La pandemia de COVID-19 parecía estar en control en septiembre. Sin embargo, la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2 y la llegada de las fiestas navideñas, elevó el número de casos y decesos, durante los meses de enero y febrero.
–Con información de Associated Press
Ciudad de México, 22 de febrero (SinEmbargo).– Hace un mes se contaron 750 mil casos de coronavirus en todo el mundo en un solo día y aparecieron nuevas variantes en Reino Unido, Brasil y Sudáfrica. Fue el mayor pico. La tragedia (enfermos y muertos) puso al mundo contra la pared. Ahora hay un ajuste rápido a la baja: los casos nuevos se han reducido a la mitad, con contadas excepciones.
“Es un gran momento de optimismo, pero también es muy frágil en muchos sentidos”, dijo, a The New York Times, Wafaa El-Sadr, epidemióloga de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia. “Vemos la luz al final del túnel, pero sigue siendo un túnel largo”.
Y es cierto. La pandemia estaba más o menos bajo control en septiembre, cuando empezó un repunte que se agudizó con las fiestas de diciembre y se tradujo en un febrero terrible.
MEXICO Y EL PICO DE COVID
México vivió un repunte de la epidemia de COVID-19 desde inicios del mes de diciembre, el hecho presionó al sistema hospitalario del país y lo llevó a superar el 70 por ciento de capacidad tanto de camas generales como de espacios con apoyo respiratorio.
De acuerdo con la Secretaría de Salud federal, el segundo pico de la epidemia se localizó en la segunda semana del mes de enero, para posteriormente iniciar con un descenso pronunciado.
“El elemento que continuamos resaltando, la día de hoy, es este descenso importante, esta tendencia descendente que ya tenemos durante las últimas tres semanas, en donde para la medición de las últimas dos semanas continuamos con un descenso de 31 por ciento en relación a la semana 3 y 4” destacó el director de Epidemiología, José Luis Alomía, en la conferencia sobre COVID en México del pasado 9 de febrero.
A la fecha, el país estima que 2 millones 236 mil 606 prosas han contraído el virus. Del total, 53 mil 409, o el 2 por ciento, han presentado síntomas relacionados con el SARS-CoV-2 en los últimos 15 días.
Mientras los decesos se ubican en 180 mil 107, lo que ubica al país en el tercer puesto con más muertes por la pandemia, sólo detrás de Estados Unidos Brasil, según cifras de la Universidad estadounidense Johns Hopkins.
DOS CASOS: INDIA
Los casos de COVID-19 están subiendo en algunas zonas de India tras meses de declive continuado en el país, lo que llevó a las autoridades a imponer cuarentenas y otras restricciones para frenar el virus.
Los contagios habían ido cayendo en India desde septiembre y la vida ya ha vuelto a la normalidad en gran parte del país. En muchas ciudades se ven mercados atareados, calles bulliciosas y restaurantes casi llenos.
Pero los expertos habían alertado que no se comprendían por completo los motivos del éxito, y que el país de casi mil 400 millones de personas no podía permitirse bajar la guardia. Las autoridades de salud pública investigan ahora posibles mutaciones del virus que podrían hacerlo más contagioso y reducir la eficacia de algunos tratamientos y vacunas.
El repunte ha sido más pronunciado en el estado occidental de Maharashtra, donde se detectaron casi 7 mil casos en las últimas 24 horas, casi la mitad de los 14 mil confirmados el lunes en todo el país. La media semanal en el estado se ha multiplicado casi por dos, a 5 mil 229 nuevos casos, en las últimas dos semanas. La mayoría de los pacientes se concentran en unas pocas zonas, incluida la capital financiera del país, Mumbai.
Se han impuesto cuarentenas en algunas partes del estado y las autoridades cancelaron todos los programas religiosos o culturales. En un mensaje retransmitido el domingo a través de internet, el ministro jefe del estado, Uddhav Thackeray, dijo que otra ola de casos “llama a nuestra puerta”. Si la gente no cumple las medidas de salud pública como el uso de mascarillas podrían ser necesarias medidas más amplias y estrictas, advirtió.
DOS CASOS: GRAN BRETAÑA
Las campañas de vacunación contra el COVID-19 contribuyen a un descenso significativo de hospitalizaciones, según dos estudios del Reino Unido publicados el lunes, lo que aumenta las esperanzas de que las vacunas funcionen tan bien en el mundo real como lo han hecho en los estudios controlados.
Los resultados preliminares de un estudio en Escocia hallaron que la vacuna de Pfizer-BioNTech redujo las admisiones a hospitales en hasta 85 por ciento cuatro semanas después de administrar la primera dosis, mientras que la de Oxford-AstraZeneca redujo las admisiones en hasta 94 por ciento. En Inglaterra, los datos preliminares de un estudio de trabajadores de salud pública mostraron que la vacuna de Pfizer redujo el riesgo de contraer COVID-19 en 70 por ciento después de una dosis, una cifra que aumentó a 85 por ciento después de la segunda.
“Esta nueva evidencia demuestra que la inyección te protege, y protege a quienes están a tu alrededor”, dijo el secretario de Salud del Reino Unido Matt Hancock. “Es importante que tengamos tanta evidencia como sea posible sobre el impacto de la vacuna en la protección y en la transmisión, y seguiremos publicando evidencia conforme la reunamos”.
Los estudios fueron publicados en un momento en que el primer ministro Boris Johnson anunciaba planes para aliviar la cuarentena que tiene cerrados a bares, escuelas y tiendas no esenciales desde principios de enero. La distribución de las vacunas es crítica para que el país regrese a algún tipo de normalidad. Hasta el momento, más de 17.5 millones de personas han recibido una dosis, que representa más de una tercera parte de la población adulta del Reino Unido.
Gran Bretaña tiene la tasa de mortalidad más elevada por el brote en Europa, con más de 120 mil fallecimientos.