Un estudio de la Universidad de Toronto reveló que en México, Brasil y Colombia la diferencia en la tasa de mortalidad por arma de fuego depende del nivel de educación. De 1990 a 2015, la mortalidad con arma de fuego representó más de la mitad del riesgo de muerte prematura para hombres jóvenes en los cuatro países, en México el riesgo fue de 12.5 por ciento del riesgo.
Por Julio César Rivas
Toronto (Canadá), 22 jun (EFE).– Las muertes por armas de fuego de 1.8 millones de personas en Estados Unidos, México, Brasil y Colombia entre 1990 y 2015 podrían haberse evitado, según un estudio de investigadores canadienses que apunta que la raza y la educación determinan las tasas de mortalidad por este motivo.
El análisis, realizado por investigadores de la Universidad de Toronto (UofT) y publicado en la revista científica The Lancet Publich Health, analizó más de 106 millones de fallecimientos y reveló que la violencia por armas de fuego es la principal causa de mortalidad para los hombres de entre 15 y 34 años en esos países.
La investigación también mostró que el nivel de estudios y la composición racial de la población fueron factores que influyeron enormemente en la tasa de mortalidad en esos cuatro países, aseguró en una entrevista con Efe su autor principal, el profesor Prabhat Jha, de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la UofT.
De acuerdo a los datos recopilados, en Estados Unidos el principal indicador de la diferencia en cuanto a la tasa de mortalidad por arma de fuego es racial, mientras que en México, Brasil y Colombia es el nivel de educación.
Jha declaró que "en lo más alto de la lista están los hombres jóvenes negros de entre 25 y 34 años en Estados Unidos que no tienen educación secundaria, que tienen 14 veces más riesgo de morir por arma de fuego que los blancos de comparable nivel de educación".
"De hecho, los hombres jóvenes negros en Estados Unidos tienen incluso una tasa más alta de (ser víctimas de) homicidios por arma de fuego que la población negra en Brasil, por ejemplo".
Jha añadió que, como norma general, aunque el nivel educativo reduce la mortalidad por armas de fuego, en Estados Unidos los hombres negros con educación universitaria siguen sufriendo índices muy superiores a los de los blancos con educación similar.
"Las tasas de mortalidad de aquellos con educación post-secundaria o más elevada se reducen un 20 por ciento sobre aquellos con menor educación", explicó el investigador canadiense.
Y es que en EU pesan más las diferencias raciales que las diferencias en educación. "Los hombres negros de 25 a 34 años, incluso aquellos con educación post-secundaria, tenían 30 veces más riesgo de morir por arma de fuego que un hombre blanco de educación comparable", detalló.
"Y un hombre blanco sin educación en EU tiene un menor riesgo de morir por disparos que otro negro con estudios", añadió.
En el caso de Brasil, aunque las tasas de mortalidad por armas de fuego reflejan la composición racial, en su mayoría las diferencias se explican por la educación.
A juicio del profesor de la UofT, la mayor parte de estas muertes "son evitables".
Los investigadores analizaron las poblaciones con las tasas más bajas de mortalidad por violencia con armas de fuego de cada país y llegaron a la conclusión de que, aplicando los sistemas correctos, se habrían podido evitar 1.8 millones de muertes ocurridas entre 1990 y 2015.
"No estamos pidiendo que Estados Unidos se convierta en Canadá, sino que si tuviese la violencia con armas de fuego de lugares como Connecticut o Vermont (ambos en EU), se podría evitar una enorme cantidad de muertes", dijo Jha.
"Simplemente, aplicando a nivel nacional lo que funciona en cada uno de los países se habrían evitado 1.8 millones de muertes", señaló.
Por países, los datos señalan que entre 1990 y 2015 Brasil fue el que tuvo más muertes por arma de fuego entre los cuatro, con 855 mil, seguido por EU con 851 mil, Colombia con 494 mil y México con 272 mil.
Como término medio, la mortalidad con arma de fuego representó más de la mitad del riesgo de muerte prematura para hombres jóvenes en los cuatro países, con México (12.5 por ciento del riesgo) y Colombia (58 por ciento) en sus extremos.
En opinión de Jha, "es asombroso que nadie haya realizado este estudio antes. Estas estadísticas han sido públicas desde hace tiempo pero, especialmente en EU, la gente se ha desensibilizado ante las estadísticas de la violencia con armas de fuego".