Las movilizaciones se producen casi a diario, y miles de personas protestaron de nuevo anoche en Jerusalén.
Jerusalén, Israel, 22 de julio (EFE).- Israel alcanzó un nuevo pico récord de casos y sigue lejos de controlar la segunda ola de COVID-19: ayer registró mil 977, la cifra más alta de contagios diarios desde el inicio de la pandemia, mientras siguen las protestas contra Benjamín Netanyahu y su Gobierno por la gestión de la crisis.
Israel registró en los últimos días una tendencia decreciente en los contagios (probablemente relacionada con la menor cantidad de pruebas realizadas), pero desde ayer, los casos vuelven a las cifras similares de la semana pasada y rozan los 2 mil contagios, la temida cifra marcada por el Gobierno que le podría obligar a imponer de nuevo un cierre total.
En total, la cifra de casos positivos confirmados desde febrero rozan los 55 mil, y más de 31 mil de estos son activos, informó hoy el Ministerio de Sanidad. Según añadió, 259 personas están también ingresadas en estado grave. En las últimas 24 horas también registró siete muertos, lo que eleva el número total de fallecidos a 430.
Todo ello se produce mientras crece el malestar por la crisis generada por la pandemia. El impacto de esta segunda oleada -más fuerte que la primera- y sus efectos en la economía han hecho que mucha gente saliera a protestar contra Netanyahu y la gestión de su Ejecutivo, que da bandazos y cambia cada pocos días las medidas a imponer para evitar contagios.
Más de 850 mil personas están sin trabajar, y el paro es del 21 por ciento, una tasa disparada en relación al apenas 4 por ciento de febrero.
Las movilizaciones se producen casi a diario, y miles de personas protestaron de nuevo anoche en Jerusalén.
La precaria situación económica o la corrupción que envuelve a Netanyahu han encendido los ánimos de trabajadores, autónomos y empresarios afectados por la crisis.
El descontento también ha movilizado en gran medida a los jóvenes, el sector que tiene más presencia en algunos de los actos de los últimos días. Ayer fueron el grupo mayoritario en la manifestación ante la residencia del primer ministro, en la Ciudad Santa.
La protesta derivó en enfrentamientos de última hora con la Policía, que arrestó a 34 personas, lo que supone una dinámica de tensión en la calle que se viene repitiendo desde hace días.
