“El virus tiene que salir del animal; sobrevivir en el ambiente; que haya personas en el entorno; se produzca el contacto; las células del humano recepcionen el patógeno (capacidad zoonótica) y que éste no sea eliminado por el sistema inmune”, señala un experto en zoonosis.
Por Juan Javier Ríos
Madrid, España, 22 de mayo (EFE).- Los mercados “húmedos” -típicos de Asia y países como China, en los que se vende carne y pescado fresco en la calle- son un “caldo de cultivo excelente” para que se produzcan contagios de patógenos entre animales y hombres, ya que carecen “absolutamente” de las “más mínimas medidas de bioseguridad“.
El catedrático de Microbiología y experto en zoonosis de la Universidad de León (norte de España) Elías Ferri analiza, en una entrevista con EFE, estos mercados ahora en el foco de atención, ya que el de Wuhan fue, presumiblemente, el origen de la pandemia del coronavirus.
Se trata de mercados en los se pueden comprar alimentos e incluso animales vivos -muchas veces salvajes-, que son sacrificados y destripados in situ antes de que el cliente se los lleve.
Para Ferri, las condiciones higiénico-sanitarias de estos mercados “permiten que circulen todo tipo de agentes patógenos” y constituyen un elemento de “elevado riesgo”.
En esos puntos de comercio hay “alimentos frescos junto a animales vivos” que son sacrificados “a petición del cliente, con lo cual se genera una cantidad de fluidos orgánicos que es la que exige luego lavarlos con agua abundante y se genera esa humedad que los caracteriza” y les da nombre, precisa.
Un “detalle” relevante es que los animales que no se logran vender vuelven a granjas domésticas, lo que también potencia el riesgo de posibles nuevas infecciones.
A pesar de ese riesgo, lo que ha ocurrido con este coronavirus es una situación “absolutamente excepcional” desde el punto de vista de la Biología, según el experto, porque tienen que concurrir “muchísimas circunstancias” para que un patógeno “salte” de un animal a un humano y consiga propagarse con tal rapidez que genere una pandemia mundial.
“El virus tiene que salir del animal; sobrevivir en el ambiente; que haya personas en el entorno; se produzca el contacto; las células del humano recepcionen el patógeno (capacidad zoonótica) y que éste no sea eliminado por el sistema inmune”, detalla.
Son “múltiples factores” que “se oponen a ese salto” entre especies, y “todas las puertas tienen que coincidir en el espacio y en el tiempo para que eso suceda”, asegura Ferri. Aún así”, tras el contagio efectivo el virus tiene que tener una serie de características para adquirir potencial pandémico y que no se quede en “un caso aislado”.
“El covid-19 ha conseguido un 10 en todo esto”, porque “mata lo justo y tiene capacidad de transmisión: un gran negocio para él”, afirma.
Sobre la cuestión de si habría que prohibir estos mercados húmedos, Ferri reconoce que “forman parte de la cultura popular” de esos países y es “muy complicado”, por lo que la alternativa es “adecentarlos convenientemente, evitando situaciones que generen riesgo”.
Ve “muy improbable, remoto”, que un virus como el covid-19 “nazca” en la Unión Europea, porque sus sistemas de producción animal e intercambios comerciales son “de los mejores del mundo” en el ámbito de la seguridad alimentaria y la sanidad, y no hay mercados húmedos porque “no son cultura”.
El “único problema” podría surgir en el comercio ilegal y tráfico de animales silvestres, que es “muy importante en todo el mundo”, subraya.
Lo que sí se celebran en territorio comunitario son ferias ganaderas en las que los animales de producción se mantienen en contacto con visitantes, pero “no tienen nada que ver en absoluto” con esos mercados húmedos asiáticos.
Las medidas de bioseguridad e higiénico-sanitarias de esas ferias están “muy reguladas” y hay “una legión de veterinarios controlando”, insiste.
Ferri cree que “tendremos covid-19 para rato” y que se conseguirá “acabar con él” cuando haya “muchos individuos inmunizados” tras superar la enfermedad o exista una vacuna eficaz.