La cifra de decesos por la explosión en una toma clandestina de hidrocarburo en Tlahuelilpan, en el estado de Hidalgo, pasó de 93 a 98 personas en las últimas horas.
Ciudad de México, 22 de enero (EFE/SinEmbargo).– Omar Fayad Meneses, Gobernador de Hidalgo, dijo esta noche que ya son 98 muertos por la explosión en una toma clandestina en Tlahuelilpan.
En entrevista con Azucena Uresti, de Milenio, el mandatario aseguró que en los hospitales hay 46 personas que aún luchan entre la vida y la muerte.
Los sobrevivientes a la explosión de una toma clandestina de gasolina, que ha causado casi un centenar de muertos, tienen un largo camino hacia la recuperación porque sus quemaduras provocan graves secuelas físicas y psicológicas, e incluso pueden llevar a la muerte.
"Este tipo de quemaduras pueden afectar a otros órganos del cuerpo debido a que se pierden líquidos y esto puede conducir a un fallo multiorgánico que pone en riesgo la vida de la personas", dijo a Efe la doctora Rossana Janina Llergo Valdez.
Algunos de los sobrevivientes del suceso, una de las mayores tragedias humanas de las últimas décadas en México, resultaron con quemaduras en, por lo menos, el 50 por ciento de su cuerpo.
De acuerdo con reportes oficiales, algunos de los lesionados están en estado grave pues tienen quemaduras de segundo y tercer grado, la mayoría en el 80 por ciento de su cuerpo.
La tragedia en una toma ilegal de gasolina en Tlahuelilpan, que hasta el momento ha causado 98 muertos, se produce en un momento en el que el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha reforzado con miles de efectivos la vigilancia en ductos, precisamente para evitar el ingente robo de hidrocarburos.
-Con información de Cristina Sánchez, de EFE.