Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).–La totoaba es un animal que se encuentra en peligro de extinción y que vive en el mismo hábitat de la vaquita marina. Es una especie bastante cotizada en China, donde tienen la creencia que como platillo es un afrodisíaco, por lo que un kilo de buche de este animal alcanza un precio de miles de dólares en el mercado negro.
Los contrabandistas en Hong Kong son los número uno en traficar con la totoaba, que al intentar pescarla por su gran valor en China, están acabando silenciosamente con la vaquita marina, asegura la organización internacional Greenpeace.
En México habitan las únicas 97 vaquitas marinas de todo el mundo, por lo que la pesca de totoaba podría significar una amenaza para ambas especies.
“El gobierno mexicano ya hizo su parte declarando una prohibición de pesca por dos años en el hogar de la vaquita marina, incluso Estados Unidos ha intensificado sus esfuerzos por detener el comercio ilegal de totoaba cuando toca su país, pero la falta de acción por parte de Hong Kong puede poner en riesgo estos avances”, señaló en una carta la organización ambientalista más reconocida en el mundo.
El gobierno de México implementó desde el mes de abril un plan para un plazo de dos años que incluye acciones para salvar de la extinción a la vaquita marina que habita en el Golfo de California, al noroeste del país.
Se trata de una veda de dos años para la pesca comercial con redes, así como la ampliación del área de su refugio.
El plan también incluye una compensación económica para los pescadores de la región que se dedican a la pesca de camarón con fines lucrativos, además que se establecieron esquemas de vigilancia comunitaria y control por parte de las autoridades.
Con una misiva, Greenpeace se dirige al Jefe Ejecutivo de Hong Kong, CY Leung, para frenar la impunidad y detener el tráfico ilegal de totoaba, “antes de que sea demasiado tarde” para la vaquita marina.
“Estas dos especies han sido clasificadas como las que están en un peligro crítico de desaparecer en un corto periodo de 30 años, lo que significa que necesita una protección estricta para asegurar su supervivencia”, inicia la petición dirigida a Leung.
La ONG internacional cita que en su más reciente investigación en la principal calle de mariscos secos en Sheung Wan, Hong Kong, reveló que el buche de totoaba, introducido de manera ilegal al país, aún se comercializa.
Esto, aseguran, alimenta el negocio y el juego de comerciantes ilegales y especuladores imprudentes.
“Hong Kong se enorgullece de tener uno de los puertos más libres del mundo, pero desgraciadamente esto se ha convertido en el centro de comercio ilegal de especies en peligro de extinción”, indicó Greenpeace.
Ante la problemática, la organización global pidió detener a los comerciantes que abusan del tratado de libre comercio en Hong Kong para sacar ventaja de las especies en peligro, incluida la totoaba. Así, puntualizaron las exigencias hacia CY Leung para detener el contrabando de animales de manera inmediata:
- Aumentar las penas a los delincuentes que comercien con esta especie, con el fin de desalentar esta práctica ilegal.
- Hacer un esfuerzo exclusivo en Hong Kong para la aplicación de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) mediante la creación de un grupo de trabajo específico sobre la vida silvestre, cuyo delito se debe incluir con la Policía de Hong Kong, en el Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación y en el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales.
- Asegurar que los esfuerzos conjuntos con los gobiernos de México, Estados Unidos y China continental, específicamente para aumentar la capacidad e intercambio de inteligencia en la inspección de buche totoaba de contrabando, sean una realidad.
“Cada caja o envío de totoaba descubierto e interceptado a tiempo, enviará un fuerte mensaje a los contrabandistas, diciendo que Hong Kong no tolerará este crimen ni un momento más”, asegura Greenpeace.
La zona del Golfo de California, una de las más biodiversas del mundo, es el único hogar de la vaquita marina (Phocoena sinus), uno de los mamíferos más pequeños del mundo, que mide menos de 1.50 metros de largo y pesa unos 40 kilos y se deja ver con poca frecuencia.
El mayor peligro para su supervivencia se debe a un factor humano: el uso de las llamadas redes de enmalle, que se colocan en posición vertical y que sirven para atrapar camarones y otras especies cuando intentan traspasarlas.