Un recuento hecho por SinEmbargo durante el primer debate presidencial arrojó que AMLO recibió casi la mitad de los ataques que se hicieron entre todos los candidatos a Los Pinos; Anaya, el 18; Meade el 17; Zavala el cuatro; y “El Bronco” el tres por ciento. En contraste, Rodríguez Calderón fue quien lanzó más bolas ensalivadas (26 por ciento), seguido de Anaya y Meade (22 por ciento cada uno), Zavala (21 por ciento) y al final, López Obrador (nueve por ciento).
Quien más propuestas hizo fue el panista (14 en total). Le siguieron la independiente Zavala (con 12), el morenista y el priista (nueve cada uno), y al final, “El Bronco” (siete). En conjunto, los cinco aspirantes presidenciales hicieron 51 promesas y 77 ataques. López Obrador se entretuvo en las réplicas: la cantidad de ataques que recibió lo obligaron a gastar tiempo en responderle a sus adversarios.
Ciudad de México, 23 de abril (SinEmbargo).– Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, se convirtió en el centro de los ataques de sus oponentes durante el primer debate de la campaña presidencial 2018, tal y como lo previeron analistas consultados por SinEmbargo. El recuento muestra que el 49 por ciento de los embates recayeron sobre él.
En el primer debate presidencial de este proceso electoral –realizado en el Palacio de Minería en la Ciudad de México– se planteó como tema general Política y Gobierno, y se dividió en tres bloques: Seguridad Pública y Gobierno, Combate a la Corrupción e Impunidad, y Democracia Pluralismo y Grupos en Situación de Calle.
En todos los bloques, el político tabasqueño fue cuestionado por sus propuestas al punto que en uno de ellos el candidato que representa a los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT), dijo a sus oponentes: “Me están echando montón”. Los números muestran que López Obrador debió gastar gran parte de su tiempo en defenderse: fue el que más réplicas tuvo. Esto como consecuencia de la cantidad de ataques.
Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, más suelto, se convirtió en el que mayor ataques lanzó; sin embargo, él mismo reconoció que no haría propuestas pues apenas las está recogiendo de los propios ciudadanos y será hasta el tercer mes de la campaña, en junio próximo, cuando difunda su plataforma de propuestas para gobernar a México.
Ricardo Anaya Cortés, candidato de la coalición “Por México al Frente” –integrada por los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC)– mostró buenas maneras para debatir: combinó sus propuestas con ataques a sus adversarios, pero también ocupó parte de su tiempo para responder por los señalamientos que le hicieron en torno a su modo de vida “de magnate”, como le dijo José Antonio Meade Kuribreña, y la presunta corrupción en el caso de la compra-venta de una bodega industrial en Querétaro, su estado natal.
En tanto, Meade –candidato de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (PANAL)– se concentró en cuestionar tanto a AMLO como a Anaya. Sin embargo, el abanderado priista fue el centro de las más duras críticas cuando la atención abordó la corrupción del PRI, de sus gobernadores, del Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, incluidos los casos de Odebrecht, la llamada “estafa maestra”, el socavón de la autopista México-Morelos y, entre otros, su cercanía con el priista César Duarte Jáquez, ex Gobernador de Chihuahua, hoy prófugo de la justicia.
Margarita Zavala Gómez del Campo se defendió de los cuestionamientos sobre su posible gobierno. Si ella resultara electa Presidente, ¿gobernaría ella o su esposo, el ex mandatario Felipe Calderón Hinojosa?, preguntaron sus adversarios. Durante su participación se dirigió varias veces a los mexicanos para decir que ella era la única candidata que se comprometía a dar la cara y a responderles por todas las promesas; que para ello abriría un observatorio ciudadano. Trató de llamar la atención de las mujeres en varios momentos del encuentro y también, reiteró lo que antes le fue criticado: su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y a mantener a las fuerzas armadas en la calle para combatir la inseguridad.
El primer debate oficial de los candidatos a la Presidencia de la República inició a las 20:00 horas de este domingo. Durante poco más de dos horas consecutivas, los cinco aspirantes -cuatro hombres y una mujer- hicieron un total de 51 propuestas sobre “seguridad pública y violencia”, “combate a la corrupción y a la impunidad” y “democracia, pluralismo y grupos vulnerables”. También repartieron 77 ataques entre sí.
El candidato puntero en las encuestas tuvo que enfrentar la mayor parte de las ofensivas: recibió 38 en total (el 49 por ciento de los ataques). Pero no se quedó bateando en home. El político tabasqueño también abordó el montículo para lanzar una que otra bola curva con la intención de evitar que sus contrarios se le adelantaran en la carrera presidencial.
Atacó de manera indirecta a los candidatos Ricardo Anaya Cortés y José Antonio Meade Kuribreña. Además de criticar a la “mafia del poder”, el tabasqueño habló en tres ocasiones sobre las malas gestiones de los gobiernos priistas; y en dos más, refirió que las malas condiciones en que se encuentra el país también son culpa de las administraciones panistas.
El conteo de ofensivas hechas por López Obrador finalizó en siete. Y a lo largo del proceso, se vio obligado a replicar en 11 ocasiones las acusaciones en su contra. “Me traen en la punta de la lengua”, fue otra de sus expresiones más emblemáticas de la noche.
Cuando fue atacado, AMLO se mostró sereno e incluso sonrió confiado. Sin embargo, sus réplicas no fueron contundentes. Tampoco las nueve promesas que hizo. Dijo cosas tan generales como que convocaría a “personalidades que conocen de la materia para solucionar el problema de la violencia”, “vamos a acabar con la corrupción”, a “gobernar con el ejemplo” y a “acabar con privilegios”.
AMLO, EL BLANCO PREFERIDO
Previo al debate, “El Peje” fue la primera tendencia en Twitter con #MéxicoConAMLO. A las 22:30 horas de ayer, la única mención acerca del morenista se colocaba en la quinta posición de las tendencias con #AMLO.
En contraste, Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, causó euforia entre los internautas, sobre todo cuando mencionó entre sus propuestas “mocharle -literalmente- la mano a los delincuentes”. A las 20:00 horas, en Twitter, estuvo en segundo lugar (justo por debajo del ex Jefe de Gobierno). Concluido el evento era la primer tendencia en redes, según el análisis de la Unidad de Datos de SinEmbargo.
En este debate, Rodríguez Calderón fue el primero en tomar la palabra. Con un novedoso uniforme independiente, el oriundo de Nuevo León se definió como una “víctima de este país” porque perdió un hijo por la violencia y nadie le ayudó.
Del candidato morenista dijo que habla con “marrullería”; y de Jose Antonio Meade, que presenció las triangulaciones corruptas del gobierno. Nadie de los presentes se salvó de sus ataques, ni siquiera el periodista Sergio Sarmiento. Miró a todos los presentes y disparó la bola más recta y fuerte que pudo: Dijo que de ganar correrá a todos los partidos “sin jubilación” y se lamentó, desde el montículo en que repartió 20 ataques, que sus opositores fueran parte de aquello contra lo que quieren luchar: corrupción, impunidad, atropellos…
El ex Gobernador de Nuevo León fue el último en llegar a la carrera presidencial gracias a una polémica decisión del Tribunal Electoral. Este hecho no pasó desapercibido entre quienes debatieron (“El Bronco” fue atacado dos veces). Meade y Zavala lo hicieron notorio. “Miren al Bronco”, fue la expresión que usó el priista cuando refirió que había quienes llegaron a la contienda sin merecerlo.
Por su parte, el candidato del “Frente por México”, Ricardo Anaya Cortés, comenzó la justa criticando las posturas de Andrés Manuel. Dijo que el fundador de Morena había propuesto una amnistía a los criminales y que eso “es una locura”. Asimismo mencionó que López Obrador “engaña a la gente” con cifras que no son reales.
Poco a poco Anaya descubrió sus propuestas (hizo 14 en total). Fue desde la primera entrada cuando decidió complicarle el juego al político tabasqueño y a Meade. De sus 17 ataques, 13 fueron dirigidos al morenista y cuatro al priista.
Pero Anaya también fue objeto de ataques (hubo 14 en su contra). En una jugada de peligro, el político queretano se vio obligado a barrerse para llegar en safe a una de las bases, luego de que sus opositores (sobre todo “El Bronco” y Meade) recordaran al público televidente que estuvo vinculado en la compraventa de un terreno y una nave industrial en Querétaro, misma que supuestamente involucró lavado de dinero y empresas fantasma.
Al respecto replicó que no habían pruebas en su contra. Sólo se defendió en tres ocasiones. El resto de las acusaciones las dejó correr esperando que hubiera base por bolas (el silencio en un debate, asimismo, es estrategia).
Jose Antonio Meade Kuribreña, por su lado, jugó en contra de AMLO en 14 ocasiones. El resto de sus 17 ataques los dedicó a Ricardo Anaya (dos) y a Jaime Rodríguez Calderón (uno). Durante el debate también intentaron poncharlo. Lo atacaron 13 veces, de las cuales, dos fueron en contra de su partido.
Sus adversarios le reprocharon, entre otras cuestiones, casos como la estafa maestra, Odebrecht, el socavón y la impunidad que reina allí donde se alza el PRI (César y Javier Duarte, entre los múltiples ex gobernadores encarcelados y buscados por corrupción).
No obstante, Meade es un jugador sencillo: si puede batear un cuadrangular lo hace. Si no, se conforma con tocar la bola para correr a base. Pero esta noche abanicó cuando le dijeron que él, en calidad de abanderado del partido tricolor, representa a lo peor del país. Como consecuencia, el tecnócrata no pudo negar la sombra del PRI, que por sí sola, le ensucia la carrera.
Finalmente, de parte de la independiente Margarita Zavala Gómez del Campo, hubo ataques y promesas (16 contra 12). Sobre sus adversarios mencionó que son incongruentes en sus respectivos discursos (como en el caso de AMLO que dice que es honesto, pero que incluye en Morena a personajes como Napoleón Gómez Urrutia). De los ataques de Zavala, la mayoría fueron contra López Obrador (siete); aunque también arremetió contra Anaya (cinco), Meade (tres) y “El Bronco” (una).
La ex panista no dejó de mencionar que al llegar a Los Pinos tendrá su “propia identidad”, y por tanto, las decisiones las tomará ella y no su esposo, el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Este tipo de expresiones respondió a señalamientos como los de “El Bronco” que cuestionaron su independencia política, por ejemplo.
En total, la ex Primer Dama de México recibió tres ataques (todos de parte de “El Bronco”). Pero en todo momento -considerando que va abajo en las encuestas y que es su primer juego de grandes ligas- Zavala se mostró decidida.
Anoche, los cinco candidatos a la Presidencia de la República dieron su mejor esfuerzo en un intento por convencer al electorado de votar por ellos. AMLO, hasta ahora, se encuentra en tercera base y es el favorito para ganar la carrera. Anaya y Meade siguen peleando por la segunda base (pero el panista lleva ventaja). Y los candidatos independientes (Zavala y “El Bronco”), más cuestionados que vitoreados, no han logrado conectar un buen hit.
El conteo final: López Obrador recibió el 49 por ciento de los ataques; Anaya el 18; Meade el 17; Zavala el cuatro; y “El Bronco” el tres por ciento. En contraste, “El Bronco” fue quien lanzó más bolas ensalivadas (26 por ciento), seguido de Anaya y Meade (22 por ciento cada uno), Zavala (21 por ciento) y AMLO (nueve por ciento).
Entre AMLO, Anaya, Meade, Zavala y “El Bronco”, quien más propuestas hizo fue el panista (14 en total). Le siguieron la independiente Zavala (con 12), el morenista y el priista (nueve cada uno), y al final, “El Bronco” (siete). En conjunto, los cinco aspirantes presidenciales hicieron 51 promesas y 77 ataques.