Los nuevos ocho capítulos “funcionan en un tiempo interno todavía más corto que temporadas anteriores” y se desarrollan “casi a ritmo real” pero con “una mayor fragmentación temporal” que seguirá jugando con los flashbacks o, como le gusta denominarlos a Pina, “capas de tiempo”.
Madrid, 22 de junio (CulturaOcio).– En menos de un mes, el próximo 19 de julio, La Casa de Papel regresará con una tercera temporada en Netflix. Ocho nuevos capítulos en los que El Profesor, Tokio, Denver y compañía regresan con una nueva misión, un nuevo golpe, nuevos miembros en la banda, nuevos enemigos… y más novedades.
Además de la temible Inspectora Sierra, interpretada por Najwa Nimri, la serie cuenta con la llegada de Rodrigo de la Serna (Palermo), Hovik Keuchkerian (Bogotá) y Luka Peros (Marsella), los nuevos atracadores que se suman a la banda del Profesor (Álvaro Morte). Nuevos personajes que, según adelantó el creador de la serie Álex Pina, “funcionan como si hubieran estado siempre”.
Es hora de volver a lucir el mono rojo. pic.twitter.com/H0mW0BzsKf
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“Tienen ADN de La Casa de Papel. No son elementos extraños, sino más bien dinamizadores que aportan nuevos conflictos y nuevas perspectivas”, asegura el showrunner que también adelanta novedades en la estructura temporal de la serie.
Los nuevos ocho capítulos “funcionan en un tiempo interno todavía más corto que temporadas anteriores” y se desarrollan “casi a ritmo real” pero con “una mayor fragmentación temporal” que seguirá jugando con los flashbacks o, como le gusta denominarlos a Pina, “capas de tiempo”.
CINCO CAPAS TEMPORALES
“La Casa de Papel ha funcionado con dos capas de tiempo o incluso tres, pero aquí ampliamos a cinco para invitar al espectador a desfragmentarlas en un trabajo más activo”, señala.
¿Dónde le capturaron? ¿Qué le están haciendo? Todas las respuestas el 19 de julio. pic.twitter.com/gtcnXBiImX
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En todo caso, los creadores de la serie prometen que “ese arco narrativo no se va a dilatar o alargar innecesariamente en el tiempo por cuestiones mercantiles”. “Vamos a contar lo que tengamos que contar en el menor tiempo posible. La serie tiene vocación de ser muy ágil, de ir quemando muchos hitos. Eso es parte del espíritu de La Casa de Papel y no vamos a traicionarlo nunca”, proclama Pina.
“Abrir una serie tan bien cerrada como esta da un poquito de vértigo, y más con lo que había pasado en todo el mundo”, sentencia Pina que asegura que “abrir otra vez” La Casa de Papel para “hacer otro atraco sin un vínculo o justificación emocional, era un suicidio” en términos narrativos.