Beatriz Paredes Rangel, una priista de larga trayectoria, alejada de los escándalos y con un discurso articulado, ha levantado la mano para ser la abanderada del PRI y de la oposición en 2024. Su aspiración ha sido vista como una alternativa dentro de algunos sectores del partido, el cual atraviesa por sus peores momentos de la mano de la dirigencia de Alejandro Moreno Cárdenas.
Ciudad de México, 21 de agosto (SinEmbargo).– “Ahí está Beatriz Paredes”. Fue así como el Senador Miguel Ángel Osorio Chong —uno de los principales críticos de la actual dirigencia nacional del PRI— perfiló en julio pasado, al hablar con El Financiero, una eventual candidatura presidencial de su compañera de bancada, una aspiración que ha confirmado la propia exgobernadora de Tlaxcala, y que ha sido vista con optimismo dentro del priismo que en los últimos meses ha tenido que cargar con el desprestigio de su líder, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como “Alito”.
Hija de campesino e integrante del PRI desde 1973, en donde ha cosechado una larga lista de cargos, entre ellos el de haber dirigido al tricolor de 2007 y 2011, Beatriz Paredes Rangel sostuvo en días pasados que quiere representar al bloque opositor —que integra el PRI junto a los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD)— en el próximo proceso presidencial, sobre el cual declaró en entrevista con Radio Fórmula:
“Es tiempo de que México tenga una mujer Presidenta”.
No obstante y pese a contar con una sólida trayectoria política, en la que ha sido Gobernadora de Tlaxcala —fue la segunda mandataria que tuvo el país y la primera en esa entidad—, Embajadora de Cuba y Brasil, Senadora y Diputada, entre otros cargos, su aspiración llega en el peor momento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en toda su historia con sólo un triunfo en 21 elecciones de Gobernador, con tres estados en su poder, dos de los cuales se renovarán en 2023, y colocado como la tercera fuerza política en el Congreso.
Beatriz Paredes, de hecho, fue una de las jerarcas del PRI que en junio pasado se reunieron con “Alito” ante la debacle que enfrenta esta fuerza política y los escándalos protagonizados por el dirigente tricolor, un encuentro en el que se puso sobre la mesa la renuncia de Moreno Cárdenas, quien ha dicho que acabará el periodo para el que fue elegido y quien —a diferencia de sus aliados, el PAN y el PRD— no ha abierto el proceso presidencial dentro del partido, salvo cuando en diciembre pasado manifestó su intención de contender por la grande.
“La compleja situación en la que está inmersa la dirigencia del partido pues tiene la salida legal que es acoplarnos a la solución del cumplimento de los estatutos, es lo menos insensato de las alternativas porque sería muy grave que ante una embestida gubernamental concertada, con instrumentos ilegales, se cayera en el hecho de que esta provocación de tamaño mayúsculo pudiera deteriorar la vigencia de los estatutos y de la vida interna de un partido, por otra parte, hubo un planteamiento muy claro de los expresidentes del partido, de los cuales formo parte, de solicitarle al presidente del partido que él hiciera una reflexión, una valoración, sobre si situación pudiera preservarse en el tiempo de su mandato; él nos dijo que había hecho una valoración, una reflexión, que incluso tiene encuestas y que su decisión, como de la secretaría general (Carolina Viggiano), es permanecer el tiempo que señalan los estatutos”, comentó el pasado 8 de agosto Paredes Rangel a El Financiero sobre este episodio.
Dijo que en esa reunión de los jerarcas del PRI con Moreno Cárdenas ella propuso que se hiciera una asamblea extraordinaria “para pensar no sólo las cosas de coyuntura tan delicadas, sino referirnos también a las cuestiones de fondo” e indicó que al igual que el tricolor todos los partidos deben de revisar sus circunstancia, “pero también creo que en esta etapa la sociedad se siente muy lejos de los partidos, no sienten que los partidos la representen a cabalidad, por eso aspiro a que la búsqueda de mi candidatura trascienda a los partidos políticos, trascienda incluso no sólo a los de la alianza sino a otros que se puedan sumar y se acerque mucho más a la ciudadanía que tengamos la capacidad de reconocer las necesidades de la sociedad civil”.
La semana pasada, una encuesta de este medio mostró cómo la fuerza del partido tricolor ha disminuido en la Ciudad de México, con la mitad de apoyo de lo que tenía en abril pasado, cuando registró un 20 por ciento de la intención del voto entre el electorado capitalino.
Paredes Rangel conoce en carne propia el electorado capitalino. En 2012 fue la candidata del PRI en la Ciudad de México, elección que perdió frente a Miguel Ángel Mancera. Pese a ello, en el tricolor se ha visto en su candidatura una oportunidad para que el tricolor presente dentro de la coalición una opción para 2024. “Valiente decisión de mi estimada amiga, la senadora Beatriz Paredes Rangel, para contender por la candidatura presidencial. Su experiencia política y prestigio personal son atributos indiscutibles de una vida al servicio de México”, escribió, por ejemplo, el exgobernador del PRI, Miguel Alemán Velasco en El Universal.
“Si se considera que soy la gente adecuada, sepan que yo pondré toda mi emoción y experiencia para salir adelante […] ya es hora de que haya una mujer Presidenta para enfrentar un momento muy difícil de la vida nacional como será el que se presente dentro de algunos años”, dijo Beatriz Paredes en entrevista con Azucena Uresti en Radio Fórmula, una plática en la que planteó que el bloque opositor se debe ampliar y considerar incluso a Movimiento Ciudadano, que en reiteradas ocasiones ha descartado ir en el mismo barco del PRI, PAN y PRD.
En ese mismo sentido, reconoció en entrevista con La Jornada, que “la oposición ha estado a la defensiva. Y cuando estás a la defensiva te fijan la agenda”. Aseguró, como lo han hecho otros integrantes del bloque opositor, que construirá una “agenda con propuestas, a partir de una columna vertebral que yo sugiera”.
Lo cierto es que si bien su candidatura ha resonado dentro del priismo, la cúpula, hasta el momento, ha centrado su discurso en la defensa de Alejandro Moreno Cárdenas y no en la contienda electoral de 2024, una carrera en la que Morena, e incluso el PAN y PRD ya cuentan con sus respectivos aspirantes.