El lado sucio del futbol es una investigación indispensable para conocer cómo un grupo de élite se ha enriquecido a partir de la afición de millones de personas.
Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- Brasil conquistó al futbol en la Copa del Mundo de Suecia 1958. En aquella competencia, Pelé, un joven de 17 años, irrumpió con su magia y llevó a su equipo a proclamarse como campeón del orbe.
Desde ese momento, la historia de Brasil y el futbol se volvió una. Equipos de época, cinco títulos mundiales, magia a la hora de jugar y figuras como Pelé, Garrincha, Zico, Cafú, Romario, Ronaldo o Ronaldinho, se volvieron indispensables para los conocedores de la historia del balompié mundial.
Con esas credenciales y la camiseta verdeamarela por bandera, Brasil era un candidato natural para volver a albergar una Copa del Mundo, luego de la que se llevó a cabo en 1950 y que significó su primer gran fracaso al perder el título ante Uruguay.
El deseo del país sudamericano se cumplió en 2007, cuando el Comité Ejecutivo de la FIFA informó que Brasil albergaría el Mundial de 2014.
Todo era felicidad hasta que la pelota comenzó a mostrar los hilos de la corrupción en el futbol brasileño y mundial. Gastos elevados en la construcción de estadios, aumento de impuestos y reducción en montos para programas sociales, detonaron una serie de protestas en contra del Gobierno entonces encabezado por Dilma Rousseff.
En ese contexto, los periodistas Amaury Ribeiro Jr, Leandro Cipoloni, Luiz Carlos Azenha y Tony Chastinet escribieron y presentaron El lado sucio del futbol, una investigación indispensable para conocer cómo un grupo de élite se ha enriquecido a partir de la afición de millones de personas.
La investigación de 264 páginas relata las complicidades que Joao Havelange y Ricardo Texeira tejieron para apoderarse del balompié brasileño y mundial.
Durante la lectura, se conoce la vida de excesos y lujo de Texeira; así como el apoyo que recibió de su ex suegro y ex mandatario de la FIFA, Joao Havelange, para quedarse al frente de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) y comenzar la construcción de su imperio.
Pago de sobornos, creación de empresas fantasma para ocultar ganancias, presiones a funcionarios a fin de aceptar determinados contratos, y cabildeos que tenían por objeto convencer a autoridades deportivas o jugadores, fueron sólo algunas de las prácticas que Texeira empleó durante los 23 años que estuvo al mando de la CBF.
El lado oscuro del futbol salpica a todos. Desde las figuras emergentes del futbol brasileño, como Neymar, hasta empresas y reconocidas marcas deportivas, todo con el objetivo de maximizar las ganancias a costa de millones de aficionados.
Porque, como los autores dicen, "la máquina creada por Havelange y afianzada por Blatter en la FIFA, quizá sea la ruina del deporte como lo conocemos"
Los periodistas también abordan el papel que Texeira jugó en la negociación por los derechos televisivos de los mundiales de Rusia 2018 y Catar 2022, para que terminaran en posesión de una de las principales cadenas televisivas brasileñas.
A la par, se muestra cómo la marca deportiva Nike “negoció” con el ex presidente de la CBF, para que la selección brasileña vistiera con ropa confeccionada por la empresa estadounidense.
Incluso, detallan los periodistas, Texeira habría estado implicado en la negociación que llevó a Neymar a Barcelona, gracias a la amistad que sostenía con el entonces presidente de la entidad catalana: Sandro Rosell.
En suma, El lado oscuro del futbol es, como lo señala el ex futbolista Romario, “un texto indispensable para conocer lo que sucede fuera de la cancha (…) una oportunidad para reflexionar y revisar sus ideas sobre el deporte y, principalmente, sobre quienes lo administran”.
Y aunque con este tipo de investigaciones periodísticas el futbol mundial se pueda limpiar y evitar, queda claro que, como los autores señalan, "no importa quién levante la copa en 2014,en 2018,o incluso en 2022, estimado lector. Los dueños del balón ya ganaron"