La activista mexicana Xiye Bastida participó este jueves en la Cumbre del Clima organizada por la Casa Blanca. Desde ahí cuestionó el compromiso de los líderes mundiales con la crisis climática y, posteriormente, el planteamiento que hizo en este espacio el Presidente López Obrador. No obstante, la trayectoria de esta joven nacida en el Estado de México viene de tiempo atrás y surgió precisamente cuando vivió en carne propia la devastación de su pueblo.
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo).- “Siempre me llamo a mí misma una activista por la justicia climática”, así se define Xiye Bastida, una joven activista de 19 años, quien en 2015 vivió en carne propia la devastación de su hogar, una situación que la llevó a migrar a Nueva York, en Estados Unidos, desde donde este jueves reprendió a los líderes que participaron en la Cumbre del Clima organizada por la Casa Blanca, al criticar su falta de ambición para contener la crisis climática.
“Yo no quería venir aquí y leerles nuestras preocupaciones y demandas, porque si hubieran estado escuchándonos, ya sabrían cuáles son”, reclamó Bastida al inicio de su discurso de este día en el que pidió reconocer que “la crisis del clima es el resultado de quienes perpetúan y mantienen vivos los sistemas dañinos del colonialismo, la opresión, el capitalismo y el greenwashing“, como se conocen las estrategias de empresas y marcas que se promocionan como verdes o ecológicas sin serlo realmente.
Incluso, después de que su participación diera la vuelta al mundo, Xiye cuestionó el planteamiento que hizo ante esta cumbre el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró que México busca generar energía “limpia y barata” a través de hidroeléctricas, aunque a su vez defendió el uso del petróleo para el mercado interno.
“Después de dirigirme hoy a los líderes mundiales en la Cumbre del Clima de Biden, mi padre me dijo que no se había sentido tan orgulloso y esperanzado en mucho tiempo. Me siento orgullosa de haber representado a México y a la juventud, especialmente cuando el discurso de AMLO se quedó corto”, escribió en Twitter la joven activista.
El secretario Blinken presentó a la joven @xiyebastida de @Fridays4future en el #LeadersClimateSummit hoy. “XiYe es una inspiración para todos nosotros mientras trabajamos juntos para dejar un planeta mejor para las generaciones futuras.” https://t.co/u2DhXmlAsx
— USA en Español (@USAenEspanol) April 22, 2021
LA MIGRACIÓN A EU
Xiye nació y creció en el Estado de México, en San Pedro Tultepec. Hija de ambientalistas, pertenece a la comunidad indígena mexicana Otomí-Tolteca, además de tener raíces chilenas por parte de su madre. En 2015, Bastida vio cómo su comunidad se inundó a causa de las lluvias torrenciales que desbordaron el río Lerma y sumergieron gran parte del pueblo. “Esta fue la primera vez que vi la crisis climática”, compartió la joven en declaraciones a la ONU Hábitat en septiembre de 2019, en el marco de su participación en el Noveno Foro Urbano Mundial de ONU-Hábitat en Malasia.
A raíz de esa inundación, que además afectó a los cultivos de la zona, debido a los contaminantes que son arrojados al río Lerma, Xiye y su familia se mudaron a Nueva York. Ahí, vivió de nueva cuenta los estragos climáticos, en esa ocasión producidos por el huracán “Sandy”. Esa experiencia, compartió, la hizo ver que el mundo se encuentra en “un punto de inflexión en el que vi cuán global era la crisis climática y cómo afectaba en diferentes formas a todas partes”.
“Cuando vine a Nueva York, vi cómo el huracán “Sandy” había afectado las comunidades aquí y me di cuenta de que la crisis climática te persigue a todos lados a los que vayas, y no va a discriminar a quien afecta, va a pasar en todo el mundo. Entonces por eso es muy importante para mí que actuemos y que hagamos algo. Esto es sobre nuestra generación y cómo vamos a crecer y en qué mundo vamos a crecer. Y necesitamos que ustedes sean parte de nuestro movimiento, porque esto es sobre el presente de nuestras comunidades y el futuro de las personas jóvenes”, compartió Xiye sobre aquella experiencia a Amy Goodman, de Democracy Now! en septiembre de 2019.
Desde entonces, Xiye se involucró y ocupó para visibilizar la crisis climática que yace sobre la humanidad. Fue así que comenzó a organizar marchas semanales en Nueva York dentro del movimiento Fridays For Future, el cual exige mayores compromisos sobre reducción de emisiones.
LAS MANIFESTACIONES
Aunque quizá uno de los momentos cumbres de su activismo se dio en marzo de 2019 cuando organizó su primera huelga escolar en Manhattan, la cual fue respaldada por 600 estudiantes. Meses después se involucró como una de las principales organizadoras del mitin del 20 de septiembre en Nueva York, al cual se sumaron unas 315 mil personas en esa ciudad, para exigir una acción más decidida y urgente contra el cambio climático.
“Necesitamos cambiar nuestra cultura y nuestra narrativa. Por demasiado tiempo, la narrativa ha sido que esta es una cosa grande y lejana que sucederá en 2100. Pero la contaminación está aquí. Las olas de calor están aquí. Los incendios forestales están aquí. El derretimiento de los polos está aquí. Las inundaciones están aquí. Los huracanes categoría 5 están aquí. La crisis ya está aquí”, señaló en ese sentido a Nexus Media News en ese entonces.
En esa protesta participación además de Xiye, la adolescente sueca Greta Thunberg que ha inspirado a miles de jóvenes en el mundo con sus protestas, entre ellas a la propia Bastida, a quien ya empiezan a llamar como “la Greta Thunberg de América”. La manifestación de ese 2019 tuvo lugar unos días antes de la cumbre de acción climática convocada por la ONU en Nueva York, en el cual participó Bastida.
“Gran parte de mi vida ha cambiado por completo desde que me convertí en activista. Estoy en huelga todos los viernes frente a la ONU. No solo soy una activista, también soy organizadora, por lo que estoy constantemente de guardia. Solía hacer gimnasia y ya no hago gimnasia. He estado en la escuela como tres días desde que comenzó este año escolar […] Pero es extraño porque mi prioridad siempre fue la escuela y ahora parece que puedo posponerlo porque estamos haciendo un trabajo tan importante en este momento. Nunca hubiera pensado que la escuela se convertiría en mi segunda prioridad. Pero creo que es porque amo aprender y amo investigar y leer mucho sobre la crisis climática”, expresó a The Huffington Post días después de las manifestaciones de ese año.
Another Friday on #ClimateStrike at the @UN headquarters. Today we got students and teachers from all over New York City who are eager to mobilize their schools for September 20th! pic.twitter.com/cgciWcXSgf
— Xiye Bastida (@xiyebastida) September 13, 2019
“SALVAR AL MUNDO EN LA ADOLESCENCIA”
Para Xiye es imposible abordar la crisis climática sin hablar de justicia y racismo ambiental. En ese sentido, ha dicho que los pueblos indígenas fueron los primeros desplazados por la crisis climática cuando trasladaron sus reservas para construir oleoductos. Ella cree, de hecho, que no se puede resolver la crisis climática con el mismo pensamiento que nos metió en ella. “Ahí es donde entran los indígenas”, según compartió ella misma a la ONU Hábitat. “Siempre hablo de cómo debemos cuidar la tierra porque la tierra nos cuida. Hay reciprocidad en todo. La crisis climática es tan violenta y por eso tenemos que enfrentarla con el mismo amor, respeto y paz ”.
No obstante, las motivaciones que existen detrás de su lucha por evidenciar la magnitud de la crisis climática, las compartió Xiye en una carta que escribió a su abuela, la cual leyó en octubre de 2020 en TEDxRíodelaPlata, una iniciativa sin fines de lucro de la Fundación Ideas que Transforman. En el escrito ella reflexiona sobre lo que la llevó a convertirse en una voz líder para el activismo climático global, desde la movilización de huelgas escolares por el clima hasta hablar en la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas junto a Greta Thunberg.
“Salvar al mundo en la adolescencia significa ser bueno con las palabras, entendiendo la ciencia detrás de la crisis climática, aportando una perspectiva única al tema para destacar y olvidarse de casi todo lo demás. Pero a veces, quiero preocuparme de otras cosas de nuevo. Quiero poder cantar, bailar y hacer gimnasia. Realmente siento que si todos cuidamos de la Tierra como una práctica, como una cultura, ninguno de nosotros tendría que ser activista climático a tiempo completo”.