Esta propuesta gastronómica cien por ciento mexicana creada por Alejandro Souza cuenta con 22 variedades de “pixzas” entre ellas la “Chayito”, preparada con chapulines remojados en sal y limón, además después de cada 5 rebanadas que se venden una sexta se entrega a jóvenes en situación de calle.
Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- ¿Te imaginaste alguna vez cómo una pizza podía volverse muy mexicana? Pixza es esa propuesta de un platillo conocido mundialmente pero modificado de tal forma que lleve el sello mexicano en cada ingrediente: pizzas de maíz azul, con chapulines, chicharrón prensado, flor de jamaica, entre otros ingredientes y con una labor social para ayudar a las personas.
Alejandro Souza, creador y Director General de Pixza, contó a Mundano que la idea de estas pizzas de maíz azul surgió cuando se encontraba en un bar en Nueva York, lugar en el que estudiaba una maestría; “estaba yo extrañando la comida mexicana, como cualquier mexicano en el exterior, particularmente los huaraches de maíz azul y allí al pensar en un huarache se me ocurrió una pizza hecha de maíz azul y dije pues que raro que no exista”.
Para seguir con el concepto era necesario encontrar esos sabores mexicanos que acompañarían al maíz azul que serviría de base por lo que Alejandro recorrió la ciudad.
“La realidad es que lo que hice fue darme una vuelta en la ciudad y ver todos los puestos de tacos, todos los puestos de garnachas, todas las cocinas económicas y darme una idea de cuales son estos guisados tradicionales que el mexicano está acostumbrado a consumir y que le recuerdan de alguna forma un sabor casero”.
Souza acudió a la nana de su abuela llamada Chayito, la rebanada que más se vende lleva ese nombre en su honor, con quien cocinó los guisados y estableció la forma que continúan usando para su elaboración.
“Me fui con una lista de todos los guisados, con una cámara y una computadora y me fui un día a encerrar con ella a cocinar todos los guisados y hasta la fecha todos esos guisados y la forma de elaborarlos es la misma forma en la que lo hacemos ahorita, la idea era hacerlo sencillo en su producción pero que mantuviera ese sentimiento casero y que le pegara justamente al paladar del mexicano que sale a comer y que quiere ese sabor en cualquier mordida pero montado sobre una pizza que jamás había visto”, dijo Alejandro a Mundano.
El sueño se materializó hace ya casi tres años en la Ciudad de México, a pesar de que el concepto podía funcionar bien en otros países en los que existen comunidades latinas y principalmente mexicanas su creador deseaba que esta fuera una pizza 100 por ciento mexicana y para eso no había mejor lugar que su país. “Tenía que tener un corazón bien plantado en México”, afirma Souza.
MAÍZ AZUL MEXICANO
El tema del maíz es muy importante debido a que, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, en 2017 México produjo 25 millones de toneladas, de las cuales sólo se consumieron 14 millones y se importaron casi 15 millones de toneladas de Estados Unidos.
“Solamente vendemos productos cien por ciento mexicanos y tratamos de celebrar y de rescatar esta gastronomía mexicana y yo quedé sorprendido cuando me di cuenta que la gran mayoría del maíz que se consume en la ciudad de México es importado, no es nuestro”, apuntó el Director general de Pixza.
En Pixza el maíz que se ocupa para crear sus platillos es totalmente mexicano y proviene de un lugar a dos horas de la ciudad de México.
“Nosotros nos dedicamos a trabajar con una proveedora, ella esta en un pueblo mágico como a dos horas de la ciudad de México, no hemos trabajado con nadie más, ella a veces no tiene ni agua ni electricidad para generar el maíz pero hace el mejor maíz azul que he probado, completamente libre de cualquier transgénico, es orgánico”.
“Es hecho en producciones pequeñas, y ella marca el precio y nosotros se lo respetamos, pase lo que pase siempre nos apalabramos con ella justamente para respetar y para recalcar ese tema de poder proteger este insumo tan importante y tan endémico nacional”, agregó Alejandro.
PIXZA DE CHAPULINES, COCHINITA PIBIL, CARNITAS…
El menú se compone de 22 variedades de “pixzas” entre ellas están “Chayito” , la más vendida, preparada con chapulines remojados en sal y limón; “Romántica” de cochinita pibil con cebolla morada, chile habanero y jugo de toronja; “El Tri” de chorizo verde y rojo asado con un toque de crema de rancho; “Lupita” que lleva pollo en mole poblano almendrado y la “Núñez” de chicharrón prensado en chile guajillo.
Para aquellas personas que prefieren los vegetales existen opciones como la “Desquitada” preparada con esquites azules con epazote y chile; la “Cata” de rajas poblanas asadas con cebolla y crema de rancho; la “Florencia” que lleva flor de calabaza, huitlacoche, epazote, cebolla, chile serrano y jitomate fresco o la “Tats” de flor de jamaica con epazote y hoja santa con reducción de jamaica.
Las pizzas están hechas con ingredientes 100 por ciento mexicanos al igual que los productos que venden en el local, como las cervezas artesanales Reliquia de Cortés que con tres sabores: “Carabelas” de jengibre, “Coyote” de cafe con cacao y “Noche triste” hecha de maíz azul como las “pixzas”, sirven de acompañamiento a este original platillo y para aquellos que prefieren agua ofrecen también esta opción como la de limón con pepino. A esto se suman los helados de sabores nada convencionales como elde gansito y el de pan de muerto.
Un producto que no se encuentra en otro lugar es el “palohuate”, una mezcla entre maíz azul y cacahuate tostado con chile que sin duda crea expectación.
¿CÓMO FUNCIONA EL IMPACTO SOCIAL DE PIXZA?
Souza es, desde hace varios años, un emprendedor social por lo que para él fue muy importante encontrar una forma en la que su idea gastronómica tuviera un impacto social. Seis meses de voluntariado en un albergue para gente en situación de calle en Estados Unidos influenció al creador de Pixza para ayudar a los jóvenes mexicanos en la misma situación que no cuentan con una oportunidad; “me di cuenta que yo podía generar oportunidades de empleo para personas en este perfil”.
“Después de cada 5 rebanadas que se venden en el establecimiento automáticamente se genera una sexta rebanada que va destinada para estos chavos, son chavos de 17 a 25 años que han tenido tiempo en calle, abandono familiar, rezago educativo, historial criminal e historial de dependencia de drogas y por ende una gran dificultad de encontrar oportunidades de reinserción socioeconómicamente productivas en chambas y en oportunidades ‘normales'”, explicó Alejandro.
Las rebanadas se entregan en diferentes albergues y los jóvenes tienen la oportunidad de participar en “La ruta del cambio”, es decir, ellos pueden recibir hasta 10 rebanadas y para seguir avanzando deben realizar dos voluntariados posteriormente pasan por un proceso de rehumanización y redignificación, en el que “se les da un baño, un corte de pelo, un diagnostico médico, una camiseta y un curso de habilidades de vida y finalmente a todos los que lleguen hasta ese punto se les da una oferta formal de empleo”.
Después se busca lograr tres objetivos más y para eso se comienza con un coach que los acompaña para crear un plan de vida personal y profesional, esto según Alejandro Souza sirve para que “puedan soñar de nuevo y tratar de implementar pasos para llevar a cabo una vida que deseen”, posteriormente se les brinda apoyo financiero para que puedan abandonar el albergue y se termina en cursos profesionales y prácticos.
“La idea es que en espacio de un año aproximadamente chavos que estaban en un albergue tengan un trabajo, tengan un plan de vida, una vivienda personal y también tengan más educación y así puedan salir adelante y decirle adiós a Pixza y darle esa oportunidad a alguien más”.
En los casi tres años de Pixza 26 jóvenes se han graduado, de ellos 4 han logrado la vida independiente y se han brindado cerca de 60 horas de coaching personalizado.
La idea de Pixza es llegar a cada estado del país y en algún momento poder llevar este modelo a Estados Unidos y a otros países en los que se pueda mantener la base de maíz azul pero adaptando un poco el menú de acuerdo a las demanda de cada lugar.
Así que si quieres probar estas “pixzas” de maíz azul, apoyar lo mexicano y además aportar a una causa social puedes acudir a una de sus dos sucursales ubicadas en Córdoba 234, Roma Norte o en Liverpool 162B Col. Juárez.