El Instituto de Israel para Investigación Biotecnológica ha probado con éxito una posible vacuna contra la COVID-19 en roedores y el Instituto de Biología Médica de la Academia China de Ciencias Médicas ha entrado a la fase 2 de ensayos clínicos.
Ciudad de México/Beijín/Jeruralém, 21 de junio (SinEmbargo/EFE/Xinhua).– Israel y China han anunciado este domingo avances importantes en dos vacunas distintas. La de los israelitas superó de forma exitosa la prueba con roedores, mientras que la de los chinos se aplica ya en un grupo de humanos.
El Instituto de Israel para Investigación Biotecnológica ha probado con éxito una posible vacuna contra la COVID-19 en roedores, un paso que le permitirá avanzar en las pruebas con otros animales y, en una última fase, con humanos, informa hoy el digital local Times of Israel.
El centro, dependiente del Ministerio de Defensa, espera acabar la preparación de la vacuna en un año o incluso antes, según concretó en un informe publicado el pasado viernes en el repositorio biorXiv, un portal en el que los textos aún no han sido sometidos a revisión por otros expertos, aunque pueden dejar sus comentarios.
Los investigadores experimentaron con dos grupos de hámsteres infectados: unos no fueron vacunados y otros recibieron una vacuna “de dosis única” que produjo “una inducción rápida y potente de anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2”.
Los roedores inmunizados dejaron de perder peso corporal, a diferencia de los otros. A su vez, los pulmones de aquellos sin vacunar sufrieron “daños extensos en los tejidos y altos niveles virales”, lo que contrasta con los otros, que mostraron una “patología pulmonar menor y sin carga viral”.
Los experimentos con roedores son parte de un proceso preliminar clave para el desarrollo de vacunación contra el coronavirus. Si funcionan con éxito, las pruebas pueden seguir con otros animales y, en una última etapa, pasar a la experimentación con humanos para comprobar la efectividad de la vacuna y sus posibles efectos secundarios, especificaron los mismos investigadores en su informe.
Múltiples grupos de científicos israelíes, igual que los de muchos otros países del mundo, trabajan a contrarreloj para el desarrollo de vacunas y medicamentos contra la COVID-19, un proceso acelerado que abordan desde el inicio de la propagación de la pandemia.
El pasado mes de mayo, el Instituto de Israel para Investigación Biotecnológica ya consiguió desarrollar anticuerpos que neutralizan el coronavirus, lo que debe servir para acelerar la creación de fármacos para pacientes infectados.
El país, donde el impacto del virus fue relativamente moderado, registra hasta el momento 305 fallecidos y más de 20 mil 680 contagios, pero la rápida desescalada que hizo tras pasar su fase más crítica derivó estas últimas semanas en un aumento de las infecciones.
Ayer, un centro de investigación dependiente del Ejército aseguró que Israel ha entrado ya en una segunda oleada de contagios, y advirtió que si no se adoptan medidas para detener su propagación, en un mes podría haber mil casos diarios y cientos de muertes.
Ante ello, el Ministerio de Sanidad ordenó a los hospitales que se preparen para reabrir las salas especiales para tratar a pacientes con COVID-19.
El Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, pidió hoy a la población que respete las precauciones necesarias -llevar mascarilla y mantener distanciamiento de dos metros- para “aplanar la curva”, frenar el aumento de contagios y evitar la imposición de nuevas restricciones y cierres que lleven al país a dar marcha atrás.
Según agregó, mañana se reunirá con el comité encargado de gestionar la crisis del coronavirus para “discutir los pasos necesarios” para afrontar la situación.
VACUNA LLEGA A LA FASE 2 DE ENSAYOS EN CHINA
Una vacuna inactivada candidata para la COVID-19 desarrollada por el Instituto de Biología Médica de la Academia China de Ciencias Médicas ha entrado a la fase 2 de ensayos clínicos en China, informó hoy el Diario de la Ciencia y la Tecnología.
La fase 2 de los ensayos, que evalúa aún más la inmunogenicidad y seguridad de la vacuna en humanos, se lleva a cabo en la provincia suroeste de Yunnan.
El instituto comenzó la fase 1 de los ensayos clínicos en mayo. Casi 200 voluntarios de entre 18 y 59 años de edad recibieron la vacuna en el Segundo Hospital Universitario de China Occidental de la provincia de Sichuan. El estudio fue aleatorio, doble ciego y controlado con placebo.
Una planta de manufactura de vacunas para la COVID-19 del instituto en Kunming, ciudad capital de la provincia de Yunnan, será puesta en operación en la segunda parte de 2020, de acuerdo con el informe.
El instituto tiene una experiencia rica y capacidades fuertes en investigación de vacunas. Ha desarrollado y producido vacunas vivas atenuadas y vacunas inactivadas contra la polio, protegiendo a miles de niños chinos de quedar discapacitados, señala el informe.
Hasta ahora, cinco vacunas candidatas para la COVID-19 han sido aprobadas para ensayos clínicos en China, representando el 40 por ciento del total de vacunas en ensayos clínicos en el mundo, de acuerdo con el Ministerio de Ciencia y Tecnología.