México

El regreso a su jaula

CLOSE UP¬ “Los Chuchos” volvieron a sus orígenes: no eran nadie y acabaron sin nada

22/06/2024 - 9:44 pm

Desde 2008, “Los Chuchos” buscaron apoderarse del PRD con pactos con el Tribunal Electoral. En 2012, de manera unilateral, decidieron firmar el Pacto por México con el PRI y el PAN, y finalmente en 2018 abrazaron al panista Ricardo Anaya. Este 2024 solo vieron el resultado de haber virado a la derecha.

Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).– El Partido de la Revolución Democrática (PRD) surgió de la lucha social contra el fraude electoral de 1988, que cobró cientos de muertes, de acuerdo con experredistas. Tras 35 años de existencia con tribus enfrentadas y con un viraje hacia la derecha, los dirigentes de la corriente Nueva Izquierda, Jesús Zambrano y Jesús Ortega, reconocieron el fin del partido.

Sin responsabilizarse por la renuncia hace una década de sus únicos candidatos presidenciales Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, “Los Chuchos” –uno exguerrillero y el otro exsocialista– siguen obsesionados en culpar al ahora Presidente de la debacle que, en los hechos, causó su entrega al PAN y al PRI, partidos contra los que nació el PRD.

Para este Close up, el Ingeniero Cárdenas comentó: “Dejé el PRD en 2014. Nada más qué decir”.

Tras la Reunión Nacional de Nueva Izquierda, Zambrano dijo previamente a SinEmbargo: “No tomamos las medidas audaces que en su momento se requería, y que pagamos, en lo que al PRD se refiere, las consecuencias. Pero no dejo de ninguna manera a un lado el peso de una elección de Estado, del papel que jugó el delincuente electoral, el jefe de la delincuencia electoral llamado López Obrador en la Presidencia de la República para imponer estos resultados”.

Su gurú Roger Bartra tuvo un proceso hacia el conservadurismo parecido. En la década de los 70 fue un intelectual marxista que dirigió junto con Enrique Semo la revista Historia y Sociedad. Pero luego recomendó al PRD aliarse con el PAN contra el PRI y recientemente coordinó que la élite intelectual conservadora votara por Xóchitl Gálvez. El 29 de mayo de 2018, refiriéndose a un “autoritarismo” de López Obrador, escribió en su columna de Reforma (cancelada en agosto de ese año electoral):

“Me temo que la ciudadanía que quiere regresar a la jaula de la melancolía nacionalista es más numerosa de lo que yo había pensado o deseado (…) En realidad volveríamos a un estancamiento estimulado por la regeneración del viejo nacionalismo autoritario. Estamos ante la amenaza de quedar de nuevo atrapados en la jaula. Espero que no sea así”.

En su libro publicado en 2021, Bartra profundizó: “Decidí usar para el libro el título de uno de mis artículos en Reforma: ‘Regreso a la jaula’. Con esa frase enunciaba sucintamente una de mis principales interpretaciones: que López Obrador representaba una tendencia que se proponía restaurar el viejo sistema político mexicano de los años sesenta y setenta. Que era un intento de regresar a aquella que yo había descrito y estudiado treinta años antes en mi libro La jaula de la melancolía”.

Los Chuchos, uno exguerrillero y otro exsocialista, abrazaron a la derecha. Foto: Facebook Jesús Ortega.

Sin embargo, en este 2024, quienes regresaron a su jaula fueron “Los Chuchos” luego de que solo un millón de mexicanos votó por esa opción que Roger Bartra defendía como la única de izquierda al calificar al movimiento de López Obrador como “populista conservador”, un movimiento ratificado por 36 millones de votos el 2 de junio pasado.

Jesús Ortega, no obstante, reconoció que fue a ellos a quienes los invadió el “espíritu conservador” y por eso los mexicanos “desaparecieron” al partido: “En lugar de desaparecer nosotros al PRD para construir una alternativa diferente los electores dijeron: ‘Ustedes ya no’. Y no nos dieron los votos necesarios. Sí, hubo elección de Estado, pero no nos dieron los necesarios porque no tuvimos la valentía, la determinación, la convicción de tomar las decisiones a tiempo: ¿saben por qué? Porque nos invadió un espíritu conservador”, aseveró en la reunión anual de Nueva Izquierda.

Ahora, “Los Chuchos” que se entregaron a la derecha desde el Pacto por México en 2012, ven como esperanza la creación de una nueva fuerza política. Ya no hubo más tiempo para recurrir a la “reanimación cardiopulmonar” que les recomendó desde 2016 el exdirigente perredista Agustín Basave por lo que “anda como zombie político”, comentó el experredista Gerardo Fernández Noroña.

—¿A qué atribuye que de ser exguerrillero y el otro exsocialista hayan virado hacia la derecha?–se le preguntó al Diputado Fernández Noroña, quien militó durante 19 años en el PRD.

—Yo creo que tiene que ver con una visión conservadora de ellos, una visión conservadora que tuvieron siempre y que con el pasar de los años, y con su descomposición por el gusto por el dinero, acabó mandándolos al cabús de la derecha apoyando la coalición del PRI y PAN, cavando con ellos finalmente su tumba. No es la primera vez que mujeres y hombres de izquierda acaban entregados a la derecha, sucede en todas las izquierdas del mundo. Pero no deja de ser notorio que en este caso no fue una persona o dos, sino fue un partido político que fue desintegrándose. La gente más valiosa del PRD salió, el Ingeniero Cárdenas renunció, el compañero Presidente renunció en 2012 y yo renuncié en noviembre de 2008. ‘Los Chuchos’ eran muy pragmáticos, tuvieron una presencia cada vez más importante. Su envilecimiento empezó por la ambición desmedida de encabezar el PRD a cualquier costo y ya traían ellos posiciones conservadoras como criticar al régimen de Cuba, de Venezuela, criticar a la izquierda más revolucionaria y sus exposiciones se fueron haciendo cada vez más aguadas.

IMPOSICIÓN DE ORTEGA VS ENCINAS

José de Jesús Ortega Martínez nació en un bastión de derecha, Aguascalientes (1952), y en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) se formó como Ingeniero Químico Bacteriólogo. En sus veintes fue dirigente en el Distrito Federal del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y en 1986 se integró a los trabajos del Partido Mexicano Socialista (PMS) —antes Partido Comunista Mexicano— para apoyar al Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas.

Chucho Ortega, quien formó parte de las marchas y fundación del PRD en el 1989, décadas después, participó en las concentraciones de la Marea Rosa que aglutina a la derecha y coordinó en el proceso electoral la mesa de Gobierno de la coalición Fuerza y Corazón por México (PRI-PAN-PRD) a favor de la panista Xóchitl Gálvez.

Luego de ser Secretario general durante la dirigencia perredista de López Obrador, tanto en 1999 como en el 2002 contendió sin éxito por la dirigencia nacional del PRD. En 2006 coordinó la campaña de López Obrador y participó en el plantón de Avenida Reforma contra el fraude.

Pero en 2008 fue él quien llegó a la dirigencia en medio de irregularidades en las boletas y no por decisión de los militantes, sino por una resolución del Tribunal Electoral, evocó Alejandro Sánchez, Secretario general del PRD de 2012 a 2014 durante la presidencia de Jesús Zambrano.

“El problema esencial es que se arrojaron a los brazos de la derecha. Desde el 2008, que fue el proceso interno del partido para la presidencia nacional, donde compitió Alejandro Encinas y Jesús Ortega, quien ganó la elección interna fue Encinas. Sin embargo, Ortega se inconformó y Nueza Izquierda acudió al Tribunal Electoral federal para que el tema se resolviera. Quienes levantan la mano del triunfo a Jesús Ortega fue el Tribunal Electoral, no fue la militancia del partido porque él perdió la elección. Desde ahí era uno de los síntomas donde ellos ya tenían cierto acuerdo con la derecha de este país”, dijo en entrevista.

Jesús Ortega en la concentración de la marea rosa en febrero de 2024. Foto: Facebook Jesús Ortega

Con la llegada de Jesús Ortega a la dirigencia en 2008 se consolidó la influencia de Nueva Izquierda dentro del PRD, aunque no estuvo exento de abucheos en eventos del partido. Tanto Encinas como Fernández Noroña aseguran que el acuerdo de la cúpula de “Los Chuchos” fue con el Tribunal Electoral y también con el Presidente Felipe Calderón.

Por esa “imposición” mediante un “acuerdo” con el Presidente panista, el Diputado Gerardo Fernández Noroña decidió renunciar a sus 19 años de militancia en el PRD tras formar parte desde la fundación, lo cual le dolió muchísimo.

“En febrero 2008 se hizo la elección del presidente y Secretario general del PRD, ganó Alejandro Encinas Rodríguez. Había irregularidades muy serias como que en Chiapas Jesús Ortega sacaba más del 100 por ciento de los votos en casillas como lo hacía el PRI antes y en un pueblo del Estado de México había mil boletas y él tuvo mil diez votos con boletas sin doblar marcadas a favor de Ortega. La Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia que encabezaba la ahora Senadora Ernestina Godoy anuló la elección interna. Seis meses después, ‘Los Chuchos’ recurrieron al Tribunal Electoral y seis meses después el Tribunal no solo echó atrás la nulidad de la elección, sino dio como ganador a Ortega. Ahora a distancia puedes ver que no eran hechos aislados, sino que eran hechos de un acuerdo que la cúpula de ‘Los Chuchos’ del PRD habían hecho con Felipe Calderón”, aseguró Noroña.

Jesús Ortega con el dirigente priista Alejadro Moreno. Foto: Facebook Jesús Ortega.

Dieciséis años después de imponerse en la dirigencia por acuerdos cupulares, luego de formar parte de la coalición peñista para aprobar reformas neoliberales y después de arropar al derechista Ricardo Anaya, Ortega sigue culpando a López Obrador de dividir y terminar con el partido tras renunciar y conformar Morena en 2013.

“¿Cuál fue la causa fundamental del deterioro del PRD? La división que hizo López Obrador”, aseguró Ortega a SinEmbargo. “Si López Obrador se va, nosotros hagamos una gran reforma del PRD, no lo hicimos, no nos atrevimos a hacer esa reforma, le estoy hablando del conjunto del partido”.

LA DECISIÓN UNILATERAL

Jesús Zambrano (Sonora, 1953) se vinculó en la adolescencia a las Fuerzas Armadas de la Nueva Revolución, un grupo guerrillero de su natal Empalme. Era la década de los 70, cuando el Gobierno del PRI autoritario recurrió a los asesinatos, desapariciones y detenciones de los jóvenes integrantes de grupos guerrilleros.

En Culiacán, Sinaloa, Zambrano se unió al grupo guerrillero que reunificó a los que quedaron: La Liga Comunista 23 de septiembre. Durante el paro bautizado como “El asalto al cielo” secuestraron camiones y asaltaron un banco de armas en una caseta de la entonces Secretaría de Recursos Hidráulicos para hacerse de armamento. En marzo del 74, las fuerzas armadas gubernamentales los encontraron en su escondite y le dispararon; la bala entró por su boca, rompió su mandíbula y salió por una parte del cuello. Sobrevivió, de ahí su apodo “El Tragabalas”.

“Le dicen ‘El Tragabalas’, nadamás para que vean las vueltas que da la vida. Este hombre fue guerrillero y una vez llegaron los represores y le dieron un tiro. Entonces le entró la bala por la cara, le voló los dientes y lo dejaron ahí pensando que lo habían matado. Imagínense toda la sangre, ellos pensaron que le habían dado en la cabeza, pero le dieron a la altura del cachete. Tiene ahí la cicatriz y de ahí le viene el apodo de ‘El Tragabalas’. Un hombre que fue guerrillero, yo tenía mucha consideración por eso. Fue presidente de la Cámara (de Diputados) jugando ese papel deleznable de estar apoyando a la derecha; sus represores, o sea, quienes lo mandaron a asesinar, gobernaba el PRI, los apoyó ahora. Habrase visto ese extravío, traición a tus ideales, a tus principios, a lo que luchaste”, narró el Diputado Gerardo Fernández Noroña en una de sus charlas por YouTube.

Jesús Zambrano al celebrar los 33 años de vida del PRD. Foto: Cortesía PRD/archivo

Al salir de la cárcel, optó por el movimiento social-electoral en vez del armado y cofundó junto con sus compañeros exguerrilleros el Partido Mexicano Socialista en 1987, donde también militaba Jesús Ortega, y de ahí caminaron junto al movimiento de Cuauhtémoc Cárdenas que desembocó en el PRD.

En la elección presidencial de 2012, “Los Chuchos” querían a Marcelo Ebrard como el candidato del PRD, pero tuvieron que abrazar la segunda campaña presidencial de López Obrador, con quien ya tenían roces. Esta semana, desde su conferencia matutina el Presidente López Obrador resaltó la importancia que tuvo el partido contra el bipartidismo del “PRIAN”, un partido que dirigió (1996-1999) y que lo abanderó en dos ocasiones para la Presidencia.

“Ese partido jugó un papel importante en su momento. Porque ese partido evitó esa pretensión bipartidista y era un partido que surgió del pueblo, de una fraude electoral, de mucha gente que dio su vida y que luchó por causas justas”, aseguró en Palacio Nacional.

Ya en el arranque del Gobierno de Enrique Peña Nieto en diciembre de 2012, desde el Castillo de Chapultepec, los dirigentes nacionales Jesús Zambrano (PRD), Gustavo Madero (PAN) y Cristina Díaz (PRI) firmaron el “Pacto por México”, con el fin de aprobar en el Congreso las reformas estructurales, entre ellas, la Energética que culminó en investigaciones por sobornos millonarios para que fuese votada.

Alejandro Sánchez, entonces Secretario general del PRD, compartió que un día antes, Zambrano había tenido una reunión para decidir de “manera personal” que el partido de izquierda se entregaría a la derecha, aunque Zambrano asegure que solo se movieron a la centro-izquierda.

–Tengo que salir a otra reunión, hazte cargo de los trabajos del Comité Ejecutivo Nacional–recuerda Sánchez que le dijo Zambrano durante una asamblea perredista celebrada en vísperas de la firma del Pacto por México.

Y agregó: “Se fue, terminamos nuestra reunión, sacamos los acuerdos y a las dos o tres horas se anuncia en los medios de comunicación que se había hecho un acuerdo por el Pacto por México y que se iba a firmar al otro día. Nos sorprendió de manera terrible”.

Enrique Peña Nieto y Jesús Zambrano. Foto: Cuartoscuro

La sorpresa recae sobre todo porque varios perredistas murieron en el Gobierno represor del priista Carlos Salinas de Gortari por protestar contra el fraude electoral. Así lo sostiene Noroña: “En 2012 prácticamente todos los militantes de todo el país que tenían alguna valida se fueron. Acompañar a esa política totalmente traidora a los intereses de la izquierda y a los intereses del pueblo. Como yo se los dije en el INE y en tribuna en la Cámara de Diputados: ¿apoyar a quienes mataron a 600 militantes del PRD por luchar contra el fraude electoral, fundamentalmente de regímenes del PRI? ¿Apoyar a quien usurpó la Presidencia?”.

Esa fue la segunda entrega de “Los Chuchos” con la derecha luego del acuerdo con el Tribunal Electoral y Calderón en 2008. La estocada, planteó el experredista Alejandro Sánchez, fue cuando en la elección de 2018 decidieron apoyar al candidato de la élite empresarial, el panista Ricardo Anaya, quien regresará a México a través de una pluri en el Senado en medio de señalamientos de haber recibido sobornos para que pasara la Reforma Energética peñista.

“Ellos abandonaron el asunto ideológico, el político y el asunto electoral que significaba el PRD”, comentó Sánchez.

El 2 de diciembre de 2012, se firmó el Pacto por México, promovido por quien entonces tenía apenas dos días como Presidente: Enrique Peña Nieto. Foto: Presidencia de la República.

El dirigente perredista Agustín Basave (2015-2016) impulsaba que el PRD se aliara electoralmente con el PAN contra la corrupción peñista del PRI. Pero en parte coincide con ese diagnóstico. Para este Close up, el experredista compartió sus tres cartas de renuncia a la dirigencia y a la militancia.

En la misiva del 11 de enero de 2016, donde acusó a algunos perredistas de su cercanía con el priismo, planteó:  “En fin. Si otros quieren convertir a nuestro partido en un satélite del PRI, que pese sobre su conciencia”. En junio de 2016 insistió en renunciar; algunas tribus le pidieron que se quedara excepto Jesús Ortega “que era el más saboteador”. En esa carta, ocho años antes de la muerte del partido, les recomendó una reforma interna que acotara a las corrientes como la de “Los Chuchos”, pero no escucharon y en agosto de 2018 Basave renunció a su militancia:

“Ya no existen las condiciones para que el perredismo se libere de sus desviaciones cupulares y lastres tribales, y renazca a cabalidad en un partido socialdemócrata (…) Sin brújula ética, el PRD no podrá salir de su extravío”, advirtió.

Y, en efecto, el PRD no salió de su extravío ideológico. Y eso le pasó factura: de ser la segunda fuerza política del país ahora solo tiene registro local en 13 estados después de la elecciones de este 2024 y solo quedan en sus filas 999 mil militantes frente a los más de 5 millones que llegó a conformar.

“Los Chuchos” están en proceso de liquidación, incluyendo el cierre del histórico edificio de Monterrey en la colonia Roma, donde despachó el Ingeniero Cárdenas, López Obrador y se celebró el primer Consejo nacional del PRD, por lo que –por propuesta de un Noroña nostálgico– debería hacerse un museo en honor a la izquierda… que ellos abandonaron para regresar a la jaula, con las manos vacías.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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