Hijo de dos universitarios (el padre de izquierda y la madre feminista), formado en la UNAM y la Universidad de Turín, y amigo del ex Consejero Presidente José Woldenberg y el Consejero electoral Ciro Murayama, el árbitro electoral Lorenzo Córdova Vianello es visto en el tablero político de la Cuarta Transformación como defensor de la autonomía del INE a quien, observan analistas, “le parece natural” el “excesivo” presupuesto del que goza el órgano.
Pero, argumentó Córdova a SinEmbargo, el INE no está en contra de la austeridad e incluso desde 2018 ha aplicado ajustes como cancelar la construcción de la nueva sede. Y, prevé, de cara al proceso electoral de 2021 –el más grande de nuestra historia– el Instituto “no podría absorber un nuevo recorte presupuestal sin ver afectadas actividades sustanciales”.
Ciudad de México, 21 diciembre (SinEmbargo).– “Ni un paso atrás en la autonomía de las autoridades electorales“, respondió desde Zacatecas el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello (1972, Ciudad de México), a la iniciativa presentada por el Diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna para que la presidencia del Consejo General sea rotativa cada tres años en vez de nueve años, un periodo establecido constitucionalmente para desempatar la elección de consejeros de los ciclos electorales.
El también investigador con licencia del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su segunda casa, fue designado árbitro electoral de abril de 2014 hasta 2023 por el Congreso de la Unión en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y en el marco de la transformación del Instituto Federal Electoral al INE.
Desde entonces ha nadado por algunas crisis: cuando siete representantes de partidos políticos abandonaron una sesión del INE entorno al reglamento sobre uso de programas sociales, luego filtraron un audio donde se le escucha mofarse por la forma de hablar de un líder indígena y de los padres de Ayotzinapa, las diversas violaciones a la Ley del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y, ahora, por su postura entorno a la política de austeridad, una de las principales banderas del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
A diferencia de su padre Arnaldo Córdova (1937-2014), académico de izquierda simpatizante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y de Morena, más que afín a algún partido político, los analistas ven al Consejero Presidente, politizado desde la infancia, como un defensor de la autonomía del INE aunque sin autocrítica hacia el “dispendio excesivo” del órgano electoral y su salario mensual de 177 mil 352 pesos libres de impuestos.
Para 2020, el INE contará con 11 mil 421 millones de pesos, mil 071 millones de pesos menos de lo solicitado por lo que Córdova Vianello advirtió públicamente que se verán obligados “a operar de manera limitada” en el monitoreo de medios de comunicación e infraestructura de módulos donde se tramita la credencial para votar, aunque cumplirán con las elecciones del próximo año en Coahuila e Hidalgo.
A diferencia de este 2019, cuando se le disminuyeron 950 millones de pesos, no solicitarán una ampliación presupuestal a la Secretaría de Hacienda, porque esto “mandaría un mal mensaje de que un órgano autónomo del Estado mexicano depende de instancias gubernamentales para cumplir adecuadamente sus funciones”, dijo.
Para Eduardo Huchim May, consejero electoral del Instituto Electoral del Distrito Federal (1999-2006), “es un Consejero Presidente que –junto con el Consejo General– no ha sabido evitar los dispendios, evitar la duplicidad de funciones y llegamos a este punto en que les parece natural el presupuesto que tienen. Él y la mayoría de los consejeros adoptan una actitud que le llamo ‘vocación pontificia’ porque ellos ‘son’ la democracia. No saben escuchar a las voces que llegan de fuera y les señalan sus errores y excesos. Dentro de su concepción distorsionada, la reducción del presupuesto es un atentado contra la democracia”.
“Frente a la austeridad, el INE está justamente en lo contrario, en el dispendio y el exceso, lo cual desde luego crea tensiones con el Gobierno federal”, agregó.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo, ante las declaraciones del INE, que “nada de que ‘no se puede, no nos va a alcanzar, vamos a poner en riesgo el desarrollo, la democracia, el bienestar, la seguridad’. No, es que era un Gobierno mantenido y bueno para nada. El Gobierno se tragaba todo el presupuesto, no le llegaba nada a la gente, todo era para pagar sueldos elevadísimos”.
La Unidad de Datos de SinEmbargo publicó que durante los primeros nueve meses de 2019, el INE realizó gastos millonarios en vehículos oficiales, alimentos, viáticos y hasta productos alimenticios para animales. Por ejemplo, del 1 de enero al 30 de septiembre, el órgano electoral gastó 51 mil 149 pesos en tazas, 493 mil 682 pesos en lavandería y 1 millón 965 mil 809 pesos en insumos de cafetería.
También reportó que seis consejeros electorales, incluyendo al Consejero Presidente, cobraron 177 mil 352 pesos mensuales netos, un 64 por ciento más que el salario neto del Presidente Andrés Manuel López Obrador de 108 mil 305 pesos.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no ha definido la controversia constitucional promovida por el INE para mantener su nivel salarial de 2018.
Pero el Consejero Presidente Lorenzo Córdova afirmó a SinEmbargo a través de comunicación social que “el INE no está en contra de la austeridad; nunca lo ha estado y, de hecho, desde antes del 2018 el instituto ha tomado diversas medidas de austeridad motu proprio, como la cancelación de la construcción de la que sería la nueva sede del Instituto, la eliminación del pago de telefonía celular a los funcionarios de mando y la reducción de sueldos de los consejeros electorales”.
Ambos recortes de la Cámara de Diputados para 2019 y 2020, dijo, “se han tomado de manera unilateral y sin que los diputados hayan presentado una argumentación técnica frente al proyecto de presupuesto presentado en cada caso por el INE”.
Con esa medida, expuso, “la autonomía del órgano electoral se pone en entredicho al obligar al Instituto a ajustar su presupuesto sin una justificación argumentada y fundada en evidencia, y a eliminar o posponer proyectos importantes (como la renovación de equipos para el monitoreo de señales de radio y televisión)”.
Y, prevé Córdova, “para el 2021, de cara al proceso electoral más grande de nuestra historia, el INE no podría absorber un nuevo recorte presupuestal sin ver afectadas actividades sustanciales”.
Aunque la política del INE ha sido no trasladar el costo de estos recortes a la ciudadanía, no afectar la calidad técnica de los procesos que dan certeza a las elecciones ni lesionar los derechos laborales de sus más de 17 mil trabajadores, “no sería pertinente aplicar nuevas reducciones al presupuesto del INE, pues esto sometería a las estructuras a una presión adicional en pleno proceso electoral”.
Aunque la jornada electoral del 2021 se celebrará hasta el 6 de junio de ese año, desde septiembre de 2020 ocurrirá el arranque formal de estas elecciones federales y locales en las cuales por primera vez habrá comicios concurrentes en las 32 entidades y con un padrón electoral estimado en 96 millones de ciudadanas y ciudadanos.
El analista político Fernando Dworak observó que el Consejero Presidente Lorenzo Córdova representa “al último órgano autónomo que todavía se resiste a la captura del Poder Ejecutivo” y, bajo la “amenaza de reducirle el cargo a tres años, lo convierte en un símbolo de la oposición”.
En el primer año de la denominada Cuarta Transformación, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y la Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH) cambiaron de titular en medio de tensiones con el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
A los otros órganos autónomos, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), también le recortaron presupuesto para el próximo año a diferencia de a la Secretaría de Bienestar, pilar de los programas sociales.
Dworak expuso que “es cierto que hubo excesos en los gastos de los funcionarios públicos en todos los niveles de gobierno”, pero la política de austeridad “se ha usado más bien como una arma política”.
SU SELLO ACADÉMICO
El Consejero Presidente Lorenzo Córdova se aproximó a las labores electorales desde 1994 al ser invitado a colaborar en el entonces Instituto Federal Electoral (IFE) por su ahora amigo José Woldenberg Karakowsky, cuyas obras reflejan el proceso de consolidación de las autoridades electorales con las diversas reformas.
Luego de pasar por el CCH Sur, Córdova estudió Derecho en la UNAM tras las polémicas elecciones presidenciales de 1988 (egresó con la tesis “Autoritarismo, democracia y gobernabilidad. El caso de México”) y después partió a estudiar Teoría Política a la Universidad de Turín, Italia, país origen de su madre, la arqueóloga y feminista Anna Paola Vianello. Ahí, compartió en entrevista con Milenio, los fines de semana salía a los alrededores a fotografiar los palacios y las villas.
A su regreso del posgrado, la UNAM estaba cerrada por la huelga estudiantil de 1999, por lo que el entonces Consejero Presidente Pepe Woldenberg lo volvió a invitar a trabajar en el Consejo General como su asesor de la presidencia hasta 2003.
Sus otros grandes amigos son el Consejero electoral Ciro Murayama Rendón, con quien coescribió en 2006 “Elecciones, dinero y corrupción. Pemexgate y Amigos de Fox”, y Pedro Salazar Ugarte, director del IIJ y ex candidato a la Rectoría de la UNAM.
“Lorenzo Córdova y Ciro Murayama han hecho mancuerna en el ámbito académico y se mantiene dentro del instituto. Es su principal apoyo”, observó el especialista en materia electoral Eduardo Huchim.
En el Instituto de Investigaciones Jurídicas también se relacionó con Jorge Carpizo McGregor, Secretario de Gobernación y Procurador durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari y José Orozco Henríquez, ex Magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.