El asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta cumple tres décadas. En este periodo de tiempo, realizar una evaluación del PRI toma relevancia frente a una elección presidencial y frente a muchos mitos generados alrededor de la figura del político sonorense que planteó en su icónico discurso no solo la frase de “México tiene hambre y sed de justicia”, sino que desmintió a quienes aseguraron que “la transformación democrática de México exige la desaparición del PRI”.
Ciudad de México, 22 de marzo (SinEmbargo).- La elección presidencial de 1994, en la que participaría Luis Donaldo Colosio Murrieta como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), estaba bajo diversos factores relevantes como la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLCN) unos meses antes y una incipiente crisis económica.
Pero en el ámbito político, la elección presidencial de ese año ponía de nuevo al PRI a la vista de todos, luego del fraude electoral de 1988 que colocó como Presidente a Carlos Salinas de Gortari. Ese episodio desembocó en otros sucesos, ya que el pretexto de “la caída del sistema”, el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el protagonismo de distintos líderes de izquierda materializó y dio cauce a ese malestar que existía en una gran parte de la sociedad.
Esto le trajo más animadversión al que era en ese entonces el partido más poderoso de este país y que se autonombraba “heredero de la Revolución Mexicana”.
A la par, el nacimiento del Partido de la Revolución Democrática (PRD) suponía un riesgo para el control no sólo de la Presidencia sino de las entidades y el Congreso.
El 23 de marzo, en Lomas Taurinas, Tijuana, fue asesinado el candidato del PRI. A unos meses de la elección el Partido decidió ir con Ernesto Zedillo Ponce de León y el 21 de agosto ganó con 17 millones 181 mil votos; Diego Fernández de Cevallos, candidato del PAN, obtuvo 9 millones 146 mil votos y Cuauhtémoc Cárdenas, el primer candidato presidencial del PRD, 5 millones 852 mil.
Después del magnicidio –que hasta la fecha sigue sin estar resuelto–, el PRI convirtió a Colosio en uno de sus mártires. Utiliza su imagen y sus discursos para campañas políticas, cada año realizaba eventos conmemorativos y creó la Fundación Colosio que es un instituto de formación e investigación y elabora, en teoría, planes de gobierno y la plataforma electoral del partido.
Seis años después perdió la candidatura presidencial por primera vez en su historia. El partido fundado en 1928 bajo las siglas del Partido Nacional Revolucionario (PNR) y posteriormente, Partido de la Revolución Mexicana (PRM), había dado hasta el momento 12 Presidentes de la República, pero Zedillo entregó la banda a Vicente Fox Quesada.
A 30 años de esa elección que puso de nuevo al PRI frente a una contienda presidencial luego de un fraude, la realidad luce muy distinta: el partido llega sin candidato presidencial propio; llega en alianza con su opositor, el PAN; llega como tercera fuerza política y con una sola entidad en la bolsa, Coahuila.
Con base en la encuesta de Enkoll de marzo de 2024, el 69 por ciento ya decidió por quién votará el próximo 2 de junio. Desde la medición realizada en julio de 2023, la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum concentra más del 50 por ciento de las preferencias, llegando a 63 por ciento actualmente. La candidata del PRI, PAN y PRD, Xóchitl Gálvez tiene un 33 por ciento; en julio capturó el 30 por ciento.
En concreto sobre el rechazo, el PRI lidera la pregunta de ¿por cuál partido nunca votaría? Enkoll le da el 49 por ciento de rechazo efectivo y a sus aliados el PAN y el PRD, el 19 y 6 por ciento, respectivamente.
Con base en esos datos, es el PRI, el partido más antiguo de México el que tiene el reto de sobreponerse a la crisis agudizada en los últimos 10 años. Aunque en 2012 demostró su capacidad de movilización y retomó el poder con 19 millones 158 mil 592 votos que llevaron a Enrique Peña Nieto a la Presidencia, el regreso duró poco, ya que en 2018 bajó hasta el tercer lugar a nivel nacional.
A la par, la historia del Poder Legislativo mexicano durante los últimos 60 años es una muestra más de su decadencia. En las últimas dos legislaturas, este partido, que por años presumió su aplanadora, tiene los peores índices de representación en las dos cámaras que permiten respaldar o bloquear el proyecto del Gobierno en turno.
Sin embargo, durante décadas, el PRI fue mayoría en ambas cámaras. Eso le permitió a los presidentes en turno, tanto a los de su partido como a los dos del PAN, contar con un legislativo que aprobó leyes de madrugada, en fines de semana o días festivos.
Actualmente, en la Cámara de Senadores, el PRI cuenta con 10 representantes, lo que lo coloca al mismo nivel que al Partido Verde y por debajo de Movimiento Ciudadano –partido en el que milita el hijo de Luis Donaldo Colosio-. En Diputados tiene 70 representantes, convirtiéndose en la tercera fuerza.
La decisión de Luis Donaldo Colosio Riojas de no formar parte del PRI y estar en las filas de MC puede ser una de las causas por las que la figura de Colosio ha dejado de tener un peso primordial en el tricolor. Este 2024 no fue un recordatorio del discurso que dio el 6 de marzo, días antes del atentado, en que lanzó la frase de “México tiene hambre y sed de justicia”. Sí fue retomada por Xóchitl Gálvez el pasado 12 de noviembre aunque lanzó un “hambre de sed” a falta de telepromter.
Ese fue el último guiño abierto a Colosio
El 6 de marzo, el Presidente Nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas subió un tuit al filo de las 20 horas: “Se cumplen 30 años de aquel histórico mensaje de Luis Donaldo Colosio Murrieta en el Monumento a la Revolución. Sus palabras siguen vigentes, sobre todo ahora que México exige toda la capacidad y el compromiso del PRI”.
De los personajes políticos cercanos a Colosio no todos están alejados del PRI. Manlio Fabio Beltrones está en la antesala de regresar al Congreso aunque los señalamientos sobre su papel en el caso continúan. En 1994, Beltrones era Gobernador de Sonora y viajó a Tijuana luego del asesinato y por órdenes del Presidente Salinas de Gortari.
Sobre eso hay dos versiones. La de Mario Aburto, señalado como el autor material del asesinato, que sostiene que Beltrones lo torturó durante uno de los primeros interrogatorios que se le realizaron. La versión de Beltrones que cuando él llego a la Procuraduría en Tijuana, ya no se encontró con Aburto.
Otros dos políticos sí optaron por alejarse del PRI. Alfonso Durazo, actual Gobernador de Sonora por Morena, ha sido considerado uno de los hombres más cercanos al priista de quien fue Secretario Particular cuando era titular de la Sedesol de Salinas de Gortari.
El otro caso es Agustín Basave, también colaborador de Colosio, que dejó al PRI en 2002 y militó en el PRD del 2005 al 2018. Actualmente no milita ya en ningún partido; su hijo al igual que el hijo de Colosio Murrieta, forman parte de MC.