Dos tornados de este año, que generaron escenarios de alta volatilidad, obligaron al Banxico a elevar las tasas de interés de 3.25 a 4.25 por ciento. Uno fue el declive de los precios del petróleo (en febrero) y el otro, la sorpresiva decisión del Reino Unido de separarse de la Unión Europea (en junio). Gracias al ajuste de tasas, el peso recuperó terreno en ambas ocasiones. Pero de manera temporal. Ya está en nuevos niveles históricos.
En estas últimas semanas, esos tornados se han sumado a otros. Las cada vez más cercanas elecciones en EU, por ejemplo. Y hoy, la Reserva Federal podría concluir con una alza en su tasa de interés. El próximo jueves 29 de septiembre el Banco de México también tomará su decisión de política monetaria. ¿Debe elevar las tasas de interés a pesar de que hacerlo implicaría frenar el consumo?
Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo).– Las autoridades financieras del país están en una encrucijada. Con un dólar hasta en 20.27 pesos sobre los hombros, están obligadas a no entrar en pánico ante la ola gigante actual y tomar una decisión preventiva antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos o una resolución de cautela hasta que se sepa quién será el sucesor de Barack Obama, determinaron economistas.
Las opciones traen peligrosas consecuencias: el Banco de México (Banxico), como previsión, puede elevar más la tasa de interés para evitar que la fortaleza del billete verde se traspase a los precios del consumidor. Pero eso afectaría al consumo, la base de la economía, por el aumento en las tasas de crédito. También puede subastar millones de dólares de manera discrecional para inyectar liquidez, lo cual desfalcaría a las reservas internacionales, actualmente en niveles de 2013.
Por lo tanto, de acuerdo con Bx+, Banco Base y un académico, lo más "prudente" es tener "cautela", esperar que pase el huracán provocado por las elecciones y las dudas sobre la Reserva Federal, y hasta diciembre incrementar el precio del dinero de la mano de los otros bancos centrales, incluyendo el estadounidense. Las subastas, coincidieron, son un mecanismo al que no recurrirá por su poca eficiencia.
"Históricamente la Reserva Federal nunca ha movido la tasa de interés cuando hay un proceso electoral, por lo que las elevará en diciembre al igual que Banxico. Vamos a encontrar un movimiento global de tasas a la alza al final del año", aseguró el economista José de Jesús Arturo de Alba Monroy, de la Universidad Iberoamericana.
"No estamos frente a un escenario de quiebra. Es como cuando estás en la playa disfrutando del mar y viene la ola. Haces un bucito, pasa, y vuelves a sacar la cabeza para seguir disfrutando del mar", expuso el académico.
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En contraste, Grupo BBVA Bancomer considera que la próxima semana Banxico debe elevar las tasas de interés en 0.50 puntos base para acotar los riesgos.
Su economista principal, Javier Amador Díaz, explicó que en este año ha aumentado en 100 puntos base la tasa de interés, pero hasta el momento el efecto en el consumo "ha sido acotado" porque el incremento ha sido más en las tasas de crédito para las empresas que en la de los consumidores (crédito hipotecario o tarjetas a largo plazo).
La reunión de Banxico de la próxima semana, dijo Amador Díaz, es la última antes de las elecciones de Estados Unidos. La siguiente es el 17 de noviembre, nueve días después de que los estadounidenses salgan a votar. Como se ha visto en las últimas dos semanas, de aquí hasta el 8 de noviembre se mantendrán los riesgos "por lo que es un momento oportuno para actuar".
Pero Luis Madrazo, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), no ve riesgos. En entrevista radiofónica declaró que en décadas anteriores la depreciación del peso frente al dólar pegaba a la inflación, pero actualmente se ubica en 2.73 por ciento, por debajo del objetivo del 3 por ciento de Banxico. Además, destacó, el consumo privado creció 3.5 por ciento en términos reales; mientras que las ventas de la ANTAD crecieron 7 por ciento anual a agosto.
La cotización del peso frente al dólar durante el resto del año será volátil y eso crea alta especulación, estimó el economista José de Jesús Arturo de Alba Monroy, de la Universidad Iberoamericana.
"Lo mismo vamos a ver al dólar cerca de 20 pesos que regresando a 18.50 o 19 pesos. El escenario de aquí a diciembre es incierto. Es algo normal y temporal", aseveró.
El economista de Bancomer, Javier Amador, estimó que en el corto plazo, antes de las elecciones de Estados Unidos, el peso seguirá presionado. Después, la evolución a partir del 9 de noviembre y hasta el cierre del año dependerá de los resultados. Si gana la candidata demócrata Hillary Clinton, "seguramente se verá un regreso a niveles más moderados de un 18.90 pesos por dólar".
LAS DOS ALZAS DE TASAS
Dos tormentas perfectas registradas este año han obligado a Banxico a elevar las tasas de interés de 3.25 a 4.25 por ciento: el declive de los precios del petróleo y la sorpresiva decisión del Reino Unido de separarse de la Unión Europea. Ante la medida, el peso recuperó terreno en ambas ocasiones, pero de manera temporal.
En esta ocasión, es distinto porque se trata más de especulación por la decisión de política monetaria de la Reserva Federal y las contiendas en Estados Unidos.
"No es el momento de incrementar las tasas para corregir la depreciación del peso frente al dólar. El comportamiento del tipo de cambio se debe más a especulaciones que a razones formales derivadas del comercio, de inversión directa o de pago de créditos. En un escenario donde todo favorece la adquisición de dólares para hacer negocio, las otras monedas se deprecian. Es un movimiento casi generalizado por lo que lo más conveniente es dejar pasar unos días para que los mercados se asienten y vuelvan a su operación normal, y no tratar de salvar con decisiones de pánico", aseguró el académico de Alba Monroy.
El lunes, analistas de Banco Base y BX+ dijeron a este sitio digital que Banxico subirá las tasas de interés hasta diciembre, una vez se sepan los resultados de las elecciones estadounidenses.
En febrero, durante una junta extraordinaria y en medio de una alta volatilidad, Banxico sorprendió a los operadores al decidir incrementar en 0.50 puntos base las tasas de interés a 3.75 por ciento para evitar que la inflación se disparara por arriba del objetivo de 3 por ciento ante la depreciación del peso frente al dólar.
Esa misma jornada, la moneda mexicana subió 3.42 por ciento en comparación con el cierre previo. El dólar concluyó en 18.59 pesos en Bancomer, 66 centavos menos que ayer, y el dólar interbancario también bajó al concluir en 18.28 pesos. Una semana antes había roto la barrera de los 19.
Sin embargo, un incremento en la tasa de interés "no es la mejor de las noticias", dijo Jesús Antonio de Alba.
"Elevar las tasas de interés tiene como primer efecto aumentar el costo del dinero. Eso provoca que la actividad económica se vea afectada porque el uso del crédito para la inversión se debilita. También frena el consumo porque como cuesta más caro el crédito, los consumidores tienen que pensar dos veces si lo usan, y eso limita la actividad económica", explicó el economista.
Asimismo, a principios de año Banxico suspendió los mecanismos de subastas de dólares en forma inmediata, pero no descartó la posibilidad de intervenir discrecionalmente en el mercado cambiario en caso de que se presenten condiciones excepcionales.
La Comisión de Cambios ofrecía diariamente hasta 400 millones de dólares con precio mínimo para proveer de liquidez al mercado cambiario. Esas subastas diarias no generaron los resultados esperados y además despojaron semanalmente a las reservas internacionales. Al viernes 12 de febrero de 2016, las reservas presentaron un saldo de 174 mil 401 millones de dólares, un nivel comparable a noviembre de 2013. La semana pasada se ubicaron en 175 mil 869 millones de dólares.
En junio, Banxico volvió a incrementar el precio del dinero para evitar la salida de capitales, lo que depreciaría más al peso y eso afectaría la tasa de inflación.
Los mercados vivían días de nerviosismo tras el anuncio del Brexit y el peso fue una de las monedas más golpeadas entre los países emergentes. Durante la madrugada en que el mundo se enteró, el dólar interbancario perdió la cordura y rompió un récord al alcanzar los 19.51 pesos.
Una semana después, el banco central elevó en 0.50 puntos base su tasa de interés para dejarla en 4.25 por ciento.
Como respuesta, el peso mexicano respiró. Tras la medida, ese día el dólar se vendió hasta en 18.65 por uno, cuatro centavos menos que en la sesión anterior. Mientras que en su cotización spot finalizó en 18.2575 unidades, lo que representó para el peso un avance de 28.15 centavos, semejante a 1.52 por ciento.