La primer ministra británica Theresa May presidió hoy la reunión semanal de su gabinete, en la que varios de ellos le dieron a conocer su rechazo a un Brexit no negociado y que sea votado por el Parlamento Europeo el próximo 29 de enero. May expuso ayer ante la Cámara de los Comunes su plan B para la salida de la UE, después de que el pacto que consensuó con Bruselas fuera derrotado.
Londres, 22 ene (EFE).- La primera ministra británica, Theresa May, afronta nuevos desafíos a su plan para la salida de la Unión Europea (UE) con múltiples enmiendas planteadas hoy por los diputados, que serán votadas el próximo 29 de enero.
May presidió hoy la reunión semanal de su gabinete de ministros, entre indicaciones de que varios estarían dispuestos a dimitir si ella insiste en no descartar un Brexit no negociado el próximo 29 de marzo.
Según la prensa, la ministra de Trabajo, Amber Rudd, contraria a una salida drástica, le ha pedido libertad de voto sobre ese asunto, mientras que, en otra señal de la volatilidad de la situación, "The Daily Telegraph" publica que el Partido Conservador está en alerta para unas posibles elecciones anticipadas.
May expuso ayer ante la Cámara de los Comunes su plan B para la salida de la UE, después de que el pacto que consensuó con Bruselas fuera derrotado por amplio margen el pasado 15 de enero.
Sin embargo, frustró a los diputados al volver a defender el tratado inicial, pero con el compromiso añadido de trabajar con la cámara para mejorar la criticada cláusula de seguridad destinada a evitar una frontera física en la isla de Irlanda en ausencia de un pacto comercial británico-comunitario.
La líder conservadora volvió a rechazar convocar un segundo referéndum sobre la pertenencia a la UE, tras el que dio la victoria al Brexit en 2016, y retrasar la fecha de salida de la UE mediante la prórroga del artículo 50 del Tratado de Lisboa.
En este contexto, políticos de todos los partidos han empezado a moverse para tratar de determinar el curso del Brexit.
El 29 de enero está previsto que los Comunes debatan y voten una moción "neutral", en la que May les insta simplemente a tomar en cuenta lo planteado el 21 de enero.
Esta moción es enmendable, y varios diputados tramitaron hoy cambios según sus prioridades, que, de ser eventualmente aprobados, evidenciarán donde reside el consenso parlamentario sobre el camino a seguir.
La enmienda oficial del Partido Laborista insta al Gobierno a garantizar suficiente tiempo para debatir y votar todas las opciones que impidan que el Reino Unido salga de la UE sin acuerdo, entre las que incluyen su propuesta de pacto, que contempla una unión aduanera con la UE y vínculos más estrechos con el mercado único.
Como segunda opción proponen "legislar para convocar una consulta popular sobre un acuerdo o proposición apoyada por la mayoría de la Cámara de los Comunes".
Esta es la primera vez que el liderazgo laborista pone sobre la mesa la opción de un segundo plebiscito sobre el Brexit, aunque los partidarios de ese nuevo referéndum han criticado que es demasiado vaga.
Otra enmienda multipartita, promovida por el laborista Hilary Benn, propone realizar votos indicativos sobre varias opciones para romper el actual "impasse" en el proceso de Brexit, que incluirían el acuerdo gubernamental; la renegociación de ese tratado; salir de la UE sin acuerdo o celebrar otro referéndum.
La laborista Yvette Cooper, con respaldo multipartito, impulsa por su parte un proyecto de ley que garantizaría al Parlamento poder votar para prevenir un Brexit sin pacto, mediante la extensión del artículo 50, si para el 26 de febrero May no ha logrado que se apruebe ningún tratado.
Se espera que en los próximos días presente otra enmienda el destacado "tory" proeuropeo Dominic Grieve, que exigiría también tiempo para poder votar de forma indicativa distintas propuestas planteadas por una minoría de diputados -lo que el Gobierno considera una afrenta al poder del Ejecutivo-.