Desde hace años, Igualdad Animal trabaja en todo el mundo para que se prohíba el foie gras, un alimento considerado “de lujo” pero que en realidad esconde un trato extremadamente cruel hacia los animales, ya que para que este producto llegue a las mesas de sus degustadores, a los patos y gansos se les inmoviliza y se les introduce un tubo metálico por la garganta, a través del cual se les alimenta a la fuerza con grandes cantidades de alimento; esta práctica, que se realiza a diario durante 10-15 días, hace que sus hígados “exploten” hasta tal punto que pueden pesar hasta 10 veces más que el hígado de un animal sano en el momento de la matanza.
Un maltrato extremo que es incompatible con la vida. De hecho, aún cuando no fueran llevados al matadero, los patos sometidos a esta práctica extrema morirían en pocos días. Es un proceso equivalente a que un ser humano fuese sometido a la ingesta de 12 kilogramos de alimento durante cada comida y durante quince días.
Si al leerlo, no te causa el horror que para estos animales significa, déjame contarte que es tanta la crueldad que existe en la industria del foie gras que hay un día mundial en contra de su producción. Cada 25 de noviembre activistas del todo el mundo nos hemos pronunciado en contra del terrible sufrimiento que viven los patos, sólo por el gusto de un sabor.
La presión social ha conseguido su prohibición en más de una docena de países: Argentina, Austria, Dinamarca, República Checa, Finlandia, Israel, Turquía, Alemania, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Noruega, Polonia, Suecia, Suiza, Países Bajos y Reino Unido han prohibido la producción de foie gras.
En 2014, una campaña de Igualdad Animal también consiguió que en India prohibiera su importación, un punto de inflexión que convirtió a este país en el primero del mundo que toma esa medida, y en 2019 fue noticia la ratificación por parte de la Corte Suprema en Estados Unidos de la ley californiana que prohibía allí el foie gras y otros productos derivados del engorde forzado de aves y en Octubre del 2020 la ciudad de Nueva York vetó su producción y venta.
Pero, a pesar de que el rechazo social frente al foie gras es creciente, sigue encontrándose en los estantes de las tiendas, en países como Francia, ya que es el mayor productor mundial de este producto, produciendo 20 mil toneladas de foie gras, que representan el 75 por ciento de la producción mundial.
Y también en Reino Unido, pues a pesar de su prohibición en este país, empresas como supermercados o restaurantes siguen pudiendo importarlo del extranjero; cada año se siguen importando cerca de 200 toneladas de foie gras al país.
El caso de Reino Unido toma especial relevancia, debido a que ha sido pionero en varias leyes de protección de los animales, sin embargo, no existe una postura clara y definitiva sobre la importación de foie gras.
Es por eso, que en septiembre pasado desde Igualdad Animal dirigimos una carta a los representantes de las instituciones políticas británicas, para que dejen de financiar la alimentación forzada y se pronuncien en contra de toda actividad relacionada con el foie gras.
Esta lucha no solo ha sido de nosotros, a lo largo de nuestro trabajo para poner fin a esta práctica hemos juntado más de 225 mil firmas de ciudadanos británicos que instan a su país a prohibir la entrada de este cruel producto a sus costas.
Una prohibición en el Reino Unido de la importación de productos que provengan de la alimentación forzada enviaría un mensaje contundente a la industria y a las instituciones de otros países de que no podemos seguir permitiendo que se siga sometiendo a este sufrimiento a los animales.
El peor maltrato animal sucede todos los días sin castigo, el foie gras es un platillo cruel disfrazado de lujo que debe dejar de producirse. Los patos necesitan que sigamos trabajando para liberarlos, te invito a apoyar el trabajo que hemos venido realizando en Igualdad Animal para poner fin a este maltrato en igualdadanimal.mx/donar