Los editores en México tuvieron que grabar todo por separado y con la mayor calidad posible para poder hacer de Roma una pieza única.
Por Berenice Bautista
Ciudad de México, 22 febrero (AP).- Quienes han visto Roma coinciden en que el sonido de esta película es bastante especial, y no están equivocados. En la cinta de Alfonso Cuarón el sonido es tan importante como la imagen, y a veces aún más.
“Eso era la intención, que no solamente apoyáramos lo que estábamos viendo… (sino) lo que no estábamos viendo para tener esta continuidad y que todo fuera una unidad”, dijo Sergio Díaz, editor de sonido mexicano nominado al Oscar por Roma junto con el estadounidense Skip Lievsay, en una entrevista reciente con The Associated Press.
La cinta tiene 10 nominaciones a los Premios de la Academia, que se entregan el domingo, incluyendo también a mejor mezcla de sonido. La edición considera la recolección de los sonidos en locación y a través de archivos, mientras que la mezcla concierne el trabajo en consola de todos esos elementos para crear la banda sonora. La edición de sonido sería equivalente a conseguir los tonos y colores; la mezcla sería crear una pintura con ellos.
La edición de sonido de Roma comenzó incluso antes del rodaje de la cinta, en Navidad de 2016, una fecha que suele ser muerta en la Ciudad de México. Ese fue el día que eligió Díaz para capturar sonidos de la capital menos contaminados con autos y ruidos, pues la ciudad que quería registrar dejó de existir hace décadas. Díaz envió equipos a grabar en el suburbio de Satélite, Coyoacán, la colonia (barrio) Roma y la Condesa.
El proceso total de creación del sonido duró 18 meses. Se registró y armó en la Ciudad de México con trabajo posterior de mezcla en Londres, Nueva York, Los Ángeles y Vancouver.
Los editores en México tuvieron que grabar todo por separado y con la mayor calidad posible para que funcionara con la tecnología Dolby Atmos, que convierte a la sala de cine en un sistema de 360 grados con sonidos a la derecha, izquierda, centro, medio, techo y parte trasera.
“Es algo muy hermoso porque la gente traduce esos sonidos en su propia imaginación y hay una conexión”, dijo Díaz, quien también ha colaborado con Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu. “En la propuesta cinematográfica la cámara panea todo el tiempo, entonces hay sonidos que entran y hay sonidos que salen, pero siempre están sucediendo cosas a tu alrededor de forma natural”.
El sonido incluye vendedores ambulantes, radios, aviones, camiones. Es tal el detalle en Roma, que incluso las charlas de los extras, que en la mayoría de las películas suelen ser solo ruidos sin sentido, tenían un guion escrito por Cuarón, y fueron grabadas una por una con micrófonos independientes.
“Para la gente de (la barriada de) Neza se hizo un casting de voces de la gente del perfil de Neza, para los hospitales otro casting con doctores reales, asistentes, todo real”, dijo Díaz. “En todo lo que sucedía había diálogos que entendías perfectamente y pueden estar sonando detrás de ti… En la sala del pre-parto, por ejemplo, cuando está (la protagonista) Cleo en un cubículo, al lado hay cinco cubículos más y cinco muchachas que están ahí a punto de tener un bebé. En cada cubículo había una conversación y todos estaban distribuidos en la sala”.
Lievsay, el otro nominado por la edición de sonido de Roma, había trabajado con Cuarón en Y tu mamá también y Gravity, por la que ganó el Oscar a la mejor mezcla de sonido. En el caso de Gavity enfrentaban un reto mayor, pues tenían que crear una experiencia sonora para el espacio, donde no hay sonido.
“Alfonso estaba muy interesado en el tipo de película que podríamos crear siguiendo la ciencia”, dijo Lievsay en una entrevista telefónica desde Nueva York sobre esa película, que también está en formato Dolby Atmos. En el caso de Roma no hay música incidental. “Tratamos de hacer un ‘soundtrack’ (banda sonora) muy, muy realista para darle al público una buena base para ver la película”.
Una de las escenas más difíciles para la mezcla de sonido, por la que también está nominado Lievsay, es la de una manifestación de estudiantes que se escucha a lo lejos hasta que llega a donde está Cleo.
“De ese punto en adelante el sonido se vuelve muy intrincado y detallado… La cantidad de material que teníamos que manejar para representar realistamente lo que estaba pasando era un trabajo bastante complicado”, señaló Lievsay, quien suma seis nominaciones al Premio de la Academia.
También se destaca la escena en la que Cleo está en el mar con la familia para la que trabaja como empleada doméstica. Cuarón quería que el público sintiera que estaba metido en el mar tratando de sortear las olas con los personajes de su película.
“Eres un ser insignificante comparado con el océano gigante”, dijo Lievsay, quien siguió al pie de la letra las recomendaciones de Cuarón. “Nada es más emocionante que trabajar en algo tan personal para alguien y ayudarle a lograr algo incluso mejor. Me siento muy afortunado de ser parte de eso”.
Al igual que el resto de los departamentos de la película, los sonidistas de Roma no tenían el guión completo de la cinta. El mexicano José García, nominado por la mezcla de sonido, destacó que todos en el plató debieron estar alerta en momentos críticos para registrar las reacciones genuinas de los actores.
“Había que capturarlos lo más nítidamente posible”, dijo García, quien fue nominado al Óscar por la mezcla de sonido de Argo y había colaborado con Cuarón en Solo con tu pareja y en Y tu mamá también. “Nunca había grabado tanto material, cerca de 450 gigas… No es una mezcla que llame la atención a sí misma, sino que se te escabulle por el inconsciente”.
El canadiense Craig Henighan fue el último en sumarse al equipo de mezcladores. Lievsay lo llamó un miércoles y el sábado estaba viajando para trabajar en la película en Londres.
“Tratamos de que se pareciera a la vida real tanto como fuera posible”, dijo Henighan. “Cada sonido se mueve, se va de un lado a otro, al centro, a la parte trasera… Si cierras los ojos puedes sentir que estás en la ciudad o en su casa, o estás escuchando al perro ladrar. Por ejemplo, si un perro ladra a la izquierda hay perros que le responden a la derecha del cine”.
Definitivamente vale la pena escuchar Roma en su formato original, pero para los que decidan verla en Netflix, Cuarón ha publicado en internet varias recomendaciones sobre cómo ajustar las bocinas. Henighan también destacó la opción de escucharla con audífonos, pues no sacrifica tanto la calidad y ayuda a público a tener una experiencia similar a la del cine.