Las bajas cifras de vacunación han llevado a que surja una discusión sobre la vacuna obligatoria. De momento, los partidos de la futura coalición de Gobierno descartan una medida de ese tipo para toda la población pero no para algunos sectores. En la última reunión de jefes de los Gobiernos regionales se pidió al Gobierno regional que abriese esa posibilidad y evalúa su viabilidad jurídica.
Berlín, 21 nov (EFE).– Alemania se prepara para la entrada el vigor de nuevas restricciones para hacer frente a la cuarta ola de la pandemia, que golpea con fuerza al país con niveles de incidencia récord y un aumento de la presión hospitalaria.
Con respecto a algunas de las medidas que entrarán en vigor en el curso de la próxima semana hay preocupación por las dificultades que puede implicar su implementación.
Tal es por ejemplo el caso de la exigencia de que sólo personas vacunadas, recuperadas o con un test negativo reciente puedan usar el transporte público.
Eso implicará controles más frecuentes de lo que se hace normalmente en Alemania y, ante la resistencia de parte de la población, se teme que se presenten algunos conflictos.
El marco legal aprobado la semana pasada por los partidos de la futura coalición de Gobierno exige además a los estados federados imponer algunas medidas de acuerdo con ciertos parámetros de la pandemia como el de la ocupación hospitalaria.
El parámetro más importante en este punto es la incidencia semanal de hospitalización por 100 mil habitantes.
Si en un estado federado la incidencia de hospitalización está por encima de 3, se impone la exigencia de que sólo personas vacunadas o que hayan superado la enfermedad tengan acceso a bares y restaurantes, lo que ya se aplica en algunos estados, como Berlín y Baviera.
Si el índice de hospitalización está por encima de 6, además de estar vacunados o recuperados, las personas que quieran entrar a los locales deberán presentar un test negativo reciente.
La incidencia de pacientes ingresados en hospitales se situó este domingo, según las últimas cifras del Instituto Robert Koch (RKI) de virología, en 5.34 por 100 mil habitantes. El máximo en la incidencia de hospitalización se alcanzó alrededor de las navidades del año pasado con 15.5 pacientes hospitalizados por 100 mil habitantes.
Sin embargo, la presión hospitalaria preocupa debido a la pérdida de capacidad de las UCIS por problemas de personal. Actualmente el 14 por ciento de las camas disponibles en las UCIS están ocupadas con tres mil 565 pacientes.
INCIDENCIA AL ALZA Y VACUNACIÓN ESTANCADA
También incidencia semanal de contagios tiende al alza y se situó en 372.7 por 100 mil habitantes, lo que representa el nivel más alto desde el comienzo de la pandemia.
Hace una semana la incidencia había estado en 289 contagios por 100 mil habitantes y hace un mes en 85.6.
En las últimas 24 horas las oficinas de sanidad reportaron 42 mil 727 nuevos contagios frente a los 33 mil 498 de la semana pasada. Además se registraron 75 muertes relacionadas con la enfermedad frente a las 55 de la semana anterior.
Desde el comienzo de la pandemia ha habido en Alemania cinco millones 354 mil 942 casos confirmados. Cuatro millones 626 mil 300 personas han superado la enfermedad y 99 mil 062 han muerto por causas relacionadas con la enfermedad.
Un 67.9 por ciento de la población ha recibido la pauta completa de la vacuna y un 70.5 por ciento al menos la primera dosis.
Los avances de la vacunación son lentos desde hace meses, lo que se debe en buena parte a la resistencia de parte de la población.
Un total de 26.7 millones de personas en Alemania no tienen todavía la pauta completa de la vacuna.
Entre ellas hay 2.1 millones que están esperando la segunda dosis y es de esperar que todos ellos se vacunen.
Sin embargo, la mayor parte del grupo no tiene ni siquiera la primera dosis. Un total de 10.4 millones están entre los 18 y los 59 años y 2.7 millones son mayores de 60 años.
En esos dos grupos es de suponer que hay una resistencia activa a la vacuna. Otro grupo numeroso es el de los niños entre 0 y 11 años, para los que todavía no hay una recomendación de la Comisión Permanente de Vacunación.
En la franja de entre 12 y 17 años hay 2.2 millones de personas no vacunadas.
A eso se agrega la necesidad de aplicar el refresco de la vacuna a quienes hayan recibido la segunda dosis hace cinco meses o más, lo que ya está en curso aunque con algunos problemas logísticos.