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No me gustó la foto: AMLO

El Presidente defiende a Claudio X. padre. “No hay que ensañarse”, dice, de un mayor

21/06/2024 - 10:16 am

González Laporte fue el articulador de la oposición del sector privado al Presidente Andrés Manuel López Obrador desde la elección de 2006 y apoyó a Calderón, aunque en los últimos años han limado asperezas; mientras que su hijo Claudio X. González Guajardo es el actual artífice de la Marea Rosa del bloque opositor, y uno de los principales impulsores de la campaña sucia contra Sheinbaum.

Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que no le gustó la foto publicada de Claudio X. González Laporte, luego de que difundiera ampliamente una imagen donde uno de los empresarios más poderosos del país estaba a la expectativa de una posible reunión, que no se concretó, con la Presidenta Electa Claudia Sheinbaum, donde se le ve un semblante de derrota ante la espera.

“Ayer no me gustó la foto de Claudio X. González papá, creo que eso no se debe de hacer, porque puede pensar distinto a nosotros y puede ser nuestro adversario, pero no hay que ensañarse, hay que respetar a todos”, dijo el mandatario mexicano desde Palacio Nacional.

“Es un hombre mayor, todos tenemos nuestra manera de pensar, y él lo que quiere es expresar que quiere ayudar y él puede ayudar. Yo creo que debe ser bien recibido, él y todos, todos todos. Yo siempre, y además si se trata de escoger, escojo al papá. Además, cada vez que nos encontramos hablamos de béisbol. Todos debemos de serenarnos, autolimitarnos y respetarnos”, añadió.

Además, el Presidente López Obrador presumió que, durante su sexenio, “fue muy buena la relación con los empresarios”. “Nos entendimos. Tengo que agradecerles que aún a disgusto, supieron ser institucionales. Cuando se les planteó que eran otros tiempos y otras reglas, y había que pagar impuestos –sí había un grupo selecto muy cercano al Gobierno y coincidía que eran los más grandes, las grandes empresas, los bancos financieros, que no pagaban todos sus impuestos– cuando se habló con ellos, entendieron de que ya no iban a haber condonaciones de impuestos, como era antes. Era hasta legal”, indicó.

González Laporte fue asesor personal de presidentes durante décadas. Se acomodó en la cúspide de la élite empresarial al menos desde 1982, con Miguel de la Madrid Hurtado, el primer mandatario mexicano que se abrazó del neoliberalismo por voluntad propia. Fue de un sindicato patronal a otro, pero siempre, aún sin la representación formal, estuvo cerca de los jefes de Estado y de uno en particular: Carlos Salinas de Gortari.

Ayer, sin embargo, se quedó esperando a que la próxima Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lo recibiera en privado después de la reunión que ella sostuvo con líderes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y del Consejo Mexicano de Negocios (CMN). González Laporte ha encabezado ambos organismos. Pero aquellos eran otros tiempos. Era antes de que le declarara la guerra a Andrés Manuel López Obrador y arrastrara a su hijo a esa batalla de largo aliento que este verano tuvo un capítulo poderoso cuando tres partidos políticos el PRI, PAN y PRD, que perdió el registro, abanderaron a una candidata elegida por las cúpulas, Xóchitl Gálvez Ruiz, quien fue derrotada por una diferencia de 20 millones de votos.

Fue en ese mismo acto que Claudio X. González Laporte pidió ser recibido por la virtual mandataria electa. El diario La Jornada consigna cómo el consejero patrimonial de Kimberly Clark, quien ha sido uno de los mayores detractores del Presidente Andrés Manuel López Obrador, acudió a la reunión del Consejo Coordinador Empresarial y antes de concluir el acto se dirigió a una sala contigua, donde pidió audiencia con Claudia Sheinbaum. Según la misma versión, “después de un tiempo”, Juan Ramón de la Fuente, coordinador de la transición, le informó que no sería posible hablar con Claudia Sheinbaum, “aunque el exrector se mostró dispuesto a transmitirle a la morenista cualquier mensaje del empresario”.

Hace seis años, González Laporte —quien en 2006 fue uno de los actos que impulsó la campaña contra la izquierda— limó asperezas con el entonces puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador. La reunión de ese entonces se dio a semanas de la elección. En ella, según confesó el empresario,  se abrazó con López Obrador, con quien habló de béisbol.

González Laporte fue el articulador de la oposición del sector privado al Presidente Andrés Manuel López Obrador desde la elección de 2006 y apoyó a Calderón, mientras que su hijo Claudio X. González Guajardo es el actual artífice de la Marea Rosa del bloque opositor, y uno de los principales impulsores de la campaña sucia contra Sheinbaum.

López Obrador dio a conocer apenas el pasado 7 de febrero que “en el fraude electoral del 2006, llegó a decir que, si no nos detenían, no se descartaba que pasara algo como lo que sucedió en Chile en 1973, es decir, no descartaban un golpe de Estado, lo que hizo (Augusto) Pinochet” al Gobierno de Salvador Allende.

Kimberly Clark de México, cuyo presidente honorario es González Laporte y que dirige Pablo González Guajardo —el menor del clan—, se ha beneficiado desde tiempo atrás de los gobiernos en turno. Por ejemplo, fue un contratista relevante en el Gobierno de Enrique Peña Nieto: recibió 2 mil 360 contratos por asignación directa, algo que también ocurrió con Felipe Calderón.

–Con información de Obed Rosas.

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