Por Melissa Dahl
Ciudad de México, 21 de septiembre (SinEmbargo/The Huffington Post).– Tal vez usted ha tenido o escuchado acerca de un gato que necesita Prozac (un antidepresivo), o de un perro que parece que “no acaba de ser él mismo”, en las semanas posteriores a la muerte de otro animal en el hogar. Por un lado, es difícil no preguntarse si hay alguna especie de autoproyección del propietario o una especie de antropomorfismo pasando por aquí.
Pero, por otro, como informa la BBC, algunos científicos están empezando a investigar seriamente las vidas internas de los animales, incluidos los signos potenciales de la enfermedad mental.
Algunos investigadores han argumentado que hay conductas observables en los animales que se parecen mucho a los comportamientos en los seres humanos con ciertas enfermedades mentales: Hay aves de compañía que se arrancan sus propias plumas, hay perros que no paran de lamerse la propia cola o sus patas, y bonobos que se quitan su propio cabello.
Algunos perros militares que han estado en combate, incluso puede mostrar signos de trastorno de estrés postraumático, como un cambio dramático en el temperamento.
Pero incluso más recientemente, algunos científicos han empezado a investigar la idea a nivel genético, y sus resultados sugieren que en algunos animales, tanto como en los seres humanos, los efectos del aislamiento pueden ser graves. La escritora Shreya Dasgupta explica:
“En 2014, los investigadores encontraron que los loros grises africanos que fueron alojados solos sufrieron más daño genético que los loros que fueron alojados en parejas. Los investigadores examinaron los telómeros de los loros: tapas en los extremos de sus cromosomas que se deterioran lentamente con la edad o el estrés. Los loros de nueve años de edad que se estudiaron tenían telómeros que eran tan cortos como los de los pájaros que fueron alojados en pares pero que eran 23 años mayores”.
Los científicos entrevistados en la pieza de la BBC reconocieron que aún queda mucha más investigación que por hacer en esta área antes de que algo se puede decir definitivamente acerca de las formas en que los animales pueden o no experimentar problemas en la salud mental.
Pero para cualquier persona que ha amado a un animal, será una cosa fascinante de ver.
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