Una investigación de la UNAM sugiere que la altura a la que se sitúa la capital y las costumbres de sus habitantes dañan la memoria y el aprendizaje.
Ciudad de México, 22 enero (RT/SinEmbargo).- Daños en el páncreas y los riñones son algunas de las consecuencias que provocan la contaminación y el consumo de bebidas azucaradas, según una investigación realizada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El estudio fue realizado por Teresa Fortoul y Adriana González Villalba, del Departamento de Biología Celular y Tisular de la Facultad de Medicina, respectivamente.
El resultado que arroja la investigación es que debido a la quema de combustibles cuyo origen es el petróleo, la concentración de metales -como el vanadio- en esas estructuras metabólicas aumentó con el tiempo. Pero el estudio halló también que el consumo de bebidas azucaradas empeora su efecto dañino. Esta combinación afecta a las neuronas del hipocampo, lo que podría dañar la memoria y el aprendizaje, y aumentar el riesgo de padecer alguna enfermedad neurodegenerativa en el futuro”.
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— Sala de Prensa UNAM (@SalaPrensaUNAM) 14 de enero de 2018
La altura a la que se encuentra la capital mexicana –2.250 metros sobre el nivel del mar– representa un factor maligno: propicia que la combustión incompleta de los motores de los vehículos que circulan libere a la atmósfera partículas con vanadio que, combinadas con el consumo de bebidas azucaradas, producen alteraciones también en el perfil lipídico y en la glucosa en sangre.
· El grupo más vulnerable para presentar acumulación de vanadio es el de los niños y ancianos
· Otro grupo vulnerable es el integrado por quienes padecen problemas metabólicos
MUERTES POR CONTAMINACIÓN, MAYORES QUER LAS RELACIONADAS CON GUERRAS
Diversas investigaciones han demostrado lo dañino que puede ser para la salud la contaminación ambiental.
Un informe que publicó la revista Lancet en octubre pasado indicó que las enfermedades provocadas por la contaminación causan un número de muertes 15 veces mayor que la mortalidad relacionada con los conflictos bélicos.
Además, según un reporte de la Revista de la Sociedad de Endocrinología de noviembre pasado, consumir dos latas de gaseosa a la semana incrementa el riesgo de sufrir diabetes, hipertensión y enfermedades del corazón, entre otros.