Los gobernantes de Estados Unidos y países aliados de Europa indicaron que oligarcas y bancos rusos bajo su jurisdicción serán sancionados, por lo que se congelarán cuentas a líderes civiles de la jerarquía rusa y a dos bancos considerados particularmente cercanos al Kremlin y al Ejército ruso, con más de 80 mil millones de dólares en activos.
Por Vladimir Isachenkov, Yuras Karmanau y Aamer Madhani
MOSCÚ, 22 de febrero (AP).— El enfrentamiento entre Rusia y Occidente en torno a Ucrania se intensificó drásticamente el martes, ya que los legisladores rusos autorizaron al Presidente Vladimir Putin el uso de fuerza militar fuera del país y el mandatario estadounidense Joe Biden y gobernantes europeos respondieron con nuevas sanciones contra oligarcas y bancos rusos.
Ambos mandatarios indicaron que podría haber una confrontación mayor en puerta. Putin aún no desata el poderío de sus 150 mil soldados desplegados en tres flancos de Ucrania, mientras que Biden se reservó sanciones más estrictas que podrían causar una crisis económica en Rusia, pero dijo que procederá si se presenta una mayor agresión.
Las medidas, acompañadas con el reposicionamiento de tropas adicionales de Estados Unidos en las naciones bálticas del flanco oriental de la OTAN que colindan con Rusia, se produjo mientras las tropas rusas ingresaban a zonas bajo control rebelde en el este de Ucrania luego de que Putin dio a conocer que su país reconocía la independencia de las regiones separatistas, en un claro desafío a las demandas de Estados Unidos y Europa.
En la Casa Blanca, Biden dijo que el Kremlin había violado claramente la ley internacional con lo que describió como el “principio de una invasión rusa a Ucrania”. Advirtió que habrá más sanciones si Putin va más lejos.
“Estamos unidos en nuestro apoyo a Ucrania”, declaró Biden. “Estamos unidos en la oposición a una agresión rusa”. En cuanto a las justificaciones o pretextos de Rusia para una invasión, Biden dijo: “No engañará a nadie. No hay justificación”.
Las esperanzas de una resolución diplomática a la amenaza de una invasión -que funcionarios estadounidenses han retratado durante semanas como prácticamente inevitable- parecían evaporarse. El Secretario de Estado Antony Blinken canceló sus planes para reunirse el jueves en Ginebra con su homólogo ruso, señalando que el encuentro no sería productivo y las acciones rusas indican que Moscú no toma en serio la posibilidad de encontrar una vía pacífica para resolver la crisis.
Las naciones occidentales buscaron presentar un frente unido y más de una veintena de miembros de la Unión Europea acordaron de manera unánime imponer su primera ronda de sanciones a funcionarios rusos. Alemania también dijo que suspendería el proceso de certificación del gasoducto Nord Stream 2 que se origina en Rusia, un lucrativo acuerdo que Moscú buscaba desde hace tiempo y que fue criticado por Estados Unidos por aumentar la dependencia de Europa en los hidrocarburos rusos.
En tanto, Estados Unidos tomó medidas para aislar al Gobierno ruso de financiamiento occidental al sancionar a dos de sus bancos y prohibirle comerciar su deuda en mercados estadounidenses y europeos.
Las sanciones incluyen a líderes civiles de la jerarquía rusa y a dos bancos considerados particularmente cercanos al Kremlin y al Ejército ruso, con más de 80 mil millones de dólares en activos. Según las sanciones, se congelarán todos los activos de esos bancos en jurisdicciones de Estados Unidos.
Biden pareció reservarse algunas de las sanciones financieras más estrictas y de mayor alcance que sopesa Estados Unidos, que incluirían ratificar la suspensión de Alemania a cualquier operación del gasoducto Nord Stream 2; una prohibición a las exportaciones que dejaría a Rusia sin acceso a alta tecnología para sus industrias y fuerzas armadas; y prohibiciones que dejarían de lado cualquier capacidad de Rusia para hacer negocios con el resto del mundo.
Today, I announced the first tranche of sanctions in response to Russia’s actions in Ukraine. And if Russia goes further with this invasion, we stand prepared to take further steps as necessary. pic.twitter.com/8t87wyMq6q
— President Biden (@POTUS) February 23, 2022
Biden informó del envío de tropas estadounidenses adicionales hacia el Báltico, aunque señaló que el despliegue es meramente “defensivo”, puntualizando que: “No tenemos intención de luchar con Rusia”. Washington enviará alrededor de 800 elementos de infantería y alrededor de 40 aeronaves de combate desde otros puntos de Europa, además de que los aviones de combate F-35 y helicópteros AH-64 Apache cambiarán de ubicación, según un funcionario de defensa.
Más temprano el martes, miembros de la Cámara Alta de Rusia, el Consejo de la Federación, aprobaron de manera unánime permitirle a Putin el uso de fuerza militar fuera del país, con lo que se formalizó el despliegue ruso a las regiones rebeldes, donde alrededor de 14 mil personas han muerto durante ocho años de conflicto.
Poco después, Putin presentó tres condiciones para poner fin a la crisis que ha amenazado con sumir a Europa en una nueva guerra, que elevaría la posibilidad de que se registre un gran número de víctimas, escasez en los suministros de energía en todo el continente y caos económico mundial.
Putin dijo que la crisis podría resolverse si Kiev reconoce la soberanía de Rusia sobre Crimea, la península en el mar Negro que Moscú se anexó de Ucrania en 2014; si renuncia a su intento de unirse a la OTAN y se desmilitariza parcialmente. Occidente ha denunciado la anexión de Crimea como una violación a la ley internacional y ha rechazado rotundamente la exclusión permanente de Ucrania de la OTAN.
Cuestionado sobre si ya envió soldados rusos a Ucrania y qué tan lejos podrían llegar, Putin respondió: “No he dicho que las tropas vayan a ir ahora mismo”. Añadió que “es imposible pronosticar un patrón de acción específico; dependerá de una situación concreta a medida que se presente”.