En 14 años Facebook, pasó de ser la red social más apreciada del planeta, a la de más dudosa reputación.

¿Crees que Facebook fue omiso en el caso de las elecciones de los Estados Unidos en el 2016?, yo también, pero sus directivos insisten en negarlo, ¿qué pasó?, que traicionó el principio para la que fue creada: conectar usuarios.

Y la enfermedad que la tocó de muerte fue su propio modelo de negocio basado en publicidad, aunado a la imperiosa necesidad de cada trimestre reportar buenos números para los inversionistas de NASDAQ. Esto es lo que los tiene en una crisis de la que no sabemos cómo ni cuándo saldrá. Mark Zuckerberg, el “joven rey” que conquistó el mundo digital cuando todavía era un adolescente, cada vez pierde más credibilidad en el mercado, al punto de que en ocasiones se ve frágil e indefenso y su círculo cercano, – cada vez más mermado- tiene que salir a protegerlo.

Por lo pronto Facebook, se encuentra en una espiral negativa, es evidente que su desesperación por aumentar ingresos por publicidad, los está llevando a crear herramientas que son invasivas y que todos odiamos, como es el caso de la interrupción de videos con anuncios. También está el caso de las más intrusivas, como los cada vez más comunes posts publicitarios en el timeline, que están personalizados con base en herramientas que invaden nuestra privacidad y escuchan las conversaciones, escritas o habladas, que realizamos en celulares y computadoras.

Pues la semana pasada se reavivó el escándalo de Facebook, cuando en una publicación de The New York Times (NYT), se revela la relación de Facebook, con una compañía llamada Definers Public Affairs, a la que le encargaron la difícil tarea de ayudar a la red social a mejorar su reputación. Hasta aquí parecía un protocolo rutinario de negocios, lo que llamó la atención fue el método usado por Definers (la agencia) para lograr su cometido.

Al más puro estilo de Cambridge Analytica, Definers desplegó tácticas para desviar la atención de la opinión pública sobre Facebook e incrementar el posicionamiento de la participación de Google, en la campaña de desinformación rusa durante las elecciones presidenciales del 2016 en los Estados Unidos.

No olvidemos que tanto Twitter como Google, también fueron implicados en el escándalo del hackeo de dichas elecciones, que en realidad no fue un hackeo per se, porque los agentes digitales (community managers) que participaron en esa campaña de desinformación, sólo se aprovecharon de las características disponibles en Facebook, Twitter y Google para polarizar las posiciones entre demócratas y republicanos.

Pero esto no paró aquí, lo peor es que “en lo oscurito” Definers ejecutó tácticas coercitivas para presionar al comité de congresistas de los Estados Unidos encargados del caso Rusia, además de mermar su credibilidad; mientras, por el otro lado directivos de Facebook declaraban públicamente su intención de colaborar ampliamente con dicho comité. Ante éstas revelaciones el Senador Demócrata de Virginia, Mark Warner calificó como “muy preocupantes” las acciones de Facebook. ¿Y cómo no?, pues esto quiere decir que Facebook sigue sin asumir su responsabilidad y hará lo que sea para culpar a otros.

La puntilla llegó cuando los documentos en posesión de NYT, hicieron evidente que la agencia Definers, circuló entre los medios una investigación en la que se relaciona al billonario liberal, George Soros en el financiamiento de un grupo activista anti Facebook, todo con el fin de victimizarse ante la opinión pública. La realidad es que desde que estalló el escándalo de Cambridge Analytica, la red social ha estado peleando batallas en varios frentes, no por nada a mediados de este año Mark Zuckerberg dijo a su equipo directivo “estamos bajo ataque”.

En un desenlace esperado pero a la vez inverosímil, al siguiente día del artículo del NYT, Facebook canceló su contrato con Definers Public Affairs, pero hasta el día de hoy no sabemos quién dentro de Facebook contrató a la empresa, así como se lee. Hasta el momento no se sabe quién buscó a Definers, los contrató y se benefició de la estrategia. Pero ya nada extraña de Facebook, así ha sido su historia desde un inicio, nadie se hace responsable y para rematar, el día de hoy en una entrevista para CNN, Zuckerberg declara que no cederá ante las presiones y piensa mantener el liderazgo dentro de la empresa. Para el resto de nosotros, así se ve el principio del fin.

Javier Murillo

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Javier Murillo Acuña Fundador y Presidente de Metrics. Es un reconocido experto en tecnología aplicada en campos como ciencia de datos, inteligencia artificial y otras ramas del campo del comportamiento social digital humano.

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