Tanto la OMS como el Presidente de EU han hablado con un optimismo inédito sobre el posible fin de la pandemia de COVID-19. La región de las Américas ha mostrado contundentes reducciones en el último mes y medio, pero el invierno y el rezago en vacunas asusta a las autoridades.
Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo).– “Todavía no hemos llegado, pero ya se vislumbra el final” de la pandemia de COVID-19, aseguró la semana pasada Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una de las primeras conferencias con un tono optimista sobre el avance del coronavirus.
Las razones de las autoridades sanitarias no eran menores. La primera semana de septiembre, el número de muertes semanales por COVID-19 notificadas fue el más bajo desde marzo de 2020. “Nunca hemos estado en mejor posición para poner fin a la pandemia. Una maratonista no se detiene al divisar la línea de meta. Más bien aprieta el paso, con toda la energía que le queda. Es lo que debemos hacer nosotros también”, añadió Adhanom Ghebreyesus.
“La pandemia ha terminado”, aseguró el domingo 18 de septiembre el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en referencia a su propio país. “Si te fijas, nadie lleva mascarillas. Todo el mundo parece estar en muy buena forma. Y es por esto que pienso que la situación ha cambiado”, dijo el mandatario durante una entrevista con la cadena CBS.
En la región de las Américas, la situación ha mejorado en las últimas cinco semanas, ya que el número de nuevos contagios por COVID y de muertes por la enfermedad han caído sostenidamente desde la segunda semana de agosto. En el caso específico de la transmisión, se ha venido reduciendo desde la última semana de julio de forma sostenida.
La primera semana de septiembre, los casos cayeron un 12.9 por ciento y las muertes un 10.1 por ciento con respecto a la semana anterior. La quinta, cuarta, tercera y segunda semanas de agosto también registraron consistentes caídas semanales.
Con respecto a los contagios, la caída más fuerte en este periodo llegó en la segunda semana de agosto, con una baja semanal del 22.1 por ciento de los casos. En cuestión de fallecimientos, la región vio su desplome más importante la cuarta semana de agosto, con el 14.9 por ciento menos de reportes por muertes.
En el caso particular de México, por décima semana consecutiva se registró descenso de casos de COVID-19, informó este martes el Secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela, en la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Respecto al uso del cubrebocas, el Subsecretario Hugo López-Gatell, encargado de la pandemia en el Gobierno federal, indicó que México es uno de los países que más lo utiliza y durante más tiempo, “debido a que se le ha informado, persuadido y explicado a la gente la importancia de las distintas medidas de salud pública, por ser así como se logran los cambios más profundos, y porque el pueblo adopta conscientemente estas decisiones”.
Sin embargo, este miércoles, y a pesar del descenso de su circulación en la región, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) matizó lo dicho por la OMS con respecto al posible “fin de la pandemia”. “Aunque los casos y las muertes han estado cayendo, la COVID-19 sigue entre nosotros y no hay indicación de que se irá pronto”, dijo hoy en rueda de prensa la directora de la organización, la doctora Carissa F. Etienne.
“Si mantenemos nuestro compromiso, podemos mantener la COVID-19 bajo control”, indicó. “No ignorando, sino continuando el uso de las muchas herramientas que tenemos a nuestra disposición para rastrear, y sobre todo prevenir, las infecciones”. Esto incluye medidas de salud pública que deben ser promovidas, particularmente “en lugares donde muchos permanecen sin vacunar, o donde los casos están aumentando”, agregó.
¿CUÁNDO ACABARÁ LA PANDEMIA?
El doctor Ciro Ugarte, director de emergencias sanitarias de la OPS, mencionó en rueda de prensa este miércoles que la OMS “no declara oficialmente una pandemia, excepto para el caso de la influenza”. “Debido a que no existe un mecanismo para declaración de pandemias en instrumentos jurídicos existentes, el término no conlleva ningún reconocimiento en virtud del derecho internacional”, señaló.
En cambio, la OMS determina si se está produciendo una “emergencia de salud pública de importancia internacional”, la cual se declaró para la COVID-19 desde finales de enero de 20202. “Es el nivel más alto de alarma, cuando ocurre así. La OMS da esta alarma cuando cumple ciertos criterios. En ese sentido, el director general declaró la COVID-19 emergencia de salud pública de emergencia internacional el 30 de enero de 2020 y el 11 de marzo, con los altos niveles de propagación a nivel mundial y con una imagen más clara del nuevo virus, caracterizó la COVID-19 como una pandemia”, recordó.
Desde esa fecha, el comité de emergencia para la COVID-19, el mecanismo con el que la OMS analiza los riesgos, se reúne cada tres meses, para analizar si se siguen cumpliendo los criterios de la emergencia. “La siguiente reunión será en octubre, ahí se definirá, y en ese caso renovará o propondrán nuevas recomendaciones temporales o se decidirá que los criterios ya no ameritan para una emergencia. Sea una o la otra, claramente el virus sigue circulando”, dijo.
Acerca del final de las medidas sanitarias, Ugarte señaló que la OMS “sigue recomendando el mantenimiento de medidas preventivas de salud pública cuando corresponda”, pero eso debe definirlo “cada país, cada estado y cada municipalidad”.
Además, resaltó que, para el caso de México, “se espera un repunte de casos asociados con el día de los muertos y las festividades de fin de año”, así como en otros países, y remarcó que el periodo invernal es muy propicio para la transmisión del virus.
EL AVANCE DE LAS VACUNAS
Y es que a pesar de las disminución de los casos y de las muertes en la zona, “cientos de personas siguen muriendo cada día a causa de la COVID-19 en nuestra región”, dijo Etienne. Son cuatro mil a la semana en promedio. “Los países han reducido sus medidas de salud pública y millones siguen sin vacunarse”, destacó.
Desde el inicio de la vacunación anticovid, las Américas han inmunizado a mil 981 millones 522 mil 473 personas, con corte al 16 de septiembre, de acuerdo con el recuento de la propia OMS. Pero son 712 millones 065 mil 698 quienes cuentan con el esquema completo.
En la región, casi 792 millones de personas han recibido la primera dosis, pero sólo 680 millones 465 mil han recibido la segunda. La tercera dosis ha sido recibida por 32 millones 578 mil 208 personas.
Estados Unidos –con 604.5 millones– y Brasil –con 479.1 millones– encabezan la tabla de dosis administradas por país. México es tercero con poco más de 209 millones 673 mil 600 pinchazos.
“Como vimos con la respuesta mundial a la COVID-19, el acceso a recursos y la colaboración sostenida son fundamentales para detener un virus”, destacó la doctora Etienne. “Una respuesta de salud pública eficaz requiere que seamos decisivos, que actuemos con rapidez y que demos prioridad para apoyar a los más vulnerables de nuestra región”, manifestó.
LA AMENAZA DEL “OTRO” VIRUS
La pandemia de COVID-19 no ha sido el único brote al que las Américas y el mundo se han enfrentado en los últimos meses, pues la viruela del mono también ha tenido un avance importante, aunque está lejos de ser una posible pandemia y también de que haya transmisión comunitaria. La región cuenta con la mayoría de casos en el mundo.
Los contagios han subido desde mayo de este año, confirmó la OMS, para un total de 39 mil 041 casos confirmados hasta ahora, así como tres mil 063 casos probables y cinco defunciones en la región, con una gran presencia de Estados Unidos –24 mil 040 casos provienen de la Unión Americana–. En el caso de México se han confirmado mil 367 contagios de viruela símica en 30 entidades de la república, sin muertos.
La mayoría de los casos en la región se concentran en EU, Brasil, Perú y Canadá, y principalmente entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, aunque se han notificado al menos 145 casos en mujeres y 54 en personas menores de 18 años.
La doctora Etienne también solicitó a los países que aborden el estigma que rodea a la enfermedad, ya que esto aleja a las personas en riesgo de la información que necesitan, las pruebas y la atención médica. “El estigma no tiene cabida en la salud pública”, remarcó. “Si no somos proactivos para superar estas barreras, la viruela símica se propagará en silencio”, concluyó.
A nivel regional, la OMS evalúa el riesgo en la Región de Europa y la Región de las Américas como “alto”. Como “moderado” está la Región de África, la Región del Mediterráneo Oriental y la Región de Asia Sudoriental. El riesgo en la Región del Pacífico Occidental se evalúa como “bajo-moderado”.