“Buscando a Sugar Man”, la historia de un músico convertido en profeta al otro lado de Detroit

22/06/2013 - 12:00 am
Foto: Canana
Foto: Canana

Ciudad de México, 22 junio (SinEmbargo).– En un punto del planeta el hombre era un perfecto desconocido, un cantautor que había vendido apenas seis unidades de su disco Cold Fact y que había desaparecido misteriosamente, a causa –se decía- de un suicidio a lo bonzo en el escenario.

Al otro lado del mundo, una de sus canciones había servido de himno para la lucha contra el apartheid y su figura artística era más grande que la de Elvis Presley.

El periplo del estadounidense de origen mexicano nacido como Sixto Rodríguez, fue descripto magistralmente en Searching Sugar Man, película dirigida por Malik Bendjelloul que llega a las salas mexicanas el próximo 28 de junio, precedido de un éxito mundial que incluye el Oscar al Mejor Largometraje Documental, el BAFTA y el Critics Choice en 2013, entre muchos otros.

“Al lado de Rodríguez, Bob Dylan aparece como un hombre simple”, dice uno de los participantes en un filme conmovedor, narrado en forma circular y que empieza, en realidad, cuando termina.

Foto: Canana
Foto: Canana

Si Rodríguez, que había pisado cuanto bar existía en la Detroit de los ’60 buscando difundir sus canciones, contenidas en apenas dos discos, Cold Fact (1970) y Comming from reality (1971), es un misterio incluso para quienes lo convirtieron en una especie de profeta, la película que cuenta su periplo fascinante es una caja de Pandora que se abre con el espectador enfrente.

Así, la búsqueda de una búsqueda da por resultado la localización de un artista que nunca dejó de cantar y cuyos temas, convertidos en símbolos en la lucha racial sudafricana, llegaron a ser prohibidas por la radio de aquel país.

Sixto Rodríguez no se había suicidado. Sixto Rodríguez existe y no irá a la ceremonia del Oscar.

AT HIS BEST DE UN ARTISTA DE CULTO

En los ’70, la disquera australiana Blue Goose Music, sin que Rodríguez lo supiera, compró los derechos de sus discos y los lanzó al mercado, editando además un compilado titulado At his best, con las canciones inéditas de 1976 “Can’t get away”, “I’ll slip away” y “Street boy”.

El lanzamiento lo convirtió en un verdadero artista de culto en Australia, adonde Rodríguez llegó en 1979 para realizar un tour con la banda Mark Gillespie como soporte. Fue la manera además de conjurar el rumor que hablaba de su muerte, un hecho que posibilitó la salida del disco Alive.

Regresó a Australia en 1981 y luego a su trabajo como albañil en Chicago y a los estudios de arte y filosofía en la universidad de Detroit.

En 1991, sus discos fueron lanzados en CD en Sudáfrica, donde alcanzó una enorme popularidad al punto de ser considerado un profeta, sin que Sixto Rodríguez lo supiera.

Stephen Segerman y Craig Strydom comenzaron a investigar acerca de la identidad del artista famoso en África y desconocido en América, hasta que dieron con Mike Theodore, productor de Cold Fact y quien reveló una verdad inesperada: Rodríguez no estaba muerto ni se había ido de parranda.

Malik Bendjelloul (Foto: Canana)
Malik Bendjelloul (Foto: Canana)

El documental Searching for Sugar Man conmueve por la honestidad brutal con la que el director Malik Bendjelloul, nacido en Suecia hace 35 años, logra transmitir lo que implica en una existencia humana la pasión por el arte, por la expresión estética. No hay nada que te detenga si lo que quieres es cantar, escribir o pintar. Lo que viene después: el éxito o el anonimato son consecuencias incontrolables que no definen el proceso creativo.

Malik ha contado que la película que veremos a partir del 28 de junio en nuestras salas “recrea su trabajo de detectives para dar con su paradero muchos años después y encontrarlo finalmente trabajando como albañil y viviendo en una casa desvencijada de Detroit, totalmente ajeno a su condición de ídolo en el otro rincón del mundo.

Durante los primeros cuarenta minutos se da por sentado que Rodríguez murió en extrañas circunstancias, así que no podíamos mostrar entrevistas con él. Pero, de alguna manera, se escucha su voz a través de sus canciones, tan autobiográficas y tan hermosas que me vinieron como anillo al dedo para contar la historia de la forma que quería”, dijo en una entrevista otorgada a la revista Miradas de cine.

La fuerza del documental, su magia, reside precisamente en la narración en tiempo presente que nos lleva a ser en parte protagonistas de la búsqueda. Su éxito mundial es esperanzadora: no todo es una nueva versión de “Duro de matar” con un Bruce Willis artrítico, también hay espacio para la música y los artistas reales, lo que sin duda salva al cine contemporáneo.

Fiel a su historia, Sixto no quiso ir a la ceremonia donde la película recibió el Oscar. No quería quitar protagonismo a los realizadores. No tiene televisión ni tiene computadora, así que tampoco vio la transmisión.

A los 70 años, casi ciego, prepara su nuevo disco y no ha dejado de vivir, solo, con lo mínimo, en su desvencijada casa de Detroit. Sus hijas apenas si pudieron convencerlo de que portara un teléfono celular cansadas como estaban de buscarlo muchas veces sin éxito por las calles del barrio.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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