En un video difundido en Youtube un joven denunció cómo un vendedor de celulares le entregó uno dentro de su caja original, con micas que indicaban que estaba nuevo. El teléfono no tenía señal, por lo que el comerciante insistió en que salieran del metro Salto del Agua para probarlo.
“Lo está checando. No se va a hacer, ¿cómo ves?, ¿traigo a mi gente para que se lo lleve?”, expresó el comerciante en una llamada telefónica a manera de amenaza cuando el joven se dio cuenta que el celular era robado.
Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo).– Un joven denunció cómo operan vendedores de celulares en la Ciudad de México. Fue engañado para acudir a la estación del metro Salto del Agua y recibió una amenaza cuando descubrió que el teléfono que compraría estaba reportado como robado. “No se va a hacer”, escuchó decir a su vendedor en una llamada, “¿cómo ves?, ¿traigo a mi gente para que se lo lleve?”
En un video difundido en Youtube, el joven expuso que contactó al vendedor vía Facebook, ambos acordaron verse en el metro Iztacalco, pero el comerciante le canceló en dos ocasiones y, por motivos del trabajo, insistió con verse en la estación Salto del Agua, ubicada a unos metros de la Plaza de la Tecnología, en el centro de la capital.
El vendedor le entregó al joven un celular dentro de su caja original, con micas que indicaban que estaba nuevo, así como el cargador y los audífonos que le correspondían en buen estado.
Cuando el joven trató de probar el teléfono con su chip notó que no tenía señal, el negociante argumentó que eso sucedía porque sólo funcionaba con ciertas compañías telefónicas e insistió para que saliera de la estación a comprar un nuevo chip con uno de sus amigos vendedores, a lo que el joven se negó.
Ambos se acercaron sólo a las escaleras de la estación para seguir probándolo, el vendedor ajustó el celular y parecía que lo había arreglado aunque insistía en que lo probaran afuera. El joven buscó en internet la clave de “identidad internacional del equipo móvil”, conocida como IMEI, por sus siglas en inglés, y encontró que el teléfono estaba reportado como robado, lo que comprobó cuando le fue imposible hacer y recibir llamadas.
El denunciante dijo que no se llevaría el celular porque no funcionaba y había descubierto que estaba reportado como robado, segundos después el vendedor contestó una llamada.“Lo está checando. No se va a hacer, ¿cómo ves?, ¿traigo a mi gente para que se lo lleve?”, expuso para tratar de intimidarlo, pero el joven se negó a comprar el teléfono.
“No te voy a comprar el celular, ponte en mi lugar, ¿comprarías algo aunque no sirva?”, increpó al hombre, el negociante no contestó, guardó el celular y dejó el metro. “Estaba enojado, pensé que me golpearía”, narró el joven.