Al menos 14 personas murieron en distintos hechos delictivos en Guanajuato. En un ataque a un palenque ocho personas fallecieron, mientras las otras seis fueron ejecutadas o descuartizadas.
Sin embargo, de la inseguridad que ha colocado a Guanajuato como un foco rojo a nivel nacional, el gobierno del estado se lavó las manos en la glosa del VI informe de gobierno de Miguel Márquez Márquez.
Guanajuato/Ciudad de México, 22 de marzo, (ZonaFranca/SinEmbargo).- Además del ataque armado registrado anoche en el municipio de Purísima del Rincón, con saldo de ocho muertos y 22 heridos, la violencia siguió desbordada en distintos puntos del estado.
Personas descuartizadas y ejecutadas, algunas con mensajes entre grupos delincuenciales, suman hasta este mediodía seis víctimas mortales.
Los homicidios de las últimas horas fueron registrados en Salamanca, Pénjamo (2), Yuriria (2) y Celaya.
En Salamanca, la mañana de este jueves un cuerpo desmembrado fue abandonado en calles de la colonia San Juan de la Presa, la altura de la salida de Salamanca a Celaya. Junto al cadáver fue encontrado un mensaje con amenazas de un cartel a otro; no se informó el sexo de la víctima.
El hallazgo de esta mañana estaría vinculado a un enfrentamiento el martes entre grupos criminales en Querétaro, que dejó tres muertos y un lesionado, todos de origen guanajuatenses.
En tanto que en Pénjamo, un cuerpo fue encontrado a las orillas del Río Lerma en la comunidad de Santa Ana Pacheco, por la mañana del miércoles, el cual ya se encontraba en estado de descomposición. Pero por la tarde del mismo miércoles, sujetos armados interceptaron a un hombre en la carretera La Herradura y después lo asesinaron, pese a que la víctima viajaba junto con otros amigos en el mismo vehículo. No se informó de lesionados.
En Celaya fue localizado el cuerpo de un hombre maniatado, el cual fue abandonado la tarde del miércoles a un costado la carretera estatal Celaya-Juventino Rosas, en la entrada de la comunidad de Roque.
En Yuriria, dos hombres fueron atacados a balazos y murieron por las heridas en dos hechos diferentes. En el primer caso, en el interior de una cantina ubicada en el centro de la ciudad, donde el cantinero fue acribillado a balazos. Otra persona corrió la misma suerte, pero en la calle principal de la comunidad de Casacuarán.
Sobre el ataque a asistentes en un palenque de Purísima del Rincón, esta mañana se hizo oficial que fueron 8 personas fallecidas y once lesionadas, según la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), que confirmó que identificó a seis de los hoy occisos. No obstante, fuentes en el Sistema de Urgencias del Estado de Guanajuato (SUEG) llegaron a contabilizar 22 heridos.
Por ninguno de los casos descritos, al menos hasta el momento, hay informes de personas detenidas.
“SITUACIÓN, CULPA DE TODOS MENOS DEL GOBIERNO”: ALVAR
De la inseguridad que ha colocado a Guanajuato como un foco rojo a nivel nacional, el gobierno del estado se lavó las manos en la glosa del VI informe de gobierno de Miguel Márquez Márquez.
El secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca, que fungió como el vocero en el rubro de seguridad ante diputados locales, culpó a los ciudadanos, municipios, al gobierno federal, al desarrollo económico y al crecimiento demográfico de la oleada de violencia sin precedentes en la entidad que abarca desde ejecuciones de niños, mujeres, hombres, asaltos, robos y robo de combustible (huachicol).
Desde el inicio de la reunión, que se prolongó durante más de cuatro horas, el funcionario estatal reconoció el incremento en delitos como homicidios y huachicol, pero insistió en que son delitos que no competen al estado.
Cabeza de Vaca sostuvo que el esfuerzo que ha hecho el gobierno del estado ha sido reconocido por la Comisión Nacional de Seguridad, incluso afirmó que el modelo policial que tiene la entidad es óptimo, pero no se replica a nivel municipal.
Los legisladores, incluyendo la oposición, se mostraron complacientes y poco rigurosos, pese al fracaso de programas y acciones, y de que la inseguridad constituye el mayor problema visto por la población.
Alvar consideró que no se podía comparar la seguridad que había en 2009 a la que hay en 2017 porque transcurrieron ocho años en los que han llegado a vivir personas de otros estados con índices históricos de violencia como Tamaulipas, Guerrero y Michoacán.
