La Casa Blanca confirmó el castigo justo antes del anuncio oficial de Trump, y aseguró que, por otra parte, el Presidente pedirá a su equipo demandar a China ante la Organización Mundial del Comercio por supuestas violaciones de leyes comerciales. Esto pone al mundo a un pie de la peor guerra comercial en tiempos modernos.
Por Paul Wiseman y Ken Thomas
Washington, 22 de marzo (AP).- El Gobierno del Presidente Donald Trump impuso este jueves una serie de medidas contra la inversión china y aranceles contra importaciones chinas valuadas en 50 mil millones de dólares, con las que busca castigar a China porque alega que el país asiático se está robando la tecnología estadounidense y está presionando a las empresas de Estados Unidos a entregarla.
China responderá, por supuesto, y de esta manera se habrá iniciado la peor guerra comercial de la historia reciente.
La Casa Blanca informó que Trump ordenará la oficina del representante comercial estadounidense (USTR) que en un plazo de 15 días publique una lista de propuestas de aranceles para ser comentadas por la ciudadanía.
La USTR ya ha identificado objetivos potenciales: mil 300 líneas de producto valuadas en unos 48 mil millones de dólares. El Presidente también pidió al secretario del Tesoro Steven Mnuchin presentar una lista de restricciones a las inversiones chinas.
Al mismo tiempo, cadenas minoristas, empresas del sector electrónico y agrícola se preparaban para conocer las “medidas necesarias” que prometió el gobierno chino para defenderse de las acciones que anuncie Trump. Los mercados bursátiles bajaban el jueves por la mañana a la espera del anuncio de Trump.
Decenas de grupos industriales enviaron una carta a Trump la semana pasada advirtiéndole que la “imposición de aranceles generalizados desatará una reacción en cadena de consecuencias negativas para la economía estadounidense, provocando represalias, lo que sofocará a la agricultura estadounidense, bienes, servicios y exportaciones y elevará los costos para los consumidores”.
El anuncio culmina con una investigación de siete meses de Estados Unidos sobre las tácticas que han permitido a China desafiar la supremacía estadounidense en tecnología, entre ellas usar hackers para robar secretos comerciales y exigir que empresas norteamericanas entreguen secretos comerciales a cambio de tener acceso al mercado asiático. Washington dice que los años de negociaciones con Beijing no han dado resultados.
Los grupos empresariales opinan que se necesita hacer algo ante el enérgico avance tecnológico chino, pero les preocupa que Beijing responda aplicando sanciones a las exportaciones de aviones, soja y otros productos estadounidenses en una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo.