México, un país donde los desastres ecológicos toman notoriedad cuando las consecuencias son irrreversibles. Donde los intereses económicos de empresas y gobiernos pesan más que el medio ambiente y la calidad de vida de sus habitantes. Fue Costa Mujeres, Dragon Mart, Holbox, Tulum y Punta Nizuc. Serían Tajamar y Cabo Pulmo. Fue el Río Sonora, el Infiernillo y Cadereyta. Y puede ser la Sierra Cucapá, en Baja California, la siguiente que un proyecto empresarial millonario convierta –literalmente– en un basurero de desechos tóxicos.
Por Lucía Treviño
Ciudad de México, 21 de agosto (SinEmbargo).– Es común que en México se acepte un proyecto que desde su planteamiento contaba con una serie de irregularidades. Anomalías que terminan por ocasionar graves daños y generar problemas que se desbordan, es entonces cuando el entorno comienza a preocuparse en cómo arreglarlo, casi siempre cuando ya es demasiado tarde.
En Mexicali, Baja California, se expanden parques industriales al mismo tiempo que se van terminando los recursos naturales. Con las promesas de generación de empleo, una mejor la calidad de vida y crecimiento económico; en su lugar se obtiene: mano de obra barata, carga de trabajo pesada, una economía de generación de capital ficticia, y ahora también, una mayor contaminación.
Desde hace algunos meses se presentó el proyecto EcozoneMX “Ciudad Industrial Verde en Mexicali”. Se trata del establecimiento de un parque de recicladoras de residuos de todo tipo, que incluye la revaloración y disposición de residuos peligrosos en las faldas de la Sierra Cucapá, unos kilómetros al sur de la ciudad de Mexicali. Un área de 14 mil 600 hectáreas, donde 4 mil serán para el albergue del 74 por ciento de los residuos peligrosos de siete estados del país. Residuos corrosivos, radioactivos, explosivos, tóxicos, inflamables y biológico-infecciosos. La inversión asciende a los 14 mil millones de pesos donde el 1.5 por ciento será para la prevención, mitigación y recuperación de los daños ecológicos provocados por el mismo.
Hace unos meses cuando Viz Resource Management presentó su Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) por primera vez, estaba incompleto e impreciso. “Parecía creado sólo por cumplir un requisito. Se hablaba de una reserva pero no se especificaba qué especies iba a proteger ni de qué manera, después lo modificaron”, dice en entrevista Luz María Ortega Villa, profesora Investigadora de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), quien además está involucrada en un programa de posgrado de desarrollo sustentable dentro de la misma.
“Era un documento deficiente, en el cual se notaba el copiado y pegado de información de otros documentos y contenía secciones enteras que estaban en blanco”, especifica Ortega Villa.
La investigadora, a la par de otros ciudadanos, han cuestionado la claridad de este proyecto, “Semarnat también quedó mal por haber recibido un documento en ese estatus, por lo que en aquel momento el proceso se interrumpió, y la Secretaría les pidió completar la información que nosotros habíamos cuestionado”, comenta la doctora.
A raíz de la crítica del escrito, específicamente el que estuviera planeado sobre una falla geológica, o el que hablara sobre el cuidado del borrego cimarrón cuando esta especie legalmente no se puede tocar, el grupo Viz Resource Management contrató a un especialista y fue entonces cuando hicieron correcciones al documento. En la nueva presentación de EcozoneMX se planteó recorrer las instalaciones unos metros dentro del terreno, y se especificó la creación de una reserva y un vivero para el cuidado del palo fierro y las biznagas.
Sin embargo, nuevamente hace falta que describan detalladamente sus procedimientos; por ejemplo, las biznagas son plantas que están muy bien adaptadas a un terreno inhóspito; no poblado por el ser humano. Mientras que el palo fierro tiene una gran importancia ecológica porque la sobrevivencia de 65 a 200 especies de plantas dependen de él. También, un estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) aclara que el borrego cimarrón es una especie que se ve perturbada cuando se destruye o usa su hábitat para fines habitacionales, ganaderos y mineros.
“Si verdaderamente fuera un grupo preocupado por el medio ambiente no se metería con la Sierra Cucapá”, comenta la doctora Ortega.
Desde que el proyecto EcozoneMx fue anunciado, diferentes grupos sociales han protestado y expresado su rechazo, pues, argumentan, es una propuesta que carece de claridad y en la cual se vislumbran una serie de irregularidades.
La asociación civil Observatorio Ciudadano (ObserBC, ), cuya principal función es la construcción de un gobierno abierto para Baja California, que transparente el manejo de recursos públicos, dirigida por el José Luis Huape, tiene una postura muy clara con respecto al proyecto de EcozoneMX: “Somos una asociación que está a favor de la inversión pero en contra de aquella que puede poner en peligro el medio ambiente y el equilibrio ecológico”.
En una entrevista telefónica realizada por la autora, el licenciado Huape especifica que han habido declaraciones de apoyo a la realización de EcozoneMX sin que se tenga la información completa sobre su naturaleza. “Es una cooptación de voluntades para que se hable bien del proyecto mientras existe una opacidad tremenda en cuanto a la propuesta que han hecho. No estamos diciendo que no al uso de suelo, pero hace falta verificar la información de manera que se compruebe que verdaderamente no amenazará al medio ambiente; de qué sirve que haya inversión si el nivel de enfermedades y problemas será rebasado”.
Lo que ahora está buscando ObserBC es “que la MIA del proyecto mencionado sea auditado bajo parámetros internacionales e independientes. Hay instrumentos legales internacionales que obligan al Estado mexicano a informar a los Estados Unidos de América sobre posibles fuentes de contaminación en la zona fronteriza del territorio que puedan producir incidentes contaminantes del medio ambiente”.
En su comunicación a los medios, Viz Resource Management distingue la creación de empleos y la generación de una reserva biológica. Sin embargo, la reserva biológica la tienen planeada para que suceda dentro de diez años, mientras que la generación de dos mil empleos no es tan impresionante si se toma en cuenta que hay maquiladoras dentro de Mexicali que han propiciado más de 5 mil empleos, y que al estar dentro de las inmediaciones de la ciudad no necesitan de la creación de infraestructura y cableado, como lo necesitará EcozoneMX.
“Les hace falta determinar una estación de bomberos, y qué harán sobre con las aguas residuales. ¿Cuánto le va a costar al municipio de Mexicali que ellos se instalen en esa zona?”, hace hincapié la doctora Ortega. Además de que si se trata de empleos de personas que estarán en contacto con residuos peligrosos podrían tener graves consecuencias para su salud.
El proyecto también contempla la extracción de minerales pétreos, los cuales al ser extraídos generan la expulsión de partículas PM10 y PM2.5; extracciones que están seriamente reguladas dentro de los Estados Unidos. “Los ejidatarios de Heriberto Jara hacen estas excavaciones pero a una escala muy pequeña y para proveer localmente”, resalta Luz María Ortega, “si ese esfuerzo se realiza en grande van a tener que dinamitar la Sierra. ¿De qué sirve que tengas una reserva si el ruido va a repercutir en toda la fauna?”
En la última parte del Manifiesto de Impacto Ambiental, EcozoneMX establece el desarrollo de un área de recicladoras y una planta fotovoltaica, la cual se constituirá a lo largo de diez años. En México la integración de algún tipo de energía alterna es un asunto complejo porque involucra entablar un acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por lo que entonces ¿para quién será la energía resultante de dicha planta fotovoltaica? ¿Se trata de energía de exportación? Y esto, ¿cómo va a beneficiarle a la comunidad y a la zona?
Las anomalías presentadas por este proyecto comienzan desde el nombre: Ciudad Industrial Verde, ya que se trata de un término inventado. En el 2013 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le dio a Mexicali el tercer lugar en la lista de las ciudades más contaminadas del mundo. ¿Cómo pretenden adoptar un modelo verde con las condiciones actuales? Dicen estar inspirados en la ciudad japonesa de Kitakyushu, ciudad que después de casi 20 años ha logrado ser la capital del desarrollo de la sustentabilidad, pero realizando grandes esfuerzos en el control de aire, mejoramiento de energías y preparación de especialistas durante todo ese tiempo y en toda la ciudad. Por lo que la comparación con dicho modelo no es adecuada. “Ciudad Industrial Verde”, y el mismo nombre “EcozoneMx” generan una referencia equivocada. Si estuvieran buscando volver a Mexicali una ciudad verde tendrían que cumplir con una larga lista de modificaciones para competir por dicha acreditación, que tomaría más de una década.
En algunos países como España no se pueden utilizar términos “ecológico” “verde” o “sustentable”, si no tienen forma de comprobar que evidentemente son acciones ecológicas, en México no existe esta medida.
Por último, llama la atención que siendo una planta que recogerá los residuos peligrosos de siete estados en la República haya decidido ubicarse en este extremo de la región, quedando cercanos al país fronterizo, el cual no firmó el convenio de Basilea, que establece medidas importantes para la disminución de la huella ecológica generada por las acciones de diferentes países, y reglas para la exportación e importación de residuos.
El 21 de julio del 2016 se informó la autorización de los primeros trabajos de preparación de la zona, instalación del parque fotovoltaico y la extracción de pétreos, por lo que el proyecto EcozoneMX está en un punto inicial. Ahora cada recicladora debe de presentar un informe preventivo con todos los detalles del proceso, maquinaria y desechos, y el impacto que generará.
Aquí la exigencia de la comunidad es que respondan claramente si se trata de una marca comercial que solo está promoviendo el uso del suelo, un terreno al cual van a llegar otras empresas de las que no van a hacerse responsables.
¿En el transcurso de unos años las faldas de la Sierra Cucapá estarán totalmente cubiertas de basura apilada en espera de su procesamiento? ¿Qué es lo que verdaderamente buscan con este proyecto? ¿Reconocen las inconmensurables consecuencias que el almacenaje y procesamiento de basura pueden generar? ¿Es la producción de capital sin contemplar la destrucción de un ecosistema la que terminará provocando más daños, daños que ni con todo el capital del mundo se pueden reparar?