Periodistas de Guerrero marcharon por calles de Chilpancingo para exigir que el Gobierno estatal garantice la libertad de expresión, el derecho a la información y la protección a su ejercicio de trabajo en la entidad.
La crisis de violencia es tal que Acapulco, según un informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, se posicionó como la tercera urbe más violenta del mundo en 2017, con una tasa de 106,63 homicidios por cada 100,000 habitantes.
Chilpancingo (México), 22 may (EFE).- Periodistas del sureño estado mexicano de Guerrero se manifestaron hoy para exigir a las autoridades más garantías para la labor periodística y emitieron un “un llamado urgente” para que organismos internacionales intervengan ante la creciente violencia.
La manifestación, en la que participaron unos 80 comunicadores, recorrió las calles de Chilpancingo, capital de Guerrero, y los participantes informaron de que van a repetir movilizaciones similares cada mes.
En un comunicado conjunto, los periodistas explicaron que Guerrero ha “colapsado por la narcoviolencia, la impunidad y la corrupción institucional”, y recordaron la falta de avances en la investigación de los asesinatos de los reporteros Francisco Pacheco, el 25 de abril de 2016, y Cecilio Pineda, el 2 de marzo de 2017.
Por todo ello, lanzaron un “llamado urgente” e instaron a los organismos internacionales a que revisen la “precaria situación” que viven reporteros en el ejercicio de su labor.
“Hacemos un llamado (…) al Gobierno para que cumpla con su obligación constitucional de garantizar la libre expresión, el derecho a la información y la protección de los periodistas”, añadieron.
Los reporteros acusaron al gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, de haber nombrado al frente del mecanismo de protección de periodistas a una persona vinculada con el crimen organizado, María Elena Jaimes.
También criticaron a la fiscal especializada en delitos contra periodistas, Rigoberta Román, por “carecer de certificación” para el cargo, así como a 300 agentes ministeriales y policías que trabajan “de manera ilegal” en el estado.
Acapulco, población ubicada en Guerrero, es una de las ciudades de México más golpeadas por la criminalidad.
Un informe del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal posicionó a esta urbe como la tercera más violenta del mundo en 2017, con una tasa de 106,63 homicidios por cada 100,000 habitantes, después de la mexicana Los Cabos y la capital de Venezuela, Caracas.
Durante el pasado año, 12 periodistas fueron asesinados en México por su labor, la misma cifra que en Siria, y ya suman al menos 115 reporteros asesinados desde el año 2000.