Tras su detención el sábado por la noche y de recibir un año de prisión preventiva por parte de la juez, Verónica Portilla Suazo, todo indica que la ex funcionaria de la administración de Javier Duarte de Ochoa –preso también en Guatemala a espera de su extradición– pasará sus días en “la zona VIP” del Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo, en Coatepec.
En esa área de la cárcel se encuentran varios ex funcionarios duartistas. Tal es el caso del ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita y el ex titular del Órgano de Fiscalización Superior, Mauricio Audicar Murillo, así como el ex titular de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz, Francisco Valencia.
Estos personajes se encuentran en celdas que no tienen que compartir con ningún reo y con comodidades como televisor, radio, colchones y ventilador, ante el insoportable calor que puede sentirse tras las rejas de Pacho Viejo, según las versiones de los reos comunes.
A “los VIP” también se les permite recibir visitas en horarios fuera de lo habitual e incluso comer alimentos ajenos a los de la prisión, siempre que paguen el derecho de alquiler que puede ir desde los 6 mil pesos mensuales.
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Ciudad de México/Xalapa, 22 de mayo (SinEmbargo/BlogExpediente).–Algunas reas están ahí junto, cerca de sus maridos que viven en el área de hombres, quienes incluso pueden visitarlas para desayunar con ellas los jueves y domingos, días en que se permiten las visitas del resto de familiares de 9 de la mañana a 3 de la tarde.
Hay casos que de inmediato llaman la atención de cualquier visitante. Tal es el caso de una reclusa embarazada y de otra que tuvo a una pequeña ya estando en prisión. La niña ha crecido junto a las demás mujeres, pero pronto tendrá que abandonar el penal.
Cuando están en edad de cursar el jardín de niños o la primaria, dependiendo de la elección de la madre, tienen que dejar la cárcel e irse con un tutor, explica una de las internas.
Cuando las presas “se embarcan” o si ya llegan embarazadas, ellas o sus familiares forzosamente tienen que hacerse cargo de pagar el traslado y el parto en los centros de salud, generalmente el Centro de Alta Especialidad en Xalapa.
Después pueden vivir con sus hijos algunos años al interior del Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo, en Coatepec.
Pero en el área de mujeres, por ahora, no será ingresada la ex titular de la coordinación de Comunicación Social del Gobierno del Estado, María Georgina Domínguez Colío.
Luego de su detención el sábado por la noche y de recibir un año de prisión preventiva por parte de la juez, Verónica Portilla Suazo, todo indica que la ex funcionaria de la administración de Javier Duarte de Ochoa, preso también en Guatemala a espera de su extradición, pasará sus días en “la zona VIP” de dicha cárcel.
Es en esa área, conocida por los reclusos como “la AVI”, en donde son encarcelados los funcionarios de la pasada administración.
De acuerdo con algunos internos, de quienes se guarda anonimato, se sabe que “la AVI” fue construida en 1996 para el ex Gobernador Dante Delgado, quien fue encarcelado en el gobierno de su sucesor, Patricio Chirinos Calero.
En esa administración, de 1992 a 1998, fungió como secretario de Gobierno el actual mandatario estatal, Miguel Ángel Yunes Linares, quien renunció al PRI para buscar el cargo con el albiazul.
Lo consiguió al segundo intento, en 2010 perdió contra Javier Duarte, y en 2016 se pudo hacer con el poder tras prometer a los veracruzanos que todos los que robaron recursos irían a prisión y devolverían lo robado.
En esta área “VIP” de la cárcel se encuentra varios ex funcionarios duartistas. Tal es el caso del ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita y el ex titular del Órgano de Fiscalización Superior, Mauricio Audicar Murillo, así como el ex titular de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV), Francisco Valencia.
Estos personajes se encuentran en celdas que no tienen que compartir con ningún reo y con comodidades como televisor, radio, colchones y ventilador, ante el insoportable calor que puede sentirse tras las rejas de Pacho Viejo, según las versiones de los reos comunes.
A “los VIP” también se les permite recibir visitas en horarios fuera de lo habitual e incluso comer alimentos ajenos a los de la prisión, siempre que paguen el derecho de alquiler que puede ir desde los 6 mil pesos mensuales.
Es en “la AVI” en donde permanecerá sus próximos días Domínguez Colío, la vocera todopoderosa durante gran parte del mandato de Javier Duarte.
Antes del cambio de administración, según algunos reclusos, dicha área había permanecido cerrada. Incluso servía de bodega para las sillas que se utilizan en actividades carcelarias.
Pero días antes de la llegada al penal de Bermúdez Zurita, a inicios del pasado mes de febrero de este año, “la AVI” comenzó a ser desalojada para albergar a todos los ex funcionarios que serían acusados de corrupción.
Ahí fue “alojada” Domínguez Colío esto domingo, de acuerdo a algunos reos consultados, imputada por la Fiscalía General del Estado, a cargo de Jorge Winckler Ortiz, de haber desviado 105 millones 937 mil pesos durante su encargo como vocera de Duarte.
No obstante, según la opinión de otras reclusas que se encuentran en Pacho Viejo, pese a las comodidades que tendrá la presidenta de la Fundación Colosio sufrirá los peores días de su vida.
Confiesan que la primera semana es una de las más duras, pues “aunque la cárcel no es tan mala como te lo imaginas antes de entrar” comienzas a pensar todas las acciones que te llevaron a estar tras las rejas.
Cuando hay sobrecupo las reclusas “novatas” tienen que soportar dormir en el suelo, pues se destinan hasta 6 mujeres por cada cuarto. Lo mismo ocurre en el área de hombres.
Sin embargo, a la fecha la zona para mujeres no está llena. De hecho hay pocas prisioneras. Explican que algunas han quedado libres tras cumplir sus condenas, otras con más recursos consiguen salir tras corromper a los jueces y “las más jodidas” terminan falleciendo en el lugar.
La zona “rosa” es tranquila. La mayoría de las internas se dedica a limpiar las habitaciones durante la mañana, antes de recibir a sus visitas y cuentan con un área de pasto para recreación, en donde pueden sentarse a convivir con sus familiares en el horario establecido.
Algunas se encargan de la cocina, preparando los alimentos de sus compañeras en una amplia habitación con todos los utensilios necesarios.
Pero en los días de visita son los familiares los que llevan los platillos preferidos de las reclusas. Ahí pueden comer juntos y platicar de lo que se les antoje, de todo lo que se pierden al pasar sus días tras las rejas.
Para ingresar al Centro de Readaptación Social de Pacho Viejo sólo tienes que cumplir con las reglas.
Vestir colores diferentes al negro o al naranja, no llevar más dinero de la cuenta y tampoco objetos no permitidos.
Todos los familiares que ingresan son revisados escrupulosamente. Incluso en cuartos pequeños las mujeres son desnudadas para revisar que en sus partes íntimas no lleven droga o algún objeto ilegal.
Menos numerosos, los hombres que acuden a una visita también tienen que someterse al proceso de revisión, sin poder ingresar llaves o cinturones.
Es los jueves y los domingos en que los reos aprovechan para vender las manualidades que realizan en prisión. Tal es el caso de los cuadros y repujados con imágenes religiosas como la última cena o la Virgen María.
También ofertan llaveros y cajas de madera bien decoradas, todas realizadas tras las rejas en los diferentes talleres que se imparten para los reclusos y reclusas.
Así, en un “mundo aparte” dentro de la prisión vivirá Gina Domínguez, tal y como ya lo hacen Bermúdez Zurita, Audirac y Valencia.
Es la primera mujer del duartismo que cae tras las rejas y que de acuerdo a la FGE podría pasar hasta 20 años de prisión.
“Solo hasta que se le acabe el dinero vivirá con las otras reas”, señala una mujer encarcelada, ironizando que en la prisión no desaparecen las clases sociales.
“En ‘la AVI’ tienes de todo. Puedes tener tu tele, tu cama sola, radio, música, pero la soledad es difícil, todos los que están ahí nunca salen con los demás, se la pasan encerrados todo el día y si llegan a dejar su celda por aire fresco sería en la noche, cuando todos los demás ya estamos encerrados”, comenta otro de los reos de Pacho Viejo.