En una investigación, se determinó que la asociación entre el cáncer de intestino y el uso de antibióticos fue evidente entre los pacientes que habían tomado estos medicamentos por un periodo superior a diez años antes de que se les diagnosticara cáncer.
Londres, 20 de agosto (EFE).- El uso de antibióticos en forma de píldoras o cápsulas estaría relacionado con un mayor riesgo de sufrir cáncer de colon, aunque reduciría las posibilidades de padecer cáncer de recto, reveló hoy un estudio de la revista médica Gut.
Los resultados de la investigación sugirieron que existe un patrón de riesgo que se asocia con diferencias en la actividad del microbioma intestinal (las bacterias), a lo largo del intestino, por lo que los investigadores recalcaron la importancia de que la prescripción de antibióticos se realice de forma juiciosa.
El estudio señaló que los antibióticos tienen un impacto fuerte y duradero en el microbioma intestinal y alteran el equilibrio de bacterias útiles y dañinas.
Tan solo en 2010, en todo el mundo se consumieron aproximadamente 70 mil millones de dosis de antibióticos, lo que equivale a 10 dosis por persona.
El objetivo del estudio fue averiguar si esto podría potenciar el riesgo de cáncer de colon y recto para lo que los investigadores se basaron en los registros médicos de anónimos de alrededor de 11.3 millones de personas, aproximadamente el 7 por ciento de la población del Reino Unido.
De los datos se extrajo que se habían recetado antibióticos al 70 por ciento (20.278) de pacientes con cánceres intestinales y rectales y al 68.5 por ciento (93.862) de los que no los padecían.
A casi seis de cada diez participantes del estudio se les recetó más de una clase de antibiótico.
La asociación entre el cáncer de intestino y el uso de antibióticos fue evidente entre los pacientes que habían tomado estos medicamentos por un periodo superior a diez años antes de que se les diagnosticara cáncer.
Los expertos destacaron que se trata de un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa del desarrollo de la enfermedad ni los factores de estilo de vida potencialmente influyentes.
Sin embargo, sus hallazgos sugirieron que existe una variación significativa en el tamaño y el patrón de los efectos de los antibióticos a lo largo del intestino, por lo que recomendaron “un uso juicioso de los de los antibióticos por parte de los médicos”.