Una anciana de 101 años de edad se recuperó con éxito de la COVID-19, luego de estar varios días hospitalizada en la ciudad de Lugo, en la región de Aragón; es la segunda mujer de esa edad que logra vencer el coronavirus, la primera fue una italiana de 102 años de edad en Génova, conocida como “Nonna Lina”.
Lugo, España, 22 abril (EFE).- Una anciana española de 101 años de edad recibió el alta médica este miércoles en la ciudad de Lugo (noroeste), tras varios días hospitalizada por la COVID-19.
Se trata de la segunda anciana de esa edad que se recupera de la enfermedad en España, después de que otra mujer de 101 años fuera dada de alta en la región de Aragón (noreste) a finales de marzo.
Al recibir el alta médica, la paciente fue despedida entre aplausos por gran parte del personal sanitario encargado de su cuidado, mientras de fondo se escuchaba “Resistiré”, el himno musical que se ha convertido en un símbolo de la lucha contra la pandemia en España.
De momento, la persona de más edad de la que se tiene constancia que se recuperado del coronavirus podría ser una mujer italiana de 102 años residente en Génova, conocida popularmente como “Nonna Lina” (abuela Lina), que superó la enfermedad a finales del mes pasado.
Otro caso de éxito es el de Luciano de 100 años, en Portugal, que fue dado de alto tras ser infectado por coronavirus.
“Es un caso de superación”, aseguraron los médicos del hospital São João, de Oporto, donde Luciano fue ingresado el pasado día 24 en estado crítico.
Los especialistas declararon que la mortalidad del virus no es exclusiva de los ancianos, pero son la población de mayor riesgo de perecer por la enfermedad.
La pandemia de coronavirus se ha cobrado hasta ahora en España la vida de 21 mil 717 pacientes y ha infectado a 208 mil 389 personas.
Por otro lado, hace unos días se dio a conocer la historia de una mujer belga de 90 años de edad que pidió a los doctores la desconectaran de un respirador, para salvar la vida de otra persona más joven pues ella había tenido una buena vida.
Al ser hospitalizada por dar positivo a COVID-19, la mujer rechazó hacer uso del equipo. “No quiero usar la respiración artificial. Déjenla para los pacientes más jóvenes. Ya he tenido una buena vida”, manifestó entonces a los doctores, para fallecer días después.
