México

Fabricantes mexicanos de piñatas buscan mantener vivas las tradiciones de las posadas navideñas

21/12/2019 - 1:22 pm

Las piñatas de la familia Alcaraz Estrella cuestan hasta 2 mil pesos y se distribuyen en toda la ciudad, sobre todo en el Mercado de Jamaica, uno de los centros de comercio más importantes de la capital mexicana.

México, 21 de diciembre (EFE).- Vendedores de piñatas de la Ciudad de México luchan contra el estancamiento y la influencia extranjera por mantener la tradición de las posadas, fiestas que se celebran nueve días previos a navidad.

Para muestra de ello, está la familia de Vanesa Alcaraz Estrella, quienes desde hace tres generaciones fabrican piñatas -uno de los símbolos mexicanos más reconocido a nivel mundial-, con cartón, periódico y papel maché, al oriente de la ciudad, en la calle Agiabampo o "calle de las piñatas", donde venden sus creaciones de hasta tres metros de altura.

"Cuando estábamos chicos el abuelo era el que las realizaba. Y ya con el tiempo, pues nosotros las fuimos haciendo diferentes y buscándole para que se vean más bonitas", cuenta a EFE Alcaraz, quien desde hace 12 años está en el negocio.

Las piñatas originales son de siete picos y cada uno representa un pecado capital; se rompen durante las posadas pues simbolizan la destrucción del "mal", sin embargo, la artesana explica que su familia ahora las hace con más picos para atraer la atención del cliente.

Alcaraz asegura que contribuye en la preservación de la tradición de las posadas "porque en muchos lados ya no se acostumbra" a realizarlas de la forma tradicional, celebración que consiste en el recuerdo del peregrinaje de María y José hasta Belén, con una mezcla de costumbres indígenas y católicas del 16 al 24 de diciembre.

"Para nosotros, cada año es un avance más. Vemos que más gente viene y se interesa por seguir la tradición. Se está recuperando", expone Alcaraz.

LA ECONOMÍA DURANTE EL MES DE DICIEMBRE

Las piñatas de la familia Alcaraz Estrella cuestan hasta 2 mil pesos y se distribuyen en toda la ciudad, sobre todo en el Mercado de Jamaica, uno de los centros de comercio más importantes de la capital mexicana.

Ahí, Guadalupe Clacomulco, otra comerciante, lamenta que los ingresos de sus clientes sufran por el actual estancamiento de la economía, razón por la que ella ofrece sus piñatas a un precio más accesible que ronda los de 100 pesos.

"Ya no se vende como antes. O sea, antes se vendía mucho. Ahorita ya ha bajado mucho, pero es por la economía. Mucha gente ya no tiene dinero para hacer una posada porque es un gasto fuerte", manifestó.

Aun así, la vendedora afirma que sus clientes todavía tienen ánimo de conservar la tradición, de modo que ella y sus colegas venden otros objetos relacionados con las posadas, como veladoras y canastas; también ofrecen a sus clientes fruta para preparar ponche.

"Es parte de nuestras tradiciones el que hagamos una posada, que estemos unidos como familia. A lo mejor, a veces no tenemos tiempo, pero en estas fechas casi por lo regular todo el tiempo estamos unidos", mencionó Clacomulco.

EL RECUERDO DE LA TRADICIÓN

En este contexto, Jimena Sánchez y su familia caminan por los pasillos del Mercado de Jamaica en busca de una piñata para que los más pequeños tengan una posada tradicional.

"Es importante porque, para mí, la verdad lo disfruté mucho cuando era chiquita. Entonces me gustaría que mis sobrinas lo disfrutaran de la misma manera o tuvieran el mismo recuerdo o uno parecido al que yo tuve", dijo.

Además de las piñatas y el ponche, en la familia de Sánchez mantienen vivas costumbres como dar el aguinaldo, una bolsa con dulces, y pedir posada. Sin embargo, la cultura estadounidense y la música contemporánea han hecho que este tipo de tradiciones permanezca solo en algunas familias.

"Creo que ya casi no se mantiene. O sea, creo que es más bien familiar porque en posadas generales, o sea, de la oficina, con los amigos o demás, he ido y no he tenido piñatas, más bien ha sido con la familia", concluyó Jimena.

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