El tratamiento de plasma convaleciente a pacientes con COVID-19 es una de las opciones que en países como China, Estados Unidos y Reino Unido se están aplicando para acortar la duración del nuevo coronavirus. En México, el IMSS fue la primera institución certificada para aplicar este método.
Ciudad de México, 22 de mayo (SinEmbargo).– En la lucha por encontrar una cura para los enfermos de COVID-19, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aplica desde abril un tratamiento con el uso de plasma convaleciente a pacientes que están en condición grave, como Hortensia, una mujer de 65 años quien pasó de estar hospitalizada con un ventilador a la recuperación en casa. Con ella, son ya 50 personas con el nuevo coronavirus que están bajo este procedimiento.
Pero, ¿en qué consiste el tratamiento de plasma convaleciente y en qué países se aplica? En China, cuando la pandemia del coronavirus estaba en su brote más alto, se hicieron estudios que mostraron que el plasma convaleciente tiene el potencial de reducir la severidad o acortar la duración de la enfermedad causada por la COVID-19.
En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) publicó el 16 de abril una actualización sobre el posible uso del tratamiento y alentaron a los pacientes recuperados del COVID-19 a donar plasma para ayudar a otros a combatir esta enfermedad.
Reino Unido también planea hacer pruebas clínicas controladas con el plasma convaleciente, y en México el IMSS fue la primera institución certificada para aplicar este tratamiento.
El doctor David Macedo Reynada, médico hematólogo del Banco Central de Sangre del Centro Médico Nacional La Raza (Ciudad de México), explicó a SinEmbargo que el tratamiento consiste en la transfusión directa de plasma de personas recuperadas de la infección:
“Esta es una intervención tereapeútica, una medida médica que decidimos comenzar a implementar dado que existen varios antecedentes de otras epidemias con evidencia disponible. Consideramos que había evidencia suficiente para poder considerar al plasma como una alternativa más, pero esto siempre apegados a un protocolo para después tratar de analizar los resultados y ofrecer esta opción a más pacientes”.
El protocolo “Eficacia y seguridad de plasma de donadores convalecientes por COVID-19 en pacientes con síndrome de infección respiratoria aguda grave por el virus SARS-COV-2” fue registrado el 5 de abril de 2020 y autorizado 10 días después por los comités de Ética en Investigación, de Investigación y de Bioseguridad del IMSS.
La Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) otorgó el 22 de abril el dictamen que autoriza al Seguro Social el uso clínico de plasma de pacientes convalecientes.
Hasta el momento, son cuatro centros del IMSS están nutriendo el plasma: Centro Médico Nacional La Raza, Centro Médico Nacional de Occidente en Guadalajara, Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE) de cardiología de Monterrey y el Centro Médico Siglo XXI.
Para poder ubicar a los pacientes candidatos a donación de plasma, el IMSS se basa en una base datos con acceso directamente desde el nivel central donde se registran todas las pruebas PCR, que son las pruebas que se necesitan para el diagnóstico de la enfermedad.
“En la base de datos se observa cuáles son los pacientes que son probables candidatos por el tiempo de recuperación que ya llevan. Se les contacta telefónicamente, se les platica el protocolo y se les invita a participar”, destacó el médico hematólogo de La Raza.
Para que un enfermo recuperado de COVID-19 se considere como donador de plasma, tiene que pasar por un breve filtro: preguntas de perfilamiento para ver su son aptos para donación o no y una segunda prueba para comprobar que ya están negativos a la enfermedad. Todo bajo la Norma Oficial Mexicana 253.
“Ya en el Banco de Sangre recibimos a todos los candidatos perfilados y también tienen que someterse a un escrutinio que por ley se les tiene que hacer a todos los potenciales donadores. Se les aplica algunas preguntas, se les hace una breve expresión física, toma de signos vitales y algunas pruebas de laboratorio. Si el donador cumple con todos los requisitos, entonces ya pasamos a donar el plasma”, detalló el doctor David Macedo Reynada.
¿CÓMO SE IMPLEMENTA EL PLASMA?
El principio terapeútico del plasma convaleciente parte de que una persona que se recuperó de una infección, ya sea viral, bacterial o por hongos, forma algo que se llama anticuerpos, éstos son proteínas que el sistema inmunológico formó para atacar esta infección, explicó el médico del IMSS.
En el caso particular de la COVID-19, estos anticuerpos tienen la capacidad de neutralizar le virus y cuando se neutraliza el virus el paciente se puede recuperar.
“Los pacientes que ya se recuperaron de la infección tienen una carga alta de anticuerpos y esa carga puede mantenerse por varias semanas o meses, entonces nosotros colectamos su plasma”, mencionó el médico del IMSS. “Cuando administramos a una persona que está en un estado grave estos anticuerpos lo que podemos hacer es ayudarle a su organismos a que primero neutralice la infección viral y posteriormente a que su propio organismo pueda formar una respuesta inmunológica propia y pueda resolver este estado inflamatorio que sufre un paciente grave con COVID-19”.
LOS CASOS DE ÉXITO
En México, donde el número de contagios por COVID-19 supera los 50 mil y la cifra de muertos pasa los 6 mil, el tratamiento de plasma convaleciente solo se aplica en pacientes graves, es decir, quienes están bajo ventilación mecánica asistida; que tienen alguna falla orgánica a nivel renal, hepático, pulmonar; enfermos con diabetes, los mayores de 65 años o quienes tienen alguna condición de inmunosupresión como el cáncer.
El pasado 14 de mayo, el IMSS dio a conocer el caso de Hortensia, una mujer de 65 años quien venció al COVID-19 con el protocolo experimental de plasma.
La señora Hortensia recibió vía intravenosa dos unidades de plasma, cada una con 200 mililitros, de donadores distintos recuperados de COVID-19, lo cual le permitió superar esta enfermedad. Ahora está recuperándose en su casa, bajo aislamiento, uso de cubre bocas, oxígeno, medidas de higiene muy precisas y por seis meses estará en valoración.
Los resultados de éxito con este tratamiento todavía son pocos, pero brindan una esperanza: Al menos cuatro pacientes han tenido buena respuesta y se ha administrado la dosis a unas 50 personas.
“Este es un proceso muy complejo, tenemos que estar haciendo seguimientos clínicos con sus médicos tratantes para que informen del estado de salud, hacer pruebas de laboratorio y radiografías para darnos cuenta de su evolución”, señaló el doctor David Macedo Reynada, médico hematólogo del Banco Central de Sangre del Centro Médico Nacional La Raza.