Ciudad de México, 21 de oct (sinembargo.mx) – Durante el ejercicio presupuestal de 2011 el Congreso federal erogó 8 mil 948 millones 529 mil pesos en servicios personales (sueldos y dietas de los legisladores), generales y gastos de operación, de acuerdo con un cálculo realizado por el periódico La Jornada.
Esa cifra representa el mayor monto destinado al Poder Legislativo en los últimos 30 años. La Cámara de Diputados dispuso de 5 mil 335 millones 335 mil pesos, y el Senado de 3 mil 613 millones 194 mil.
En el caso de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), dependiente de la Cámara de Diputados, las erogaciones ascendieron a mil 509 millones 793 pesos, dice La Jornada.
La Cámara de Diputados, que el año pasado fue administrada por el priísta Guillermo Haro Bélchez, destinó grandes montos a proyectos de inversión. La mayor erogación fue en el capítulo de servicios personales, con una variación mayor a 12 por ciento. Se ejercieron 3 mil 176 millones 21 mil pesos, pese a que el presupuesto autorizado había sido de 2 mil 836 millones.
Los argumentos para justificar ese importante incremento –más de 250 millones de pesos– para el gasto de dietas y salarios fueron las estadísticas del trabajo legislativo.
El año pasado, señala información de la cuenta de la hacienda pública federal 2011 consultada por La Jornada, mil 82 iniciativas fueron presentadas durante los dos periodos ordinarios de sesiones –que forman el año legislativo. De ellas, 95 fueron aprobadas, 104 desechadas y al resto se le dio el estatuto de pendientes.
Aparentemente esos números reflejan un incremento notable y productivo del trabajo en el penúltimo año de la 61 Legislatura.
No obstante, el presupuesto destinado a ese órgano legislativo es muy superior a lo que los diputados cobran –dietas y prestaciones. En contraparte, el producto de su trabajo en comisiones y el pleno camaral es reducido.