La meta de Joe Biden es mucho más ambiciosa que la que asumió en 2015 el Gobierno del entonces Presidente Barack Obama al firmar el Acuerdo de París, que consistía en reducir las emisiones entre un 26 y un 28 por ciento para 2025, con respecto a los niveles de 2005.
Washington, 22 abr (EFE).– El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometerá este jueves a recortar las emisiones con efecto invernadero de su país entre un 50 por ciento y un 52 por ciento para 2030, según indicó la Casa Blanca.
Biden anunciará este nuevo compromiso en unas horas durante la primera jornada de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, una conferencia virtual organizada por la Casa Blanca en la que participarán 40 líderes internacionales.
Esta nueva meta de reducción de emisiones de entre el 50 por ciento y el 52 por ciento con respecto a los niveles de 2005 prácticamente dobla el objetivo que asumió Estados Unidos bajo el Acuerdo de París.
El plan de Biden encaja con lo que le habían solicitado numerosos grupos medioambientales y científicos del país, además de grandes compañías como Walmart, Apple, McDonald’s y Starbucks, que habían pedido que Estados Unidos recortara para finales de esta década sus emisiones a la mitad.
No se espera que Biden detalle claramente cómo planea conseguir ese objetivo, aunque la Casa Blanca ya ha dejado claro en su proyecto de ley sobre empleos e infraestructura que considera clave acelerar la transición hacia las energías renovables y apostar por los vehículos y baterías eléctricos.
El anuncio de Biden busca espolear nuevos compromisos de otros países de cara a la cumbre de la ONU sobre el clima COP26, que el Reino Unido presidirá en noviembre en Glasgow (Escocia).
El nuevo compromiso de Estados Unidos estaría por detrás del que ha asumido la Unión Europea (UE), que ha aumentado su objetivo de reducción de emisiones para 2030 al 55 por ciento y buscará la neutralidad de carbono para 2050; y también del Reino Unido, que ha anunciado un recorte del 78 por ciento para 2035.
Sin embargo, el resto de países más contaminantes, como Rusia, la India y China, no se han comprometido con porcentajes específicos, aunque Pekín sí ha afirmado que llegará al tope de sus emisiones de carbono antes de 2030 y alcanzará la neutralidad para 2060.