Las mujeres destinan 74 por ciento de su tiempo a las labores domésticas contra 23.6 por ciento de los hombres, señala el Inegi, y según la ONU llevan a cabo al menos 2.5 veces más trabajo de hogar y de cuidados no remunerado que los hombres. Esto quiere decir que ellas representan el 75.1 por ciento en términos del valor económico, siendo el 24.9 por ciento hombres.
Ciudad de México, 22 de enero, (EconomíaHoy).- Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor económico de ser ama de casa en México registró un nivel equivalente a 5.5 billones de pesos en 2018, lo que representó 23.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.
Nuestro sistema económico depende en una cuarta parte de la red de cuidado y tareas domésticas que se realizan dentro del hogar día a día. Desde hace 5 décadas que las mujeres comenzaron a entrar al sistema laboral, sin embargo, según ONU Mujeres el 63 por ciento de las mujeres del mundo se encuentran en un trabajo no remunerado.
Las mujeres destinan 74 por ciento de su tiempo a las labores domésticas contra 23.6 por ciento de los hombres, señala el Inegi, y según la ONU llevan a cabo al menos 2.5 veces más trabajo de hogar y de cuidados no remunerado que los hombres. Esto quiere decir que ellas representan el 75.1 por ciento en términos del valor económico, siendo el 24.9 por ciento hombres.
En México, el 88 por ciento de las amas de casa en la Ciudad de México son madres, de las cuales 28% trabaja medio tiempo, 27 por ciento lo hace en jornada completa y 33 por ciento no trabaja, según datos de Kantar.
“Uno de los principales retos de las mamás mexicanas trabajadoras es equilibrar su tiempo entre el hogar, la familia y la búsqueda de su satisfacción personal. En este camino, la mujer no solo busca realizarse de manera personal, sino también de forma profesional, ya sea por vocación o por necesidad”, aclara la firma.
En comparación con otros sectores, el aporte de las labores domésticas y cuidados es alto, aún más si se considera que es un sector no remunerado. Un ejemplo es el sector automotriz, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (Amia), en México este sector únicamente aporta 3.5 por ciento del PIB nacional.
OBLIGACIÓN GENERA POBREZA
De acuerdo con datos de Oxfam, la obligación que se le ha atribuido a las niñas y mujeres de encargarse del trabajo de cuidados, genera pobreza de tiempo y agudiza las brechas económicas y de desarrollo entre hombres y mujeres.
La organización señaló que en ningún país en el mundo, hay más hombres que se encarguen de los cuidados; estas son labores que son destinadas a las mujeres y que inician desde una edad muy temprana. Las mujeres no tienen opción para decidir, tienen que hacerse cargo del cuidado de los hijos, personas con discapacidad, de la tercera edad y del hogar. Incluso las que trabajan tienen su jornada remunerada y luego, la no remunerada. Tampoco importa si son ricas o pobres, también dedican más tiempo a los cuidados.
En México, las mujeres y niñas hacen tres cuartas partes de todo el trabajo de cuidados, gratis o de manera mal remunerada. Esto tiene impacto en la economía y su valor intrínseco es de 1.7 billones de pesos. En conferencia de prensa, las investigadoras de Oxfam explicaron que esta dinámica de décadas crea una brecha mayor en la igualdad hacia las mujeres y en la brecha económica, y además se retroalimentan. El informe también detectó que la brecha salarial se ensancha en la edad reproductiva y productiva de las mujeres.
“Es común pensar que las mujeres que cuidan no trabajan o no hacen nada, ese trabajo, esa actividad es productiva, se debe tomar en cuenta, se debe reconocer en cualquier instrumento, desde presupuesto y encuestas. Si no se reconoce como actividad productiva, no se identifica el valor y entonces no se hacen políticas públicas que distribuyan la carga injusta y desproporcionada de mujeres y niñas y trabajos de cuidados”, comentó Rocío Stevens, directora de Publicidad Engagement de Oxfam México.
-Con información de Daniela Barragán.