento.
Pero Tello encuentra “frustrante” estas declaraciones al afirmar que la evidencia cotidiana muestra lo contrario.
“Tenemos nosotros un problema de saturación hospitalaria, pero no reconocida porque los números dicen otra cosa, el problema es que tienes escenas en donde llega gente a los hospitales y ya no la admiten o una persona tiene que estar caminando de hospital en hospital”, asevera a Efe.
El experto también reprueba la política explícita de México de no hacer pruebas masivas ni rastreo de contactos, al ser el país de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) con menos tests a su población.
“La estrategia de no hacer pruebas lo que está probando es que fracasa en la mayor parte de los países, necesitas realizar pruebas porque necesitas diagnosticar pacientes, esa es otra de las causas de la frustración”, afirma Tello.
VARIOS PICOS
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, creó expectativas al sugerir varias fechas para el pico de la pandemia en México, manifiesta Arturo Erdely, profesor e investigador de matemáticas en la UNAM.
Aunque el especialista en estadística aplaude la comunicación “diaria y constante”, cuestiona la incapacidad de rectificar de López-Gatell y los otros funcionarios.
“Lo que me ha parecido malo es que ha sido una comunicación unidireccional, es decir, que se manejan todo el tiempo como si lo que ellos dicen es lo absolutamente científica y técnicamente correcto”, menciona.
El matemático de la UNAM también lamenta la renuencia a aceptar la comparación internacional.
México ocupa el séptimo lugar en casos acumulados y el cuarto en muertes, según la Universidad Johns Hopkins.
También acaba de superar a Ecuador como el decimotercer país con más muertos de COVID-19 en proporción a su población, con más de 310 por millón de habitantes.
Pero Erdely argumenta que el Gobierno presenta estos datos a conveniencia, como la tasa de letalidad.
Además, cuestiona que el Gobierno presuma la “desaceleración de la pandemia”.
“Desaceleración significa un cambio en el crecimiento de la velocidad, pero no necesariamente una disminución, entonces ahí creo que las autoridades juegan con un término sin aclarar a cuál de las interpretaciones científicas se refieren”, dice.
EL USO DEL CUBREBOCAS
Pese a que las cifras siguen al alza, López Obrador consideró este mismo miércoles que es más importante cuidarse y cumplir con las recomendaciones que usar cubrebocas.
“Lo más importante es que hemos aprendido a cuidarnos en estos tiempos. Que nos cuidemos, que cada uno de nosotros nos cuidemos y no sea por obligación, sino que tomemos conciencia”, aseveró en su conferencia diaria desde Palacio Nacional, convencido de que el uso de mascarilla no debe ser “por decreto”.
El mandatario se quejó de que los medios relacionen que los presidentes Donald Trump, Jair Bolsonaro y él no usen cubrebocas con la cantidad de muertos por la pandemia en Estados Unidos, Brasil y México, “como si eso tuviese una relación” y sin tener en cuenta “la población de cada país”.
Además, insistió en que México padece “otras pandemias” como la obesidad, la hipertensión o la diabetes, que agravan la crisis sanitaria actual.