De los ocho inmigrantes que iban en el bote cinco eran mexicanos y tres fueron identificados como árabes, originarios de la República de Yemen, país ubicado en el sur de la península arábiga, a nueve mil millas de distancia de la frontera Tijuana-San Diego.
Ciudad de México, 22 de febrero (LaOpinión).- Una pequeña lancha que zarpó de las costas de Baja California, en México, con ocho migrantes indocumentados a bordo fue detectada por la unidad de Operaciones Aéreas y Marítimas (AMO) de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) cuando en la madrugada del viernes 21 de febrero atracaba en las costas de California.
El centro de operaciones de la Patrulla Fronteriza en el puerto de San Diego detectó a la 1:15 de la mañana del viernes una embarcación sospechosa que cruzaba las aguas del Pacífico procedente de costas mexicanas para ingresar a Estados Unidos.
#USBP agents responded to 2 maritime smuggling events in the last 24hrs. 5 Mexicans & 3 Yemenis were arrested near Coronado & at least 10 others got away near Torrey Pines SB. If you see something, say something! SD agents are responsible for over 100 miles of CA coastline. pic.twitter.com/xcMK42S7jY
— Chief Patrol Agent Aaron M. Heitke (@USBPChiefSDC) February 21, 2020
A pesar de la densa brisa marina que a esa hora de la madruga dificultaba la visibilidad, el pequeño bote de contrabando que cruzaba hacia Estados Unidos fue seguido por el radar de la unidad AMO.
Al llegar a la playa de Coronado State, en la bahía de San Diego, los ochos pasajeros bajaron de la panga y se echaron a correr al ver que eran esperados por agentes de la Patrulla Fronteriza.
Sin embargo, todos fueron capturados, cinco de ellos de forma inmediata y los otros tres fueron encontrados más tarde en el lugar donde se habían escondido.
De los ocho inmigrantes que iban en el bote cinco eran mexicanos y tres fueron identificados como árabes, originarios de la República de Yemen, país ubicado en el sur de la península arábiga, a nueve mil millas de distancia de la frontera Tijuana-San Diego.
Todos los detenidos, cuyas edades oscilan de los 19 a los 36 años, carecían de documentos migratorios por lo que fueron sometidos a proceso de deportación.