La escritora Nuria Kaiser habló con SinEmbargo sobre su novela Una vida de mentiras, un thriller que toca los aspectos más sensibles de la sociedad mexicana: la desigualdad, la violencia, la corrupción y la impunidad con la que miles lidian día a día.
Ciudad de México, 22 de enero (SinEmbargo).– “Todos los problemas de México acaban desembocando en esos dos temas: la impunidad y la corrupción, y sobre todo que este es un país en donde si tu tienes dinero puedes salir avante o puedes salir de situaciones jurídicas, y otras personas no tiene esa oportunidad aunque sean inocentes”, plantea la escritora mexicana Nuria Kaiser al hablar sobre su más reciente libro Una vida de mentiras (Planeta).
La novela transcurre en Querétaro y está narrada a tres voces femeninas, de tres mujeres que pertenecen a diferentes clases sociales, pero cuyos caminos se entrelazan por la violencia, “un contexto que ocurre actualmente en el país, del que desafortunadamente y terroríficamente, nadie podemos escapar, aunque queramos sumergirnos en nuestra burbuja”, comenta la autora. “Habrá quien pretenda mirar hacia otro lado, desafortunadamente es muy difícil, el terror parece alcanzarte”.
La historia narra lo mismo la alta sociedad queretana como los obstáculos de la clase media y los sinsabores de quienes tienen que sortear el día a día. Kaiser platica que uno de los objetivos con este libro era explorar la vida en los estados. Optó, en ese sentido por Querétaro para tomar distancia de su natal San Luis Potosí, pero al mismo tiempo para aprovechar las similitudes entre ambas sociedades.
“La Ciudad de Querétaro finalmente es parecida a San Luis, es parte del bajío, es el sitio de la Colonia, donde muchos valores antiguos siguen presentes, dinámicas tradicionales, una sociedad muy conservadora, eso me interesaba mucho explorar y efectivamente, con una familia de la alta sociedad queretana, porque yo sí veo que hay sectores en México, en donde la clase social es lo más importante”, destaca Kaiser.
Y puntualiza al respecto: “Nacer en cierta clase social es lo que va a determinar tu destino, desafortunadamente habitamos un país con poca movilidad social, entonces sí me interesaba explorar ese lado y claro a la hora que entras en ese camino te vas encontrando con temas que creo que todos experimentamos al ser mexicanos, que son la corrupción, más las cuestiones de género, que también son dinámicas que veo muy presentes todavía en provincia, esa fue como la exploración que yo quise hacer”.
Una vida de mentiras se alimenta precisamente por la distorsión de la realidad. “Ese mundo de mentiras también se refiere a México, a la mentira en la que estamos viviendo, que no queremos ver la realidad que estamos viviendo, no la queremos nombrar, preferimos ya no ver las noticias porque es apabullante, sin embargo, sí creo que a veces, sobre todo ciertos sectores de la sociedad, prefieren construir una burbuja alrededor o simplemente su posición económica permite que se construya esa burbuja”.
Pese a lo fácil que puede ser evadir esta realidad, los personajes se ven tocados por la violencia y obligados a reaccionar a ella. De un lado están Cecilia y Lucy, que enfrentan el secuestro de Fernando, su hijo y prometido, respectivamente; del otro lado está Mimí, una policía que tiene que vivir al día a día, involucrándose en las violencias y malas prácticas de la corporación hasta que la vorágine la toca con el asesinato de Berenice, su amiga, y una reportera que indagaba en un asunto que relacionará a las tres mujeres.
“Yo quería hacer justamente, unir estos dos eventos, terribles que estamos viviendo, que de hecho México, ya lo sabemos todos, es el lugar más peligroso para ejercer el periodismo, y también es un lugar con demasiados feminicidios el día de hoy. A la policía y al Estado pareciera no interesarle, sin embargo, aquí resulta que a una de las policías que no le interesa le matan a su mejor amiga, y es aquí donde encontramos la diferencia, cuando este terror se empieza a acercar a nosotros parece que es cuando volteamos a verlo y creo que es aquí cuando cambia, cuando se da el giro en la vida de uno de los personajes principales, que es la policía Mimí, cuando un feminicidio y un asesinato, a pesar de que ella ya ha vivido muchos, y simplemente son un número como para tantos en este país, a ella ya le toca de cerca y es ahí cuando su vida cambia”, señala en la entrevista.
Nuria menciona cómo conforme avanzaba en la novela, se iba alimentando de todo lo que ocurría en el país: los feminicidios, asesinatos a periodistas, “en fin, todas las historias con las que ya estamos tan familiarizados en este país, pero me parecía importante que estuvieran presentes en la novela, porque me parece siempre hay un cruce entre la experiencia personal y la experiencia social, somos el resultado como de todas esas facetas y me parecía crucial que esto también se trasladara a la vida de las protagonistas”.