Esta obra, Mal de ojo, empacho y otras enfermedades tradicionales, que suma el esfuerzo de muchas manos, es un homenaje a Carlos Zolla, un reconocimiento al trabajo siempre entusiasta y en equipo que forjó en cada una de las instituciones.
Por Roberto Campos Navarro
(…) los humanistas de Mesoamérica (…) [son] hombres y mujeres
que, acercándose a la cultura de raíces originarias, la que
existió a través de milenios, y asimismo a quienes
hoy mantienen rasgos de esa civilización, se sienten atraídos
por ella y la investigan. Nos revelan elementos de lo que fue y,
en algunos casos se interesan también por la situación
de los llamados indígenas, es decir, los más auténticos
descendientes de los mesoamericanos prehispánicos. Y al surgir
ese interés, en algunos casos tratan de colaborar con ellos,
teniendo como meta su mejoramiento y bienestar.
Miguel León-Portilla, Humanistas de Mesoamérica, 1997.
Ciudad de México, 21 de junio (SinEmbargo).- En 2018, tres grandes amantes y defensores de las culturas indígenas de México partieron: Francisco Toledo, Miguel León-Portilla y Carlos Zolla Luque. Los dos primeros con una obra artística y literaria muy reconocida, el tercero, con una destacada trayectoria en la antropología. Desde que llegó a México con su familia, perseguido por la dictadura militar argentina, Carlos Zolla se dedicó con tenacidad y perseverancia al estudio de las plantas medicinales de México y de los pueblos indígenas.
En nuestro país fue fundador de la revista Medicina tradicional, única en su género en América latina, que circuló a finales de los setenta y principios de los ochenta. Como editor de la misma, Zolla incluía preciosas viñetas surgidas de sus propias manos. Más tarde impulsó el Programa de Interrelación con la Medicina Tradicional que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en su versión rural, implementó primero en Chiapas y después en el resto del país; el programa continúa actualmente.
En su grado de subdirector de Salud y Bienestar Social del Instituto Nacional Indigenista (INI), Zolla promovió la creación de asociaciones de médicos indígenas tradicionales y los reunió en un Primer CONGRESO Nacional en Oaxtepec, Morelos (1989). Además, creó el primer “hospital mixto” en Cuetzalan, Puebla, donde actualmente médicos indígenas y académicos conviven y comparten sus conocimientos. Junto con Arturo Argueta, coordinó los quince tomos de la Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana, que tuvo magníficas portadas de Francisco Toledo, y que el INI y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) digitalizaron con rotundo éxito.
Dentro del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (puic-unam), Carlos Zolla fungió como coordinador de investigación, logrando la reedición de las obras completas de Francisco Hernández, de múltiples libros sobre medicina tradicional y de estudios regionales de Guerrero, Michoacán y Chiapas, así como el proyecto inicial de la Escuela de Medicina Tradicional Totonaca, junto con médicos indígenas del Totonacapan veracruzano. Sin duda alguna, Carlos Zolla tiene los méritos suficientes para ser considerado un gran humanista de Mesoamérica.
Este libro, Mal de ojo, empacho y otras enfermedades tradicionales, que suma el esfuerzo de muchas manos, será un clásico. Servirá para reconocernos en nuestras raíces indígenas, españolas y afromexicanas; a los estudiantes de ciencias de la salud, les ayudará a conocer, comprender y respetar aquellas enfermedades y afecciones que muchas veces los libros académicos omiten o no reconocen como tales y a los estudiantes de antropología les ayudará a encontrar la inspiración teórica-metodológica para futuras tesis e investigaciones sobre el tema.
Esta obra es un homenaje a Carlos Zolla, un reconocimiento al trabajo siempre entusiasta y en equipo que forjó en cada una de las instituciones, donde compartió franca y pródiga amistad. Como ha señalado don Miguel León-Portilla, su labor en vida fue lograr el mejoramiento y bienestar de los pueblos originarios de México.